Capitulo 4: Influencia en el Mas Allá

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Cuando la noche cubrió la Isla, Evie convenció a Mal de ir a la guarida para descansar, sobretodo por Hollie ya que luego de todas las emociones, un pequeño descanso no venía mal.
Sin embargo, al igual que Mal, Hollie no lograba conciliar el sueño. Por lo que, cuando la joven de cabello morado salió al balcón, la encontró allí, alternando la mirada entre la oscuridad de la noche y la gema que tenía en la mano.
- ¿Como conocías a esa Ninfa?- preguntó, generando una pequeña nube de humo provocada por la baja temperatura.
- Ella fue una de las que me recibió después de que... De que me abandonaran.
Mal volteó a verla con los ojos abiertos con sorpresa, a lo que Hollie suspiró y continuó.
- Si, mi familia me dejó con las Ninfas cuando era bebé. Te digo que ellas serán muchas cosas, pero buenas niñeras no es una de ellas.
Ahora muchas cosas de Hollie comenzaban a encajar, su personalidad, como conocía  tan bien las calles, era porque se había criado sola en ellas.
De cierta forma, Mal se sintió identificada, quizás su madre no la había abandonado, pero si la había dejado a su suerte en las calles muchas veces. Hollie era muy parecida a ella cuando tenía su edad.
- Hollie, ¿Sabes quien te dejó con las Ninfas?
La joven la miró por primera vez en toda la noche.
- No, no lo sé realmente.
El silencio incómodo que se generó después fue interrumpido por Jay, quien les dijo que entrarán para no enfermarse.

Por la mañana, el grupo se propuso saber quien había sido el culpable, por lo que fueron donde había ocurrido la explosión más cercana, el callejón de Celia, para ver si había algunas pistas.
Mientras miraba las marcas verdes que habían quedado en el piso, Dizzy recordó algo de importancia.
- ¡Esperen!- exclamó y miró a Celia y Hollie- ¿Nosotros no teníamos un compañero que hacía esas explosiones en clase de química?
- Ah si, Yareth- recordó Celia.
- ¿En serio creen que un niño pudo hacer esto- rió Carlos.
- Un niño con acceso a todo el arsenal de pócimas de su madre si- señaló Hollie, callando a Carlos.
- ¿Y saben dónde está?- preguntó Evie con los brazos en jarra.
- ¿En serio vamos a ir a confrontar a un niño?- cuestionó Jay.
- Hay que descartar todas las opciones y, por ahora, es la única opción que tenemos- afirmó Mal y volteó a ver a Hollie- ¿Saben donde está o no?
- Por el bosque- recordó con dificultad Hollie- Se que está en una montaña en los árboles, pero no suelo ir para ese lado, no se exactamente donde está.
- Necesitamos algo así como un mapa- sugirió Dizzy.
Celia sonrió pícaramente mirando a sus amigas.
- Creo que conozco a la persona indicada.
Como director de El Palacio del Dragón, el Doctor Facilier tenía acceso a mucho material de la biblioteca, incluyendo mapas, Celia los había visto más de una vez, por lo que sugirió ir a la especie de circo del vudú que ella llamaba hogar.
Al ver a su padre distraído, les hizo una señal a los demás para que estuvieran callados y así poder asustarlo por detrás, lo que hizo que ambos rieran y él comenzara a hacerle cosquillas.
- Pequeña sin vergüenza- rió y luego posó su vista en los demás- ¿Que los trae por aquí?
- Necesitamos un mapa- respondió Hollie.
- ¿Un mapa?¿Y por qué piensan que se los daría?
- Porque es algo de vida o muerte- habló Celia, su padre casi había olvidado que estaba allí- La magia está volviendo a la Isla.
- Eso no suena a algo malo.
- Pero lo es, porque alguien empezó a generar explosiones por toda la Isla, muchos están en peligro.
La sonrisa del Doctor Facilier desapareció.
- Eso ya no suena tan bien, ¿Pero que tiene que ver con el mapa?
Celia explicó rápidamente lo de Yareth, lo que convenció a su padre de que fuera al pequeño escondite que tenía y sacara un mapa, el cual estaba en blanco. Mal, a la que le había tocado lidiar con ese tipo de mapas antes rodó los ojos.
- No otra vez.
- ¿Donde está el químico para ver la tinta?- preguntó Evie con impaciencia.
- Ese es el tema, tengo los ingredientes pero no la fórmula hecha.
Jay, Mal y Evie miraron a Carlos de inmediato. Quien al ver las miradas posarse sobre él suspiró.
- Esta bien está bien, lo voy a intentar.
El joven se acercó al estante con los químicos y comenzó a mezclarlos, sorprendiendo a Dizzy, Celia e incluso a Hollie.
- Voilá- exclamó orgulloso al ver la reacción química ya hecha.
- ¿Crees que eso va a revelar el mapa?
- No es la primera vez que lo hago Hollie, se que va a funcionar.
Como Carlos había previsto, a penas aplicó la fórmula en el mapa, este dejó ver toda la Isla, incluyendo el bosque y las montañas, donde Yareth se escondía.
Una vez reconocido el sitio, solo quedaba emprender camino nuevamente, sin duda la pequeña aventura se estaba volviendo más larga de lo que cualquiera de ellos esperaba.
El bosque era exactamente como Mal lo recordaba cuando lo habían cruzado para llegar al Ojo de Dragón, al ver a su derecha, no podía evitar recordar que unos pasos más adelante estaba el muelle de los duendes, y un poco más adelante, el castillo, o mejor dicho, la trampa mortal donde su madre la había mandado años atrás.
- ¡Mal!- exclamó Hollie sacándola de sus pensamientos- Encontramos el camino de piedra que da a la montaña.
Mal asintió y la siguió.
- ¿Sabias que dicen que por aquí en algún lado está el castillo de tu madre?- La joven de pelo morado se quedó helada- ¿No sabias?
- Si... Escuché rumores.
Mal prefirió dejar lo pasado en el pasado y no remover el polvo de lo que había sido su vida en la Isla de los Perdidos.

Secreto en la Isla de los Perdidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora