LA LLAVE DE TU CORAZÓN VIRGATO (S.T. DE CORAZONES PERDIDOS)

CAPÍTULO 21

—Joel, tenemos que llegar rápido a la fiesta, ya debieron notar que no estamos —le repliqué esta vez mas preocupado 

—Tranquilo, todavía tenemos unos minutos mas para nosotros —responde despreocupado mientras se encontraba encima de mi acercándose a mis labios

—Espera, no deberíamos hacer esto, ¿y si Erick se da cuenta?

—El no lo hará, además ¿desde cuando te preocupa que lo descubra?, hace unos minutos no parecía importarte —responde riendo 

—Si, lo se, la calentura se me subió a la cabeza, pero ahora pienso con mayor claridad, tenemos que volver —insistí intentando presionarlo, pero este de manera relajada parecía no escucharme

De nuevo el rizado se acercó y beso suavemente mis labios, aunque puse un poco de resistencia debo reconocer que en el fondo quería devorarlo, pero este no era el mejor momento para hacerlo 

 Correspondí de manera suave aquel beso, el cual se alargaba cada vez mas, parecía que ninguno de los dos quería separarse, hasta que finalmente lo hice yo 

—Lo siento Joel, pero habrá otro momento para esto

El menor solo hizo un gesto de desagrado y asintió 

Rápidamente tomamos nuestras prendas y comenzamos a vestirnos, yo si estaba preocupado de que se dieran cuenta de nuestra travesura 

Terminé de abrochar mi camina cuando el mexicano se acercó lentamente y sin que yo lo esperara me dio un gran abrazo 

Me sentí un poco confundido en ese momento, pero no me impidió corresponderlo, quería hacerlo, oler su delicioso aroma, sentir su cuerpo pegado al mio, tocar sus rizos, era lo que mas necesitaba

Ambos nos apresuramos y volvimos a la fiesta, escondidos y por separado volvimos a nuestros respectivos lugares

Apenas pude sentarme cuando de pronto sentí un fuerte agarre en mi brazo que me llevó hasta el baño 

Una vez ahí vi de quien se trataba 

—¿Que quieres Zabdiel?, ¿y por que me agarras así? —pregunté molesto 

—Ay no te hagas Christopher, te conozco bien, ahora dime ¿que fue lo que hicieron con Joel? —preguntó insistente

—Nada, no paso absolutamente nada 

—Aja, ¿enserio crees que nací ayer?, se perfectamente que se ausentaron mas de 45 minutos, y aparte te conozco desde que eramos chicos, se perfectamente cuando te vas de aventura con alguien 

—Esta bien, si, lo hicimos, estuvimos juntos de nuevo —confieso de mala gana

—Si, al fin mis Virgatos están juntos —respondió emocionado 

—¿Enserio?, ya te dije que eso de Virgato no me gusta, ¿pero lo que me preocupa es Erick? 

—Descuida amigo, ya me encargué de ello, estuve distrayendo al cubano todo el rato, hasta hace unos minutos, estoy seguro de que no sospechará, o bueno, al menos de ti no — responde aliviandome un poco

—Oh gracias Zabdi, te debo una

—No hay de que amigo, todo sea por tu felicidad 

Le agradecía al boricua por el favor que me hizo, por lo menos Erick no sospechará tanto

Después de eso nos fuimos a sentar junto con Richard y les platiqué lo sucedido, pero no les dije que fue en la casa de Zabdiel, eso no sería una buena idea