CAPÍTULO 32 FINAL 2/3

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NARRA CHRISTOPHER: 

El ojiverde condujo su camioneta hacia la supuesta dirección donde encontraríamos a Joel, lo único que deseaba era que el rizado estuviera bien, no sabía lo que podría pasarle al lado de ella 

Finalmente llegamos a la locación esperada, era una enorme fabrica abandonada en medio del bosque 

Esta estaba cubierta de ramas y humedad, l naturaleza había reclamado lo suyo en aquella antigua construcción 

Nos bajamos de la camioneta, la cual se estacionó atrás de un árbol, en un supuesto camuflaje 

Tanto Zabdiel, Richard, Erick y yo nos paramos frente a la gran puerta, pensábamos cual sería la mejor opción para entrar sin ser detectados 

—¿Y ahora que hacemos chicos?, ¿entramos, rescatamos a Joel y salimos? —preguntó el boricua sin saber que hacer

—No, es muy peligroso, si Paulina nos ve se sentirá acorralada y usará al mexicano como rehén para escapar, tenemos que entrar por sorpresa —mencionó el ojiverde serio 

—¿Entonces que propones?, ¿como lo salvamos? —pregunté al menor con mil dudas 

—Yo entraré, conozco mas o menos el lugar, además Paulina me conoce, no me verá como una amenaza, ustedes entren y escondanse de acuerdo al plan, yo buscaré a Joel —mencionó el Cubano 

—Buena suerte Erick —dijo Richard para continuar con el plan 

Con ayuda del ojiverde nos adentramos a aquella gran y abandonada fábrica, la cual no olía muy bien que digamos, seguimos los pasos de acuerdo al plan, mientras que el ya mencionado haría su parte 

Este tomó los escaleras y subió varios pisos hasta perderse 

NARRA NUESTRO ERICK BEBÉ:

Sabía perfectamente que esto era una misión suicida, si mi hermana se llegara a enterar de que estoy ayudando a Chris me matará, pero pienso que hago lo correcto esta vez, traicioné la confianza de Joel, mi mejor amigo, el cual no creo que me perdone tan fácilmente, pero al menos vivirá para hacerlo algún día 

Llegué hasta el cuarto piso cuando me detuve a revisar el mapa del lugar, aquella fábrica era un vil laberinto, habían muchos pasadizos y pasillos estrechos, me perdía para llegar a la salida 

Tomé el mapa, siguiendo cada paso, hasta llegar donde el mexicano, el cual estaba encerrado en un pequeño cuarto que se encontraba cerca una de las chimeneas

Mientras estaba distraído leyendo aquel papel indescifrable no me percaté de una presencia desagradable 

—Vaya vaya vaya, hasta que volviste, ¿que estas haciendo inútil? —preguntó seria la rubia, la cual estaba recargada en una pared del lugar 

—Tratando de no perderme en esta pocilga, solo a ti se te ocurrió traerlo hasta laberinto 

—Osea no te sube el agua al tinaco, por eso lo hice, esta alejado de la ciudad, laberíntico y tenebroso, nadie entraría aquí —dijo en un tono obvio 

 —Como sea, subiré con Joel, le daré un poco de agua —dije mientras tomaba las escaleras

—Aprovéchalo, no sabes cuando podría ser la última vez que lo veas —dijo la chica desde su lugar 

Yo tan solo le hice un gesto grosero y seguí subiendo hasta llegar a aquel lugar, había una reja de metal que bloqueaba el acceso al cuarto

Cuando me asomé vi al mexicano acostado en aquella cama echo bolita, estaba dormido, sollozaba de vez en cuando, como si estuviese llorando 

LA LLAVE DE TU CORAZÓN VIRGATO (S.T. DE CORAZONES PERDIDOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora