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26 de mayo del 2018

Joaquín

La alarma sonó, moviéndome, me quejé por el molesto ruido que provocaba, sin darme cuenta, aplaste mi brazo herido -.

-Mm.. Que horrible -
Bufé, vi la hora, 6: 40, perfecto para una relajante ducha.

Levantándome, fui al baño. Me coloque una bolsa alrededor del yeso, luego me quite mi ropa y me recoste en la bañera.

-Ah.. Lo necesitaba tanto -.
Cerré mis ojos, hundiéndome entre la espuma.

-Oye Joaco -.
Habló mi hermana desde el otro lado de la puerta.

-¿Mande? -.
Respondí totalmente relajado.

-¿Te falta mucho?.. Es que te vinieron a buscar -.

¿Que?

-¿A mi?, ¿Quién? -.

Me acomodé en la bañera.

-El chico que trajiste el año pasado-.

¿De que chico hablaba?

-Se más específica -.

-El que dejaste que se sentará en tu sillón -.

Mis ojos se abrieron con espanto al oírla.

-¿Emilio? -.
Pregunté, temiéndole a la respuesta.

-Ah~...Asi que así se llama el niño con chinitos -.
Por un demonio, si era Emilio, Ren volvió a hablarme, quitándome de mis pensamientos.

-¿Que le digo? -.

-Que se vaya -.
Respondí tajante.

-Pero... -.

-¿Pero que Renata? -.

Ella suspiro.
-No creo que sea posible, ya hasta se puso a hablar con mamá -.

Esperen... ¿Porque Emilio estaba en mi casa?.. No, es más, ¿porque Emilio estaba hablando con mi madre?.

-Dile que me espere, ya casi estoy listo-.
Sentí los pasos de mi hermana alejarse de la puerta.

Saliendo de la bañera, suspire al ver mi reflejo en el espejo.

-No te enojes Joaco, no te enojes, recién está empezando el día, ¿no? -.

Saliendo del baño, me dedique a vestirme lo más rápido posible. Al terminar, bajé las escaleras con cuidado.

Escuchaba como mi madre se reía con las anécdotas de Emilio, hasta que éste me vio.

Emilio

Debo admitir que hablar con la madre del mariconcito fue divertido, ella era bastante graciosa.

De pronto vi como Joaquín bajaba las escaleras con cautela. Acercándome, le dije;

-Deja que te ayude -.

Pero el me apartó con su brazo bueno.
-No necesito tú ayuda -.

¿Qué se cree el mariconcito este?, yo todo amable y el me respondía así.

-Esta bien, Esta bien -.
Lo dejé bajar solo.

-¿Que haces acá? -.
Como siempre, iba directo al grano.

-Vine a buscarte para que nos vayamos juntos a la Secu -.
Le sonreí, pero el siguió con su misma seriedad.

-Puedo irme solo, no por tener este yeso voy a depender de alguien, y menos de ti-.

-Lástima, porque igual iremos juntos-.
Le quite su mochila, colocandola en mi hombro.
-Fue un gusto conocerla, ojalá nos veamos otro día -.
Dije en forma de despedida a la madre de Joaquín.

Ella sonrió.
-Bye Má -.
Dijo Joaquín, casi inaudible, como si no quisiera que lo escucharán.

-Adiós hijo, cuídate-.
Ella beso su frente, mientras el chico se quedaba inmóvil, como si se tratará de una estatua.

Como si estuviera impactado por el actuar de su madre.

......

La caminata era silenciosa, ninguno quería hablar, Joaquín estaba en una especie de trance, mirando un punto fijo.

-Oye, ¿Estás bien? -.

El solo asintió.
-Solo que ella... Jamás hace eso -.

-¿Cómo?, ¿Nunca se despide de ti? -.

Simplemente negó..

Entonces unas nuevas ideas llegaron a mis pensamientos, cosas que me ayudarían a lograr mi objetivo.
.....

Narrador

Ambos caminaban sin decir ni una palabra, al acercarse al establecimiento, Emilio tomó de la nada la mano de Joaquín, lo que hizo que el menor se asustará.

-Vamos por un helado- .

-Pero debemos entrar a la secundaria- .

-Todavía es temprano, ¿Por favor? -.
Dijo sonriente.

Joaquín corrió su mano
-Esta bien- .
La mano del menor fue jalada por el mayor, guiandolo.

Llegando a la Heladeria que Emilio tanto amaba, como si se tratará de una cita, le corrió la silla a Joaquín, él se sentó sin decir nada al respecto.

-Voy por los helados -.

-Pero si ni te dije que sabor era el que quería -.

-No debes hacerlo, yo ya se cuál quieres -.
Movió las cejas de arriba hacía abajo.
-Fresa, ¿o me equívoco? -.

Joaco solo asintió, sorprendiéndose por la tan buena memoria que tenía.

-¿Porque está haciendo esto? -.
Se preguntó.

Emilio volvio con ambos helados, sentándose frente a Joaquín.

-Ten -.
Le paso el suyo.

-Gracias -.
Fue lo único que dijo.

Después de comer los helados en silencio, Emilio revisó su teléfono, levantándose de un golpe.

-No mames -.

-¿Que pasa? -.
El contrario le mostró la hora, a lo que Joaquín se levantó rápidamente.
-¡Vamos! -.

Ambos corrieron, sintiéndose libres. Joaquín corrió al lado del chico que que no detestaba, pero tampoco apreciaba y Emilio corrió, olvidando que todo ésto se trataba de una simple apuesta, como en aquellos días.

29 de mayo del 2017

-Ahg.. No puedo más Emilio -.
Se detuvo, dramatizando.
-Sálvate, sigue sin mi -.

Emilio al oírlo, se devolvió entre risas donde Joaquín, aguachadose.

-Sube -.

-¿Que?, no, claro que no, peso demasiado -.
Mordió su labio inferior.

-No digas tonterías, ¿Acaso no sabes que nunca hay que dejar a un soldado atrás? -.

Mientras se afirmaba con fuerza de los hombros de Emilio, él corrió con la risa entre sus labios.

-Corre como el viento tiro al blanco, ajuaaa -.
Gritó Joaquín, sintiendo el viento en su cara.

26 de mayo del 2018

Entonces todo se repitió, como si fuera una película.

-Ahg, no puedo más -.
Se detuvo, agachandose.

Entonces alguien le extendió una mano, él subio la vista, encontrándose con la sonrisa de Emilio.

-¿Acaso no sabes que nunca hay que dejar un soldado atrás? -.

Tomando su mano, una levé sonrisa se vio reflejada en el rostro del menor. Y corrieron, se sintieron libres, felices, como en los días del ayer.
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Hola, ojalá les haya gustado el nuevo capítulo 🐰

Pequeño BondoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora