02. Bluegrad

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En la ciudad de Bluegrad

La tormenta había comenzado nuevamente, el castillo se erguía sobre una enorme colina blanca, cubierto todo por una gruesa capa de nieve blanquecina. Debajo de cada puerta colgaban carámbanos que temblaban cada que alguien pisaba sobre el tabique.

Este castillo es el lugar de residencia del gobernante de Bluegrad y su familia, así como la principal fortaleza militar, en donde hay varios guardias y calabozos para los prisioneros.

Hyoga estaba profundamente dormido sobre el frio y húmedo piso de un sombrío calabozo. Se quejaba por los golpes, sentía su cuerpo adormecido, por primera vez en mucho tiempo sentía un frio terrible. Tenía las muñecas esposadas con una larga y gruesa cadena, con su estado así de débil, le sería un poco difícil librarse.

—Ouh... —

—Ah... ¡Al fin despiertas! — Responde una voz femenina

—Qui... ¿quién eres? — Pregunta Hyoga levantando poco a poco su rostro del suelo.

—Yo soy Natassia, la hija del emperador de Bluegrad. —

Natassia es una joven de cuerpo y rostro de apariencia delicada, sus rasgos son finos como si fuera una princesa. Sus manos parecen ser muy suaves y tersas, ya que ella es la hija del gobernador de Blue Grad, por lo tanto, ella no tiene necesidad de realizar ningún trabajo. Su tez es clara, sin ninguna marca en ella, y tiene una cabellera corta de tonalidad rubio claro. Su atuendo se compone por un vestido completo de color blanco, que deja al descubierto sus hombros y brazos. También usa joyería elaborada en el cuello y en sus brazos.

—¿Cómo dices? ¿Natassia? —

—Si... ¿Por qué? — Pregunta la joven con incertidumbre en su rostro.

—No... Por nada. — Responde Hyoga desviando la mirada, mirando a su alrededor, pudo notar que dentro de aquella celda no había nada más que una bacinilla de porcelana. Sorpresa fue virar hacia el otro lado y notar una bandeja de madera en el suelo con un poco de pan y vino dulce. —Supongo que eres tu quien me ha cuidado... Gracias. —

—No, no hay cuidado... La que tiene que pedir disculpas soy yo. —Llevo su mano contra su pecho justo a la altura donde su collar terminaba, lo palpo un poco y cerró los ojos. — ¡Oh, por favor, perdona a mi hermano! —

—¿Tu hermano? ¿Quieres decir... Alexer, El guerrero de los hielos? — Hyoga parece sorprendido.

La chica baja la mirada y responde. —Si... Es mi hermano mayor. ¡Caballero de Atena, te suplico! ¡Debes impedir que le haga daño a mi padre! — En un instante, Natassia se había inclinado por completo delante de Hyoga, suplicándole por la vida de una persona a la que no conocía.

—Qu... ¿Que? — Hyoga se mostró sorprendido, no entendía muy bien que era lo que aquella doncella le trataba de decir.

—¡Mi hermano ha regresado a Bluegrad únicamente para matarlo! —

—¿Qué es lo que dices? —

—Nuestro padre Piotr, gobierna Bluegrad y detesta las luchas, por eso ha habitado siempre en estas tierras de los hielos eternos, pero mi hermano Alexer... desaprueba la forma en la que mi padre hace las cosas ¡E insiste en que deberíamos ir a habitar a lugares donde el sol brille! Por eso mi padre hace cinco años exilio a Alexer. Pero ahora una vez más ha vuelto, dirigiendo a los blue Warriors. Y seguramente asesinara a mis padres para cumplir su ambición. —

Natassia derramo un par de lágrimas sobre su rostro, y ahora con voz entrecortada volvió a repetir.

— ¡Te lo suplico! En Siberia eres el único capaz de defenderlo. ¡No quiero que asesine a mi padre! ¡No quiero que mi hermano sea un asesino que encima mate a su propio padre! Si eso... llegase a ocurrir... yo... ya no podría vivir. Por más que muera, ¡reviviría de sus cenizas! —

—Na...Natassia... —

Susurro Hyoga sin dejar de observar el fino rostro de la chica, los radiantes ojos azules que se posaban y lamentaban delante de él.

El padre de Natassia en su juventud era un hombre grande y rudo como un oso que apenas necesitaba a la gente, pero siempre se dibujaba una sonrisa en su rostro cuando el obstinado Alexer lo acribillaba a preguntas, y siempre tenía abrazos y risas para Natassia, su hija menor.

De vez en cuando Piotr también abrazaba a Alexer, pero solo durante los largos inviernos. Sin embargo, en esas ocasiones no sonreía. Se limitaba a rodearlo con los brazos y apretaba su cuerpecito contra él con todas sus fuerzas, lloraba desde lo más profundo de su pecho y derramaba grandes lágrimas por sus mejillas coloradas. Nunca lo abrazaba durante el verano. Durante el verano estaba demasiado ocupado, consiguiendo comida y animales para los habitantes de bluegard.

Conforme su vejez avanzo, y los habitantes del pueblo fueron muriendo a causa de la escasez de comida y las bajas temperaturas, Alexer creció y fue enseñado en el arte de la guerra y la política, con la única finalidad de suceder a su padre cuando este fuera muy viejo para tomar decisiones, o simplemente muriese bajo una tormenta tal y como lo había hecho su madre cuando él y su hermana eran muy pequeños. Sin embargo, Piotr tenia pensamientos muy diferentes a los de Alexer, quien creía que el desplazar a toda la gente de Bluegrad hacia el sur era la mejor opción.

The Cygnus History: Natassia del país de hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora