sí ҽl cօɾαzօ́ղ հαճlαsҽ (íí)

28 4 0
                                    

Como dije, aquí va la siguiente parte de "Si el corazón hablase", espero que os guste
****************************** *****

Hacía un rato me había despedido de Sam, dejándola en el parque con Óliver y algunos niños más. Estaba cansada y sus palabras de esa tarde me habían dejado un poco confundida.
Me había estado contando cómo encontró a Óliver en el suelo, junto a unos contenedores cercanos al orfanato. Había intentado adoptarlo, pero como los trámites eran
demasiado complicados, habían aceptado llevarlo al orfanato donde hacía las prácticas.
Mientras hablaba, Sam se había dejado caer sobre mi regazo. Un ojo controlando a los niños que jugaban, el otro puesto en mí y en mis reacciones. Al cabo de un tiempo, su gesto y el juego de caricias que comenzó a hacer con mis manos empezó a ponerme nerviosa.
Me despedí de ella con una pequeña mentira y ahora me sentía culpable de haberla engañado.
Un estruendo me sacó de mis pensamientos.
Alguien estaba aporreando la puerta
de mi habitación con insistencia.
Un poco sorprendida me levanté de la cama.
Tenía miedo de abrirla porque, sin necesidad de que hubiera empezado a gritar, ya sabía que se trataba
de Toni, y en ese momento no estaba preparada para enfrentarme a él. a ¡Abre la puerta,
Olivia!- empezó a gritar mientras continuaba dando golpes.- ¡Sé qué estás ahí! ¡Te oigo
respirar! Sin hacer caso de sus gritos, me dejé caer sentándome contra la puerta, de manera
que podía notar en mi espalda cómo esta temblaba con cada golpe de Toni. ¿Cómo había
sido capaz de estar con un tío tan despreciable? ¿Cómo podía haberme confundido tanto? a
¡Olivia, han pasado más de cinco meses, creo que va siendo hora de que hablemos!- volvió a insistir sin dejar por ello de dar golpes cada vez más fuertes en la puerta.- ¡Olivia! Empecé a temer que pudiera echarla abajo, al igual que me extrañaba que todavía no hubiera venido nadie a decirle que dejara de montar escándalo. a ¡Vamos, Olivia! ¡No me voy a ir hasta que abras la puta puerta! a ¿Qué me quieres decir, Toni?- contesté a la defensiva sintiendo una presión conocida en el pecho.- ¿Me vas a explicar por qué desapareciste? ¿Por qué no contestaste a mis llamadas? Toni dio un puñetazo en la puerta y todo mi cuerpo tembló.
Al cerrar los ojos era capaz de recordar su sonrisa mientras me sujetaba con fuerza la mano y
cuando les abría podía imaginar la cara que tendría en ese momento.
El cabello revuelto, barba de varios días y el ceño fruncido con las mejillas rojas de la rabia y el esfuerzo. a
¡Olivia, me estoy empezando a aburrir de tu comportamiento! ¿Quieres abrirme para que
podamos hablar? a ¡No! ¡Déjame en paz!- respondí con lágrimas en los ojos y respirando con dificultad.- ¡Ya es demasiado tarde para solucionar nada! Los recuerdos de todo lo que
habíamos vivido empezaron a danzar por mi mente y ahora, desde la distancia y sin sentimientos de por medio, comprendí que no habíamos tenido lo que se diría una relación
demasiado sana.
Lo que sigo sin entender es por qué no lo había pensado cualquiera de los tres días anteriores, cualquiera de las otras veces que había venido a golpear mi puerta para
"hablar conmigo", o por qué no lo había pensado en ese momento, cuando abrí los ojos y ninguno de los dos estaba allí.
Entonces pararon los golpes y una sensación conocida me recorrió el cuerpo. a
¿Qué estás haciendo? ¿Por qué voceas delante de la puerta de Olivia? La voz de Sam consiguió relajarme y darme fuerzas para incorporarme y abrir la puerta.
Ahí estaban los dos, Toni tal cual me lo había imaginado, Sam con los brazos en jarra y la melena plateada tan alborotada como de costumbre. Al verlos juntos, una idea poco descabellada inundó mi mente. ¿Mi repentina lucidez sobre la relación que había mantenido con Toni podía ser por
ella? ¿Podía deberse a lo que había sentido esa tarde con Sam? a ¿Qué sucede, Olivia?-
preguntó la chica viniendo a mi lado y rodeando mi cintura con su brazo.- ¿Por qué lloras?
¿Quién es este tío? El roce de su brazo era reconfortante y me dio la valentía necesaria para
mirar a Toni a los ojos. a ¡Lárgate de aquí! ¡No quiero escucharte! ¡No quiero volver contigo!
¡Y no quiero tener nada que ver con personas como tú! Agarré a Sam de la mano y tiré de ella para que entrara en la habitación antes de que cerrara con un portazo. a ¡No vas a poder
escapar de lo que pasó!- volvió a gritar Toni.- ¡Y sabes que por mucho que te encierres y trates de esconderlo, nada va a devolverte a tu hijo! Caí de rodillas con los ojos inundados en lágrimas. Sam se quedó mirando a la puerta como si acabara de encontrar la clave para
resolver un asesinato.
Unos segundos después estaba en el suelo a mi lado, abrazándome y
consolándome entre sus brazos. a No te vayas, por favor.- susurré sin ser muy consciente de lo que decía.- No me dejes sola. Lo último que noté fue un beso en la frente y después, me
dejé envolver por los brazos de morfeo.
Un suave roce me despertó a la mañana siguiente.
Me desperecé chocando contra
algo, o mejor dicho, contra alguien, que sonrió y acarició mi rostro con ternura. a Buenos días.- susurró Sam en mi oído.- ¿Has dormido bien? Acostumbrada, incluso después de
meses, a dormir con Toni, me acurruqué contra su cuerpo, poco consciente de que no se trataba de mi ex. Sam sonrió, acomodándose para poder abrazarme. a ¿Siempre te
despiertas tan cariñosa?- bromeó besando mi cabello.- Porque puedo acostumbrarme a esto.
De pronto fui consciente de lo que estaba haciendo y de quién estaba a mi lado en la cama.
a Lo siento. No sabía que eras tú.- dije avergonzada al mismo tiempo que me incorporaba y separaba de Sam- Pero, espera un momento. ¿Qué ha pasado? ¿Cómo he llegado hasta
aquí? ¿Por qué estás en mi cuarto? a Te quedaste dormida después de discutir con un chico.- me explicó Sam estirándose y volviendo a tumbarse en la cama.- Había venido a
verte cuando me lo encontré y me pediste que me quedara contigo, el resto lo puedes imaginar, no íbamos a dormir en el suelo. Eso sí, me debes una explicación.- dijo poniéndose
seria.- ¿Quién era y qué quería ese psicópata que gritaba delante de tu puerta? a Era Toni, mi ex.- contesté suspirando y tumbándome también en la cama.- Lleva varios días viniendo a gritarme que necesitamos hablar, que no puedo pasar de él, etcétera, etcétera, pero es una
larga historia que no estoy preparada para contar en voz alta. Sam se quedó callada durante mucho tiempo.
Por mi parte, empezaba a sentirme culpable de no contarla lo que me había pasado. En las últimas semanas se había convertido en mi mayor confidente y, aunque mi corazón estaba deseando hablar con ella y explicarla a qué se debían mis ataques de ansiedad, mi cerebro no estaba del todo de acuerdo. a Lo he estado pensando.- dijo Sam de
pronto girándose para quedar frente a mí.- Si tu ex ha estado haciendo eso por días deberías denunciarlo. Lo que yo vi ayer no era exactamente una conversación cordial.
No es tan fácil, Sam.- contesté acercándome inconscientemente a ella.- Hemos estado mucho tiempo
juntos, tenemos una historia un poco complicada sin resolver y además sabe dónde vivo, tú misma has visto que su carácter no es muy tratable que digamos. a Por eso mismo, Olivia.
No puedes dejar que te trate así.- Sam me miró pensativa.- De hecho, podrías venirte a vivir conmigo, tengo un piso bastante grande para mí sola.- la miré extrañada, era imposible que
pudiera pagar sola un piso con lo poco que ganaba trabajando en el orfanato.- Antes de que preguntes, era un piso de mis padres.- respondió como si fuera capaz de leerme la mente.-
Digamos que es una de las ventajas de ser hija de padres ricos. Esa, y que te den una paga mensual para que hagas lo que quieras y no les molestes mientras viven su vida en la otra
punta del mundo.
Podía notar el tono irónico y de desaprobación en su voz. Sin duda, lo que me acababa de confesar me hacía sentir doblemente culpable. a Vaya, lo siento mucho.- contesté incómoda.
- Yo no sabía, bueno, no sabía que tus padres... a No te preocupes.- dijo ella abrazándome.-
Llevo viviendo así desde que tenía dieciocho años y se está mejor de lo que piensas. Y en cuanto a mi propuesta... ¿Te vienes a vivir conmigo. a Me encantaría.- dije sin pensarlo y acurrucando una vez más entre sus brazos. a Entonces creo que es hora de llamar a la policía.

************************************Intentaré subir la siguiente parte en unas horas unas 6 h a mucho.
Sigan conectados y gracias a todos los q siguen esta historia

[HISTORIAS CORTASS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora