11°

577 39 1
                                    

-¿Porqué huyes?... ¿acaso no entiendes que me da miedo volver a lo de antes? -.
Empujandome, noté como sus ojos estaban rojos, yo lo volví a abrazar.
-¡Deja de abrázame, Cabrón! -.
Reí suave al oírlo.

-No quiero, aunque me insultes con todo lo que tienes en tu vocabulario de Fifi -.

-¡¿Qué!? ¡Hijo de pu... -.
Acaricie su cabello.

-Perdón, pequeño Bondoni, prometo ser un mejor amigo -.
Nos separamos un poco, el tenía su mirada pérdida, acariciando nuevamente su cabello, noté una pequeña sonrisa.

-Eres un idiota -.
Me miró.

-Así me quieres -.
Él negó, yo reí.

-Ya quisieras -.
Empezó a caminar en dirección al salón, yo lo seguí, poniendo mi brazo alrededor de sus hombros.

-Se que lo haces, no necesito que me lo confirmes -.
Él me miró, riendo, haciendo que sus ojos se colocarán chinos.
-No puedes ocultar tu felicidad cuando estas conmigo, ¿no? -.
Volvió a negar, aún con su inocente risa presente.

-Creo que te han dado muchos aires de grandeza últimamente, eso debe estar afectando tu cerebro -.

Narrador

-Pss claro que no, ¿me llamas tonto?-.
El menor asintió.

-O tal vez eres un refresco, digo, por ese sonidito que acabas de hacer -.
Emilio rió.

-Tus chistes son muy malos, Joaquín Bondoni -.

Cuando ambos se encontraban enfrente de la puerta del salón, Emilio tomó la mano de Joaquín.

-¿Qué haces? -.
Preguntó el contrario, asustado.

-Escaparnos -.

Corrieron por los largos pasillos de la institución. Joaquín que iba atrás del mayor, podía ver perfectamente su cabello, la contextura de sus rizos, su gran espalda. Podía ver como su mano abarcaba la suya, sus largos dedos, hacía que el aferró fuese más fuerte.

Tal vez estaba soñando, eso se preguntaba junto con cada paso.

Al llegar al patio del establecimiento, Emilio se tiró al césped. Joaquín que aún admiraba las facciones de su acompañante, fue atraído de un tirón hacía él.

Ambos rieron, uno de ellos suspiró y sonrió.

-¿Qué pasa? -.
Se preguntó el menor al sentir la mirada del mayor.

-Nada, solo pensaba -.
Sabía perfectamente lo que estaba ocurriendo, pero le temía a eso.

-¿Y? ¿Qué más haremos?, ¿Quieres ir a los bolos? -.

Emilio botó una carcajada.
-Mira tu, al final el Fifi no me salió tan fresa -.

Joaquín lo empujó.
-Cállate y vamos -.
Levantándose, ordenó su ropa y le ofreció la mano.

Como reclusos, salieron con cautela.

-Creo que te estoy llevando al lado oscuro -.
Emilio sonrió. De pronto miró la mano de su acompañante, acercándola de apoco, sintió la necesidad de tomarla.

-Creo que deberíamos ir a otra parte -.
Dijo Joaquín, alarmando a Emilio quién corrió su mano velozmente.

-Ah si si -.
Aclaró su garganta
-¿Dónde desea ir Joven Bondoni? -.

Joaquín sonrió, poniendo una cara pensativa.
-Mm no lo se -.

-Vamos nene, iremos adonde tu quieras-.

Pequeño BondoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora