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11 de junio, 2001.

Shawn: 3 años.

Niall: 8 años.

El Omega rizado reía alegre mientras rodaba en el césped, sintiendo como este hacia cosquillas en su lechosa piel.

Miro al cielo y eso le recordó a los ojos de Niall, haciendo que sonriera grande porque ese día iría a jugar con el, como había prometido.

-Shawn, ven aquí bebé, ya llego Niall- abrió mucho sus ojitos y corrió hacia adentro, pero sus piernitas temblaron por la emoción y cayó al piso. Observó como sangre salía de la herida en su rodilla, sus ojitos se llenaron de lágrimas.

Estaba a punto de gritar por ayuda cuando Niall llego corriendo, intentando tocarlo, pero no era su mamá.

-¡mami!- gritó comenzando a llorar. Siempre había sido delicado, pero también torpe. Niall estaba ahí, pero necesitaba que su mamá lo cargara, le diera su biberón, y mimos.

Fue alzado del suelo con facilidad por su madre, que le sobo la cabeza con rizos y dio muchos besos ahí. Se apegó a su cuerpo abrazándola.

El alfa se sintió herido ante el rechazo, su lobo interior decaído. Su omega no lo quería. Pero el tenía que asegurarse de que estuviera bien, que estaba a salvo.

Karen caminó hacia adentro dándole una sonrisa comprensiva, al parecer notando su leve olor a tristeza.

El Omega fue puesto sobre el sofá y su madre fue en busca de curitas. -Hola, Omega- saludó Niall acercándose a el, poniéndose de rodillas para estar a su altura.

Pequeños hipidos salían aún de la boquita del omega. -hol-hola- susurró dándole una pequeña sonrisa -abrázame- pidió en un leve quejido. El había corrido para ver al alfa y lo único que hizo fue caer, y ahora no podría jugar con el.

El ojiazul se acercó hasta ponerlo a horcajadas sobre el, quedando frente a frente, siempre teniendo precaución con la herida en la rodilla del más joven. -¿puedo quitar tus lágrimas?- cuestionó con cuidado. Su padre había dicho que tenía que pedirle permiso a Shawn para cualquier cosa que quiera hacer, debía respetarlo.

El Omega asintió. Niall comenzó a lamer con cuidado y calidez sus mejillas rojas. El alfa soltó feromonas para tranquilizarlo, viendo orgulloso como estas funcionaban al instante, dejando al niño pequeño adormilado. Juntaron sus narices en un gesto ya frecuente y cariñoso, moviéndolas a los lados haciendo "naricitas cariñositas" como el rizado llamaba a esa acción. Juntaron sus frentes mientras sonreían. Su olor alfa y omega combinándose en el aire.

El "click" de una cámara los hizo separarse y mirar hacia ese lugar. Karen estaba parada ahí con una sonrisa grande, que cambio a una avergonzada al haber sido atrapada tomándoles una foto.

Shawn apenado, escondió su cara en el pecho del mayor y dejó que este le acariciara la cabeza apegándolo más a el de manera protectora.

La omega mayor se acercó hasta quitar a su hijo del regazo del alfa, sonriendo y murmurando un -lo siento bebé, pero necesito curarte- hacia su hijo, y un -será rápido- al niño de ojos azules.

El rizado adormilado solo hizo una mueca al sentir como desinfectaban el area y ponían una curita color azul, ¡como los ojos de Niall! Pensó.

Su madre lo abrazó levemente, porque el alfa ya había demostrado no estar muy feliz cuando el Omega no tenía su olor. -traeré galletas, pueden ver una película en el sofa- dijo cariñosamente.

Ambos niños asintieron -te llevaré- Shawn fue levantado de ahí, con Niall cargándolo hasta ponerlo en el sofá.

En la cocina, Karen y Maura chillaban emocionadas por teléfono.

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⏰ Última actualización: Dec 13, 2019 ⏰

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