II

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"Es más fácil criar niños fuertes que reparar hombres rotos"


Peter apretó sus manos, se sentía increíblemente nervioso y no podía mantener quietas sus piernas, miró hacia la puerta del director, la tía Nat mantenía una sonrisa cordial, que él sabía era completamente falsa, mientras estrechaba la mano del director.

— Muchas gracias, me encargaré de todo. —Peter mordió levemente su labio. — y tú jovencito, tienes mucho que explicar.

Ambos caminaron de forma silenciosa hasta el auto. — ¿Tienes todo? —Peter asintió ante la pregunta, dejó su mochila entre sus piernas mientras se abrochaba el cinturón. — Me gustaría que, mientras yo manejo hasta casa, me cuentes porque le pegaste a ese chico en la cabeza con una bandeja.

— Porque él fue un idiota. —

— Recibí una alerta roja de tu teléfono, muy preocupada tomé el Quinjet de los vengadores porque así podría llegar en menos de 15 minutos a Massachusetts, solo para descubrir que me llamaste porque el director de tu escuela decidió suspenderte por tres días, ¡Oh, cariño! Tendrás que esforzarte más que un: "él fue un idiota" si no quieres un verdadero castigo. —Un puchero se hizo visible en la boca del castaño.

— No quiero hablar de eso. —

— Eres igual de testarudo que tu padre. —y Natasha no estaba segura de a quien se refería exactamente. — Espero que la próxima vez que decidas jugar al Capitán América con una bandeja escolar evites golpear la cabeza de otro estudiante. ¿Ok?

— Ok, tía Nat. —

— Ahora, iremos a casa y le contaras todo a tu padre, y aspiro que no exista una razón verdadera para que actives la alarma de tu teléfono. —La mujer frenó el auto frente al semáforo en rojo, estiró su mano para acariciar de forma amable el rostro de Peter.

— Papá está en celo, no podía llamarlo a él, no quería molestarlo... —Peter finalmente confesó. Podía sentir su pecho oprimirse y el ardor en sus ojos. — Yo quiero ser un buen hijo, en serio quiero, pero yo- —Suaves dosis de feromona alfa fueron liberadas dentro del auto, Natasha deseaba brindarle seguridad y confort a su pequeño sobrino, su querido omega. — Gracias por todo tía Nat, yo le diré todo a papá y aceptaré mi castigo. —Ahora los hipidos se habían detenido y con la luz verde retomaron su viaje.



...



Steve intentó mantenerse de pie, se encontraba apoyado contra la puerta de su habitación y una manta lo cubría casi por completo. —Pete-Peter... ¿Eres tú? —Apoyó una mano sobre el mueble del pasillo en busca de estabilidad, los supresores le ayudaban con su celo, pero los efectos secundarios eran complicados de sobrellevar.

—¡Estoy en casa! —Peter subió los escalones de dos en dos hasta llegar finalmente al segundo piso, Natasha subía de forma más tranquila con la mochila del menor en una de sus manos.

Peter se abrazó a su padre, el rubio acarició el cabello castaño. — ¿Qué haces aquí tan temprano? ¿Nat que haces aquí? Estamos a 4 horas de New York, ¿Tenemos alguna emergencia?

—No, Peter fue suspendido por tres días. —Respondió Natasha tirando la mochila dentro de la habitación de Peter, que se encontraba abierta. —Como estás incapacitado vine hasta Massachusetts a sacarlo del aprieto.

Steve tosió. — ¿Qué Peter qué? —

—Perdón papá... Es que le di a Benny Harris en la cabeza con una bandeja. —La tos de Steve aumentó. — Yo solo intentaba defender a Alessa, le llegó su primer celo en clase de biología y Benny intentó aprovecharse antes de que el docente se diera cuenta ¡Yo lo vi! y estábamos disecando las ranas y yo solo agarre la bandeja y le di en la cabeza. —

—Si me hubieras contado eso en el auto te hubiera acompañado hasta la casa de ese chico y le hubiera dado un buen golpe en la nuca, maldito acosador de mierda... —

—Nat, lenguaje por favor... —Steve sostuvo el rostro de su hijo entre sus manos, sabía que Peter no tenía malas intenciones, era el niño más valiente y tonto que conocía. — Pet, existen otras maneras de ayudar, debiste, no sé...

—"Existen otras maneras" —arremedó Natasha con tono burlón. — Yo no aceptaría ese consejo de alguien que se tiró con todo y avión al mar. —

—¡Nat! —Se quejó con cansancio el rubio.

—Y Buck me dijo que te gustaba agarrarte a puños con Alfas y Betas mal portados en los callejones cuando tenías solo 16, y que seguías haciéndolo incluso con 20 años.

—¡Natasha Romanoff! Estoy intentando ser un buen padre y enseñarle control emocional a mi hijo, Dios santo... —Una suave risa escapó de Natasha, y Steve soltó un suspiro resignado. Con una sonrisa que demostraba su cansancio, y su orgullo, se arrodilló y acercó su frente a la de Peter, ¿Cómo evitas que tu hijo sea valiente y haga lo correcto? Sencillamente no se puede. — Hiciste bien, realmente lo hiciste, a veces debes golpear a los malos y la gente no lo va a comprender, pero tu debes seguir firme Pet...

Peter recordaba las palabras de la tía Peggy, era realmente vieja cuando se las dijo, y él solo tenía 10 años en ese entonces. — Aunque todos los demás te digan que algo que está mal sea correcto, e incluso si todo el mundo te dice que te muevas, tu deber es plantarte como un árbol, mirarlos a los ojos y decir...—

—¡No, muévete tú! —gritaron al unisonó padre e hijo.

—Me harán llorar. —

Steve apretó un puño mientras intentaba aguantar su risa. — Por esta vez Natasha, te soportaré esta vez, solo porque no quiero dejar viudo a Bucky, ni huérfana a la pobre Kobik que aún no ha nacido.

—Peter ve a lavar tu cara y organizar tu habitación, por favor. —el chico obedeció de forma inmediata, se apartó de su padre que aún estaba arrodillado y corrió a su habitación.

El rubio espero hasta escuchar el sonido de la puerta siendo cerrada para pedir ayuda a la pelirroja— No siento las piernas...

—¿Qué están haciendo esas jodidas pastillas contigo? —Reclamó Natasha con molestia, pasando uno de los musculosos brazos por sus hombros.

—Me ayudan Nat, si no fuera por ellas podría volverme loco durante el celo. —

—Solo debes conseguir una jodida pareja, ya olvídalo, pasaron 14 años, tu amado omega destinado no va a regresar, ni hoy, ni mañana, ni en los próximos 10 años. —La mujer casi que arrastró a Steve hasta su cama. — Ya no tiene la decencia de aparecer en las misiones, solo manda esas estúpidas armaduras a control remoto. Creí que al aparecerse 10 años después como si nada Stark tendría la madurez de no mezclar lo laboral con lo personal.

—Él está cumpliendo su labor como vengador, con eso ya es suficiente, y por favor, no lo menciones en esta casa, cuando dices su nombre lo dejas entrar a un lugar que no merece. —




¿Papá?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora