Capítulo 18.

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Lo mire y sonreí tiernamente, él se preocupaba por mi y no había nada mejor que saber eso después de pasar dos meses llorando por esto.

-Harry… llévame a otro lugar. –Pedí

-¿A dónde? –Dijo el mirándome

-No lo sé –suspire –Lejos, llévame a otro lugar –Dije mirando la ventana

El prendió el auto, no hablamos en todo el camino, poco a poco la lluvia fue parando y salía sol. Abrí la ventana y sentí la brisa en mi cara, inhale todo el aire que podía. Cuando niña soñé… con irme lejos, soñé que podía ser cualquier cosa, ser libre, sin cadenas, ni prejuicios, soñé con el mundo, con volar y olvidar, con amar y disfrutar, con reír y vivir. Cuando niña soñé que estaría hecho para mí.

-Lo estás disfrutando ¿No es así? –Pronuncio Harry

-Solo debía relajarme un poco… -dije sin quitar la cara de la ventana

-A veces… es difícil entender el mundo y eso presiona demasiado –respondió

-Es exactamente lo que siento –Sonreí

-Hagamos esto… -Calló por un momento –Siempre que uno este cansado con el mundo, nos vamos, nos vamos lejos, tan lejos como podamos, solo tú y yo, y solo será nuestro pequeño secreto.

Sonreí y cerré los ojos, sintiendo mi corazón palpitar, asentí levemente

-Me gusta… -susurre –me gusta la idea

-¿Tienes hambre? –Miro su reloj –Ya es tarde

-Negué con la cabeza -¿Me llevarías a casa? –dije suavemente

-Sonrió –Claro que lo haré

Siguió las indicaciones que le di y llegamos a mi casa, él se quedó mirándola por un segundo confundido.

-¿Pasa algo? –Pregunte tensándome

-A-am… es que tu casa… am –cerro los ojos –No es nada.

-Oh, vamos Harry no me digas que nada pasa, cuéntame –Dije mirándolo

-Solo es que… tu casa se me es familiar –Dijo confundido

-Ohh –Sonreí –De seguro has pasado por aquí… -dije como si nada

-Humm –Masculló – Tal vez tengas razón

Nos quedamos callados un segundo, hasta que sentí que era hora de bajarme del auto.

-Gracias Harry –Susurre

-No es nada, me encanta poder ayudarte –respondió con una ligera sonrisa

-Mañana nos vemos, que descanses –Sonreí y abrí la puerta del auto

-Igual, espero que te mejores, toma algo caliente y abrígate, no quiero que te enfermes –Dijo con preocupación.

-Reí –Sí papá.

-Rió -Te quiero –Murmuro –Que estés bien

-Tu igual Harry –Me despedí y salí

Cerré la puerta y entre a casa, Harry no se fue hasta que se percatara de que yo ya estuviese en casa, lo cual me hizo sentir feliz. Que día tan raro, que día tan lindo. Un frió recorrió mi espalda haciéndome estremecer, recordé que estaba toda mojada, subí a mi habitación, me puse un saco de lana, un pantalón suelto y medias, hice un poco de chocolate y mire televisión.

Después de que llegara mi mamá me acosté a dormir pero fue un intento fallido, ya que la cabeza me dolía como si me estuvieran bombardeando, mi mamá me tomo la temperatura y al parecer tenía 40°, mi mamá llamo a un doctor y dijo que simplemente tenía un resfriado, así que tenía un día de incapacidad.

Al otro día fue más aburrido que nada en la vida, estuve en la cama sin hacer nada, mi mamá me hizo sopa y después se fue a trabajar, me quede todo el día viendo televisión, dormí un poco y ya, ese fue mi gran y fantástico día. Me encontraba en mi habitación mirando el techo, cerré los ojos y solo me vinieron recuerdos, de ayer, de hace dos meses, de hace un año…

Su imagen recorría mi memoria, su sonrisa alarmaba mi mente y sus ojos bombardeaban mi corazón. Él se volvió mi pequeño sueño y mi pequeña promesa…  Sonó el timbre, lo ignore y seguí pensando, volvió a sonar el insistente timbre. ‘’puede ser el’’ sonó en mi mente, me paré rápidamente y baje por las escaleras, sin tener cuidado caí como una pelota por las escaleras, puse caso omiso y corrí a la puerta, voltee mi mirada al pequeño espejo, ¡ESTOY EN PIJAMA! –Me alarme, ya era muy tarde para ir a cambiarme así que decidí optar por la idea más sencilla.

-¿QUIÉN? –Pregunte

-Pienso que no esperas a nadie más ¿cierto? –Dijo la voz de Mila

Reconozco que me sentí aliviada, pero también decepcionada, abrí la puerta y mire a mi amiga, bien peinada, maquillada y parada como una perfecta modelo. Abrí la puerta para que siguiera.

-Has tardado en abrir –Me miro -¿Por qué tienes sangre en la ceja? –me toco delicadamente

-Uh… -reí –veras… un percance antes de abrir –sonreí

-¿Te caíste por las escaleras? –Pregunto obvio

-Reí suavemente –Jem… si

-Lo supuse, ven siéntate, tiro su bolso en la silla y fue al baño

Así era ella, se sabía todo lugar de mi casa, hasta más que yo, volvió a los minutos con un poco de algodón.

-¿Por qué faltaste? –empezó a quitar la sangre

-Me enferme… -Susurre

-¿Qué sucedió? –Pregunto

-Ayer me moje –respondí

-¿Estás loca o qué? –Dijo irónicamente, callo por un momento y empezó –Adam no ha hecho sino preguntar por ti –Creo que le atraes –rio

-La mire aterrada –No, obviamente no –negué con la cabeza –solo nos volvimos buenos amigos, en un día –reí seguida por ella

-No fue el único que pregunto por ti –Dijo con delicadeza

-¿Ah? –Dije sin saber a qué se refería

-Am… Harry también ha preguntado por ti insistentemente –Susurro

Me quede callada, trague saliva y no podía evadir que me sentía emocionada y con intranquilidad, una pequeña sonrisa salió de mis labios. Mila y yo nos quedamos calladas, pero en un buen ambiente, el sol había empezado a salir entre las nubes grises y no podía haberme sentido mejor.

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Muchas gracias por leer, lamento subirlo hasta ahora<3 

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AMNESIA. |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora