CAPÍTULO 27

233 29 107
                                    

NOTA

LEAN EL CAPÍTULO HASTA EL FINAL, NO ES RELLENO, ES IMPORTANTE 

NARRA JOEL:

Habían pasado tres días después de nuestro último "encuentro" con Chris, y la verdad cada día sin verlo se volvía eterno, sin embargo la espera había terminado, debido a que el castaño me llamó invitándome a su casa, mencionando que tenía algo importante que decirme 

Me arreglé para la ocasión tomando una camisa roja, color favorito del ojimiel, y me la pasé viendo el reloj, contando cada minuto para ir a verlo, debido a que nos veríamos a las (8:00

En el camino pasé a una florería, y ahí compré un ramo de doce bellas rosas, las cuales le encantaran 

Una vez que llegué afuera de su casa, los nervios comenzaron a apoderarse de mi, ¿que será lo que me tenga que decir?, parecía estar nervioso, ¿será algo malo?, sin embargo, tomé aire y me armé de valor, tocando finalmente la puerta

A los pocos segundos esta se abrió, dejando ver a un Chris muy guapo, vestido elegante, su bello rostro adornado por sus lentes y un mechón de su cabellera castaña

—Llegaste temprano Joelito —exclamo riendo el mayor, para después abrir la puerta

—Lo siento, estaba ansioso por verte, necesitaba hacerlo —respondí un tanto sonrojado

Entre a la casa y deje un rápido pero romántico beso en los carnosos labios del castaño, el cual inmediatamente correspondió, haciendo presión y enredando sus brazos en mi cuello 

—Había extrañado besar tu boca —exclama el ecuatoriano 

—Pues no esperes ni un segundo mas y sigue —susurré para después pegar nuestros labios de nuevo 

Ambos habíamos extrañado al otro y ahora que estábamos juntos no desperdiciaríamos ningún segundo, comenzando a devorar nuestras bocas 

—Preparé la lasaña que tanto te gusta hermoso —susurra el mayor en mi oído, provocando que se me enchine la piel 

—Siempre sabes como hacerme sonreír bebé 

Ambos nos sentamos en la mesa y servimos la deliciosa lasaña, acompañada de vino tinto y otras pastas

Debía reconocer que Christopher era un excelente cocinero, era una de las tantas cosas que me encantaba de el 

Mientras degustábamos los alimentos no parábamos de vernos, todo era hermoso únicamente por que estábamos juntos y nada iba a separarnos, o eso pensaba, debido a que muy en el fondo aún tenía miedo de perderlo otra vez, no soportaría que sucediera de nuevo 

Una vez acabada la cena me animé a preguntarle la razón de su preocupación 

—Entonces Chris, ¿que era lo que querías decirme? —pregunté nervioso —¿Para eso me citaste verdad?

—Si, y la verdad estoy un poco nervioso, pero se que debo evitar los rodeos y ser franco, ya hemos esperado sufciente

—¿De que hablas? —pregunté confundido 

El mayor se levantó de su lugar y extendió su mano hacía mi 

—Te lo diré, pero prefiero que sea en otro lugar, vamos al jardín, pero cierra los ojos 

—Okay 

El ecuatoriano tomó un pañuelo y me vendó los ojos, para después tomar mi mano y abrir la puerta de vidrio corrediza que llevaba hacía la parte trasera

LA LLAVE DE TU CORAZÓN VIRGATO (S.T. DE CORAZONES PERDIDOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora