LA CHICA QUE NO LO QUIERE 🌺 (Jotaro x Reader)

N o c h e 🌌

No me podía quedar de brazos cruzados, ya le había pedido a él que viniera a mi departamento después de presionarle.

Esperaba pacientemente, aunque ansiosa de que se diera cuenta de inmediato que no había razón de llamarlo. Su temperamento era bastante obvio para mí y no quería hacerlo enojar.

Ese sonido del timbre me sacó de mis pensamientos. Abrí con cuidado la puerta.

- Jotaro, que bueno que-

- Necesitabas mi ayuda ¿no? - Miraba alrededor, sin mirar a mis ojos. Mi incomodidad se hacía obvia. Justo recordé una tarea que aún no hacía.

- S-si... Bueno, tengo tarea y realmente no entiendo. Ya sabes...- Le dejé espacio para que entre, y en un paso entró.

En silencio nos dirigimos a una mesa donde estaban mis libretas, aunque era verdad que tenía tarea, mi intención era otra. Me senté justo al lado de él, bastante cerca.

Al estar ambos sentados, el me estaba explicando y a la misma vez yo escribía lo que escuchaba. No le prestaba atención a lo que decía, pensaba en lo que haría para deshacer el efecto de ese stand sin tener uno. Lo había visto en muchas películas de amor, el amor verdadero. Pero ¿Soy yo el amor verdadero de Jotaro? Parece un juego de niños.

El olor a menta de su boca era muy familiar, el sabor de sus labios seguía impregnado en mí.

- J- Jotaro - Lo interrumpí, y el me miró fijamente - ¿Quieres algo de comer?

- No realmente. Pero gracias, _____  - Estaba menos agresivo que en un principio.

- Vamos, no seas testarudo. - Esas palabras... Él las había dicho en algún momento de nuestra relación, lo podía sentir por su reacción.

- Está bien. Pero, si no te molesta me gustaría tomar algo yo mismo. -

- Si, no hay problema.

Abrió el refrigerador, me puse a un lado de él, donde justo atrás mío había una pared.

Al girarse, nos encontramos, quedamos juntos por el escaso espacio entre la pared y el refrigerador. Lo abracé y lo miraba con la cara completamente roja.

- Te extraño. - Dije con la voz quebrada.

Me acerqué a sus labios sintiendo su aliento en los míos, pero cuando estaba a punto de besarle, puso sus manos rápidamente en mis muñecas apoyándolos en la pared con fuerza. Mi cara seguía roja, tal vez más que antes.

- ¿Qué intentas? Yare Yare Daze - Evitaba por completo su mirada mientras seguía pegada a la pared. - Entiéndelo, eso... Ya pasó. - Una pequeña lágrima se me escapó.

- Aunque sea, una última vez. Por favor. - No podía perder oportunidad para cada suposición.

Sin soltar mis muñecas, con seriedad puso sus labios sobre los míos. La fría sensación de un último beso fue lo que me atormentó.

Finalmente me soltó. Puso dos dedos sobre sus labios, sin mirarme. No parecía haber cambiado.

----- 🍀

La tarde de colores oscuros adornaba mi ventana por donde entraba un aire tibio y sonidos de la ciudad en las afueras de mi edificio.

Como si nada, continuamos en nuestra labor. Yo estaba desanimada. Algo avergonzada por lo que pasó.

No dejaba de mirarlo con tristeza. Hablaba más no prestaba atención y el parecía darse cuenta está vez. De alguna forma lo notaba tenso; su forma de hablar era más cortante y sus ojos azules nunca me miraron durante ese tiempo.

Me sorprendí de que a ese punto no se haya ido por la situación pero mantenía silencio al respecto.

Apreté mis puños por debajo de la mesa, lamentando el hecho de haberlo besado, todo se hacía más vergonzoso.

...

Estuvimos ocupados todo el día, conversaciones vacías. Ya tenía mucho sueño.

Antes de que me diera cuenta, me estaba quedando dormida. Me quedé dormida sobre mi cuaderno, estaba tan cansada de todo eso, de estar enamorada de alguien que tal vez ya nunca me correspondería.

Un fuerte sonido me despertó de repente.

La luz de la cocina era algo molesta, así que me tenía que adaptar a ella.

Noté que estaba en el sillón, con una delgada sábana. Tenía la vista pegada a la luna en la ventana, ya se había hecho tarde.

Busqué la causa de ese sonido al recordarlo. Miré a la cocina percatándome de Jotaro quien recogía algo en el suelo.

- ____. Hice caer un vaso al suelo, espero no haya problema. - Aunque sólo tenía ahora 2 vasos, no me importaba.

- N-no importa. Creí que ya te habías ido- Él no despegaba su mirada del suelo, mientras recogía los restos del vaso para después tirarlos. - Y Gracias por cargarme aquí.

- No es nada...

Me acomodé en el sillón. Recogí mi piernas y me senté sobre ellas, veía la ventana llena de estrellas junto con la luna.

No pensaba en mucho, sólo estaba observando atentamente.

Escuché los pasos de Jotaro dirigiéndose a mí. No me moví del lugar, sentía escalofríos recorrer mi espalda por el viento que entraba de la ventana.

Unos cálidos brazos me rodearon por los hombros. Me sentía sonrojada, no me quería mover en absoluto, era tan cómodo que sentía que si me movía, desaparecería. De alguna manera me sentía llena de melancolía y amor, sin embargo, esos sentimientos no eran los míos.

Ese abrazo se deshacía. Poco a poco esos grandes brazos se alejaban. Y lo odié.

Puse mi cara hacia atrás buscando a Jotaro, tan cerca de mi. Sólo quería besarlo y olvidar que todo eso había pasado. Su silueta a penas se notaba, sus ojos azules se pronunciaban en la oscuridad gracias a la luz de la cocina atrás de ambos.

Estaba agachado, con su cara enfrente de la mía, esperando algo.

La escena tan tranquila, imperceptibles luces de automóviles, el ruido de la ciudad, la luna en la ventana junto a todas las estrellas y... Jotaro. Con seriedad. Ahí, mirándonos cómo si nada, como si no hubiera ningún problema. Viento que mueve la cortina semitransparente.

No me sentí yo misma, estaba en paz. Gracias a la tranquilizante mirada del pelinegro.

Cómo por instinto, Jotaro se acercó a mí, más de lo que ya estaba; había estado fumando. No reaccioné a nada, ese beso alejó mis problemas, ya no estaba presente ese sentimiento de que nunca más lo besaría.

Poco después nos alejamos, abrí los ojos, y aún lo vi ahí pegado a mí. Aunque no hubiera querido, estaba deseando más.

----

~-~