👶capitulo 14👶

6.1K 454 74
                                    

En la sala se encontraba el rubio sentado en el sillón, con una cara de pocos amigos.

—¡Marinette date prisa!, llevas media hora— hablo frustrado Adrien.

—Ya voy —dijo la azabache, bajando las escaleras con el pequeño Jimin en sus brazos —Ya estamos listos —sonríe Marinette.

—No sé, por qué te demoras tanto en vestirte, solo vamos a ir a comer.

— Eres un exagerado, además debo estar bien presentable, qué tal si me encuentro algún conocido en la calle
— dijo la azabache con una sonrisa en sus labios, mientras el rubio parecía darle un tick nervioso el ojo derecho, eso último que dijo su esposa no le agrado para nada.

—Solo vámonos — hablo enojado el Rubio.

La oji-azul ríe por el comportamiento de su pareja, en verdad que era un idiota.

—Eres un tonto Adrien — dijo la azabache, mientras mirada  directamente a su pareja.

—¿Y ahora me insultas?— habla con indignación.

— Es que en verdad lo eres — suspira —Si me tardó es por qué me quiero ver bonita—hace una pausa— Para ti y tu no lo notas —susurra la Oji‐azul, sin embargo el Rubio la escucha perfectamente, sintiendo su corazón derretirse de ternura por las palabras de su amada, sin esperar el tiempo, abrazar a la azabache, quien esconde su cabeza en el cuello de su compañero, aspirando el perfume varonil que tanto le gusta.

—Mi amor, tú ya eres hermosa, eres simplemente perfecta cariño — dijo, dejando muchos besitos en la coronilla de la Oji-azul — Te amo— musita, provocando un sonrojo en la azabache,  saliendo de su pequeño escondite, encontrándose de inmediato los ojos verdes que tanto amaba de su pareja, cortando cada vez más la distancia entre sus labios, solo se alcanzó a un diminutivo roce de labios, ya que un pequeño de ojos azules puso, su pequeña manita entre los labios de la azabache.

—¡Papi! —habló con un puchero el pequeño — ¡No te comas a mi mami!.

La azabache con un sonrojo en sus mejillas se esconde nuevamente en el cuello del oji-verde, mientras el Rubio estalla a carcajadas.

—Mejor ya vámonos, se nos hace tarde —menciona, después de calmar su risa.

—Mi mami me puso guapo papi—habla alegría el pequeño.

—Tú ya eres guapo gracias a mi — hablo con orgullo el oji-verde —Pero no tanto como yo mocoso — dijo egocéntrico, haciendo que la azabache lo mirará mal.





Hiro Agreste.

Bebé Donde viven las historias. Descúbrelo ahora