CAPÍTULO 28

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NARRA CHRISTOPHER: 

Mi último recuerdo fue aquel sonido de disparo, dos balas impactaron mi cuerpo, haciéndome caer al suelo, estaba agonizando, me faltaba el aire y mi vista era cada vez mas borrosa 

Con trabajos pude observar una figura femenina que se acercó a mi y comenzó a patear mi cuerpo, una y otra vez sentí esos golpes que dejarían una terrible marca en mi piel, sentía el mismo infierno venirse sobre mi pecho, ahogándome

Me sentía muy débil como para defenderme, para levantarme y salvar a Joel, el cual debió haber estado sufriendo al ver tal escena, la impotencia que sentí me torturaba al igual que los golpes, mi pobre Pimentel esta en manos de una loca psicópata 

Mi vista se volvió completamente borrosa, quedando en mi campo de visión un destello blanco que cada vez se hacía mas débil

Las últimas palabras que logré escuchar provenían del mexicano, el cual gritaba que Paulina parara, cosa que no paso 

Después de aquello, todo se volvió confuso, parecía un sueño, mi percepción de la realidad era irrelevante, me sentía perdido en un lugar completamente vacío, sin nadie a mi alrededor, por mas que luchaba por salir de aquel lugar gris y desolado no parecía suceder nada

Sin embargo había algo que me mantenía cuerdo, aparte del vago recuerdo de Joel, una voz que mencionaba mi nombre parecía guiarme y recordarme que debía seguir luchando 

—Christopher, Christopher, estoy aquí contigo, resiste amigo —eran las palabras que podía escuchar, no obstante, desconocía de quien o donde provenían 

Hasta que finalmente volví a sentir mi cuerpo vivo una vez mas

Poco a poco fui abriendo mis ojos, los cuales lo hacían con debilidad, debido a la luz de la sala en la cual me encontraba 

Mi campo de visión aún era borroso, sin embargo distinguía una silueta sobre mi, el cual seguía mencionando mi nombre 

—Christopher, ¡estas vivo amigo!, siii, llamaré a un doctor en este momento —chilló Zabdiel emocionado dejando un beso en mi frente 

Lentamente mi cuerpo empezó a reaccionar, comenzando a mover mis dedos y así hasta poder mover los brazos, los cuales intenté alzar 

—No te muevas amigo, ya le avisé a la enfermera que haz despertado, tienes que seguir descansando —mencionó el boricua colocando mi brazo con cuidado sobre la cama

Finalmente pude verlo con claridad, se trataba de Zabdiel, mi mejor amigo, estaba aquí conmigo acompañándome 

—Zzz-aa-a-b —intenté hablar pero me fue imposible, no podía pronunciar ninguna palabra, de mi boca salían únicamente sonidos similares a un gruñido

—No te esfuerces en hablar todavía, es un milagro que estés con vida, el doctor decía que había un 80% de probabilidad de que no resistieras, peor mírate, lo has conseguido 

En ese momento llegó el doctor junto a una enfermera bastante apurado, el cual dio un largo suspiro al verme despierto 

La enfermera le pidió al boricua que se retirara, mientras que el doctor comenzó a examinarme 

Después de varias horas, finalmente podía moverme y podía conjugar palabras cortas, pero lo mas importante es que mi mejor amigo estaba ahí para apoyarme 

—Bro, no se quien te haya disparado, pero debo decirte que se las verá conmigo, esa persona va a pagar por haberse metido mi hermano de otra madre, por fortuna tu vecina la chismosa escuchó los disparos y llamó a la policía, los cuales trajeron la ambulancia, y gracias a ello estas aquí con vida, yo estaba cuidando a mi abuelita cuando recibí la llamada de que estas grave en el hospital y fui corriendo, el doctor me dijo que no había muchas esperanzas de que sobrevivieras, pero aún así nunca dude de que tu sobrevivieras —habló el rizado sin poder callarse, hasta que lo interrumpí 

LA LLAVE DE TU CORAZÓN VIRGATO (S.T. DE CORAZONES PERDIDOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora