Capitulo 2: ¿Magia?

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    En la guarida de Mal, Carlos aún intentaba procesar lo que había ocurrido, recordaba lo mucho que él había estado trabajando en su máquina antes de que esta pudiera hacer un agujero en la cúpula, el agujero que despertó, aunque sea por un instante, al ojo de dragón. ¿Habría alguien tan listo como el que, aunque por mera curiosidad, hubiera podido diseñar un artefacto parecido?
- A ver si entendí- lo sacó de sus pensamientos Celia- ¿Ustedes creen que alguien, no sabemos quién, fue capaz de hacer un agujero o grieta en la cúpula que permitió aunque sea una mínima entrada de magia?
- En resumen- Confirmó Mal.
- ¿Y creen que sea la misma persona que hizo las explosiones o fue un trabajo de a dos?- siguió Dizzy con las preguntas.
- No lo sé, pero hay que averiguarlo- afirmó Jay cruzándose de brazos.
- ¿Y piensan ir así nada más? Si estamos hablando de alguien que pudo hacer un agujero en la cúpula y que además puede ocasionar explosiones no creo que sea una opción muy inteligente- señaló Hollie con altanería.
- ¿Y cuál es tu plan?- se cruzó de brazos Mal.
- Atacar magia con magia, si la cúpula deja entrar solo parte de la magia, tus hechizos más potentes no van a funcionar, pero combinados con algo más, quizás se hagan más potentes.
- ¿Algo como que?- preguntó Carlos curioso.
- La gema de Oceanía que las Ninfas atesoran como oro, no es tan poderosa como tu magia, pero la puede fortalecer, yo sé dónde está.
- ¿Y crees que nos la van a dar así como así?- Cuestionó Evie.
- A ustedes no... Pero a mi tal vez si.
- ¿En serio vamos a hacerle caso a una niña?- dijo Mal en voz baja a sus amigos, pero lo suficientemente alto para que Hollie escuchara.
- Mal, no me interesa ayudarte, pero no quiero que la Isla de los Perdidos se convierta en ceniza, después de todo, es mi hogar- afirmó Hollie- Y no te veo con muchas opciones para ser sincera.
   Mal lo pensó, mirando a sus amigos y después a Hollie nuevamente.
- Agh, está bien, vamos por esa gema- cedió la joven de cabello morado con molestia.
- ¡Nosotras también vamos!- exclamaron al unísono Celia y Dizzy.
Evie negó poniendo los brazos en jarra.
-De ninguna manera, es peligroso.
- Somos un grupo, o vamos todas...
- O ninguna- completó Dizzy a Celia.
Mal miró a Hollie quien se limitó a alzar los hombros.
- Bien como sea, solo... tengan cuidado.
- ¿Es en serio?- La cuestionó Evie.
- No tenemos tiempo de pelear ahora.
Las tres chicas sonrieron y todos emprendieron viaje hasta el hogar de las Ninfas.

Mientras caminaban, Dizzy escuchó algo en las sombras de la ciudad de la Isla, lo que la hizo sobresaltarse, al ver que no había nadie atrás, siguió caminado, pero no llegó muchos más lejos antes de sentir como unas pequeñas manos la empujaban haciéndola caer.
- ¡¿Pero que...?!¡Squeaky!- exclamó al ver al pequeño riendo delante de ella mientras su hermano se le acercaba por detrás de Dizzy chocándole los cinco.
- Hubieras visto tu cara de susto- rió Squirmy mientras Dizzy se limpiaba el vestido.
Al verlos, Hollie sonrió y los sorprendió por detrás junto con Celia haciéndoles cosquillas.
Los cuatro villanos miraban con una sonrisa la escena, incluso les pareció tierna.
- ¡Pequeños rufianes!- exclamó Celia mientras dejaban de reír- ¿Que hacen solos por las calles?
- Estábamos buscándolas- respondió Squirmy- Pero no las encontrábamos..
- Lo siento chicos, pero estamos algo ocupadas- Hollie hizo un gesto con la cabeza hacia Mal, quien estaba impaciente.
- ¿Que hacen ellos aquí?¿Pasó algo malo?- se preocupó de inmediato Squeaky.
Los gemelos no tenían nada de miedo a la hora de hacer bromas, pero cuando era hora de enfrentarse a algún peligro, eran dignos hijos de su padre Smee.
- No sabemos, pero sea que sea lo resolveremos- afirmó Dizzy desacomodándoles con cariño el pelo- Ahora vayan a casa antes de que su padre se preocupe.
Los pequeños asintieron y se fueron corriendo entre risas hasta su casa.
- ¿Esos eran los hijos de Smee?- preguntó Jay a Hollie.
- Si, son tiernos pero muy asustadizos- sonrió con ternura al recordar a sus amigos- De tal palo tal astilla como dicen.
Carlos y Jay se miraron con una sonrisa.

Al poco tiempo de adentrarse en el bosque, llegaron a un puente de madera que cruzaba un río bastante ancho. Como si le costara, Hollie suspiró y cruzó el puente, seguida por los demás.
     Cuando llegaron, vieron a una Ninfa ya mayor, que descansaba a la orilla del rió.

Secreto en la Isla de los Perdidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora