NUNCA ESTÁS SOLO

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Nada: Me marchaba ahora sin haber conocido nada de lo que confusamente esperaba: la vida en su plenitud, la alegría, el interés profundo, el amor. El amor de unos padres, el interés por perseguir un sueño, la alegría de una familia, el sentido de la vida.

Ya había aceptado que nunca más volvería a ver a mi padre. Lo que no podía ni era capaz de asimilar era que mi madre ya no estaba. Ya no podría sentir el calor de su abrazo, ni su risa melodiosa resonando en mi cabeza cada vez que me ganaba al uno, ni sus gritos cada vez que manchaba todo de tierra por trasplantar las planas cuando no era necesario.

"¿Por qué te has tenido que ir? ¿Por qué me has dejado? Ahora, jamás seré capaz de cumplir mi promesa de llevar a mi familia a la playa..." mientras pensaba no me fijé que el semáforo se acababa de poner en rojo y un coche gris pasaba para acabar chocándose con migo. "Al final, puede que te vea antes de lo que esperaba".

Me desperté en el hospital con la cabeza palpitando y el brazo adolorido. Abrí los ojos para ver el origen del dolor del brazo para encontrarme con dos vías. La primera acababa en una bolsa de suero, en cuanto a la segunda fue un poco más complicada. En cuanto me intenté incorporar la cabeza casi me mata, e instintivamente lleve la mano a ella solo para encontrarme con algo que la cubría.

-Parece que ya se ha despertado. Deberías de evitar hacer movimientos bruscos con la cabeza, has sufrido un golpe severo. Dentro de unos minutos vuelvo, os dejo estar a solas.-y la voz desapareció. Supongo que sería una enfermera o medica por la voz.

"Espera,¿ hay alguien más en la habitación?", y con cuidado, giro la cabeza para ver a una persona sentada en la silla. "¿Por qué debería de hablar con él si es un paciente?". En ese momento me doy cuenta de que lleva una aguja pinchada en el brazo, y el tubo que sale de el acaba en mi brazo.

-Hola Naki- me dice el señor que me está dando sangre-¿Sabes quién soy?

-No-respondo sin importar como suene la respuesta.- ¿Debería?

Su semblante se oscurece, se rasca la oreja derecha y arruga la frente como si estuviese pensando que y como decir algo. De repente una imagen cruza por mi cabeza, es muy borrosa pues pertenece a una época en la que invertí años tratando de olvidar, y lo había conseguido, bueno casi todo.

-¡Naki!, mira, ven a ver esto

-¡Voy!- grito mientras bajo las escaleras corriendo de dos en dos.- ¿Qué tengo que ver?

-Mira, mira-. Me agarra de la mano y me arrastra hasta el jardín. Se coloca delante de mí y se rasca la oreja. –Hay dos noticias, una buena y una mala. La mala es que tu planta no ha florecido; la buena es que la mía sí lo ha hecho. ¡Ja!, he ganado.

-Naki, ¿estás ahí?- me dice el hombre que tengo delante.

-Sí, perd...-no llegue a terminar la palabra cuando me di cuenta quien era el que tenía delante de mis narices.

-Al parecer soy tu padre- soltó a sí sin más mientras soltaba una risilla nerviosa.

Mi cerebro tardó en procesar la información, la persona que tenía delante decía que al parecer era mi padre. No me lo quería creer, pero el rascarse la oreja de esa manera es algo que nunca he visto que lo hiciese otra persona más que mi padre. A partir de ese momento algo en mí explotó, y tomo control.



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Como llevaba muchooo sin subir y veo que la gente sigue leyendo pues dejo un adelanto de lo que  publicaré en unas semanas, cuando tenga mas forma.

Serán como unas 3 partes mas o menos


FELIZ TEMPORADA DE EXÁMENES!!!!

[HISTORIAS CORTASS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora