Capítulo 23.

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Estaba en la entrada de la escuela, sin saber nada, ni quien era, ni a donde iba. Era un rostro ambulante sin identidad, las lágrimas habían dejado de salir, ni siquiera sabía si estaba sintiendo algo,  segada por el coraje y por la tristeza, solo empecé a caminar donde fueran mis pies. Choque con algunas personas sin importar quién eran, seguía mi camino. Metí mis manos a los bolsillos y tenía el encendedor que me había obsequiado Zack, paré en una tienda y entré, compre una cajetilla de cigarrillos, saque uno y lo prendí. Ni el humo, ni el aire escondían mis penas y mis llantos. Olvidar era tan imposible y cada vez que lo iba a intentar las espinas se incrustaban en mí causando aún más dolor.

Pasado

-¿Por qué alguien como tú fumaría? –Dijo quitándome el cigarrillo

-Jamás he tenido una razón. Pero de seguro alguna vez la tendré –Sonreí

-Pues, lo harás cuando sea necesario. Pero jamás te dejare hacerlo de nuevo –Lo apago

Presente

Mi razón ha llegado, la razón era él mismo que alguna vez me lo quito. Mire el cigarrillo que ya le sobraban cenizas. Y entendí que yo era cenizas que iban volando por el aire, cenizas que habían sido fumadas por el amor. El momento se me agotaba, estaba llegando a la colilla, me estaban consumiendo y no había remedio.

Llegue a la casa, me senté en las escaleras, sin pensamientos, sin sentimientos. Sola, sola en el vació y no tenía alas para volar de allí porque las habían cortado y solo estaba dispuesta a caer.

No sabía que horas eran cuando mi madre entro por la puerta y me miro, su mirada se quedó clavada en mí y boto su bolso y me abrazo, . El silencio nos inundaba y mis lágrimas caían en su traje de paño, no fue hasta que

-Lo siento –Susurro dijo acariciando mi cabello

-¿Por qué? –Dije sorbiendo mocos

-Debí advertirte que a veces el amor duele, que el amor puede destrozarte, que el amor te convierte en tu peor enemigo y en la persona más vulnerable –Suspiro –Debí decirte que no debías dar todo, no debías regalar, sino prestar –Me cogió de la cara –Pero cariño, de amor nadie se muere –Mire sus ojos cristalinos –La vida no es fácil y el amor tampoco, así que vamos, ánimo. Que al final solo será una cicatriz.

De amor nadie se muere –Repetí en mi cabeza –Nadie se muere a menos de que le hayan arrebatado su corazón, de amor nadie se muere a menos que el ya no palpite, a menos que sea tan grande la herida que una cicatriz no la puede cerrar… de amor nadie se muere,  a menos que el alma es ajena al cuerpo.

Nos quedamos un poco más de tiempo allí sentadas, mi mamá hacia buena compañía. Después de comer subí a mi habitación y mire al techo. Estaba cansada de suspirar de tristeza, estaba cansada de la melodía triste que acompañaba mis pasos. Estaba cansada de recordar y no sabía cómo pararlo.

-Se abrió lentamente la puerta y vi a mi madre –Puedes faltar mañana –Sonrió –Que duermas bien, te amo –Exclamo

-Yo a ti, que descanses –Le devolví la sonrisa y ella salió de la habitación

Cerré mis ojos de un sueño a una pesadilla que no parecía tener fin. Sentí unos brazos rodearme la cintura y solo pude susurrar: ‘’No te vayas’’  sabía bien que no era real, pero no quería que se fuera, no quería que se esfumara, soy una masoquista. Odio las espinas clavadas en mí, quisiera sacarlas. Pero soy lo bastante egoísta conmigo para solo pensar en que no quiero que se vayan. Soy egoísta y rara. Quería olvidar, pero quería seguir amando su recuerdo  y eso jamás iba a parar. Mi amor era más fuerte que mis deseos.

Abrí los ojos y me encontré con su rostro, lo observe, alguna vez fue mío, mi mano se dirigió a su cara, pero empezó a desaparecer en la oscuridad, dejándome sola, sin ninguna parte de él, ni mía.  

Nunca se acabaría la tristeza, porque yo tampoco dejaba que se fuera, me abrace por si sola y me quede dormida. 

Pasado

Paso su mano por mi cadera y me acerco más a él y susurro: Deseo que esto nunca que acabe

Me voltee entre sus brazos y le di un pequeño beso.

-Nunca se acabará –Sonreí

Presente

Me he mentido, le he mentido y nos hemos mentido. Se acabó y lo peor es que no fue porque queríamos. ‘’Es mejor recordar los tiempos buenos’’ 

Baje las escaleras y llegue a la cocina, mi mamá me había dejado el desayuno, comí lentamente, pero recibí un mensaje, cogí mi teléfono y mire

-¡DEBES VENIR, ADAM LE HA PEGADO HA HARRY, VEN RÁPIDOOO! Mila xx

Mi corazón empezó a palpitar rápido, termine de comer y me puse algo de ropa y salí corriendo a la escuela.

-¡____! –Grito Mila y me abrazo –Ven –Me cogió de la mano y me saco corriendo

Estaban todos en círculo, me adentre en él y vi que Harry estaba encima de Adam golpeándolo fuertemente, me abalance a él para quitarlo de encima de Adam, lo cual al principio fue un intento fallido, su mano chocaba contra su cara, mis nervios se pusieron de punta, pero al final lo logre, Harry se quito y mire a Adam con la nariz rota, pase mi mano delicadamente por su rostro

-¿Estas bien? –Pregunte al ver su ojo

-Ahora que te veo sí –Susurro haciéndome sonreír, me pare y lo ayude

Mire a Harry quien estaba recostado en un casillero y con sangre en el labio mirándonos fulminantemente. Me sentí destrozada al no ir auxiliarlo, pero le había pegado a Adam y no iba a ir corriendo tras el después de lo de ayer.

Ayude a Adam a ir hasta enfermería, mientras la enfermera le limpiaba la sangre estábamos hablando.

-¿Qué ha pasado? –Pregunte confundida

-Él es un idiota –Refunfuño –Lo he visto besar a Hannah y le he dicho que era un imbécil, por hacerte eso –Declaro alterado –Así terminamos en el piso

-No debiste… -Dije realmente conmovida por su acto –Pero él y yo no tenemos nada y el beso ha sido un error –Dije respirando con tranquilidad –Él no es nada mío y creo que nunca lo volverá hacer. 

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Muchas, muchas gracias por leer, en serio amo que lo hagan

espero que comenten y voten

PD: Amo sus comentarios<3 

AMNESIA. |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora