XXIII

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El fin de semana paso mas rápido de lo que pensé, pero si le veo el lado positivo por fin hoy era lunes. Lo que significaba que ya se daba por terminadas las vacaciones de invierno. Entre Rose y yo, fui la primera en levantarme.

Me duche lo más rápido posible, al terminar mi baño me dirigí a mi closet a escoger lo primero que encontrará. Escogí ponerme unos jeans negros junto con una camisa de cuadros negra con gris y obviamente sin falta mis tenis.

Ya lista me dispuse a ir a levantar a mi amiga (la cual estaba dormida en la cama improvisada de Jong Ho).

- Rose, es hora de levantarse. - le dije suavemente mientras la movía por su hombro. - Cinco minutos más. - me dio ternura como se envolvió más entre las sabanas.

- Rose, ya es hora. Si no te levantas llagaremos tarde a la escuela. - pique una de sus mejillas para ver si por lo menos así se despertase, soltó un pequeño quejido después de todo.

Se levanto de a poco de la cama, observe como se restregaba los ojos. Aun no puedo creer que ella tuviera el mismo secreto que yo.

- ¿Soy o me parezco?. - me dijo soltando un pequeña risa, parece que fui muy obvia con mi mirada. - Perdón por incomodarte. El baño todavía tiene agua caliente para que tomes un baño y puedes tomar la ropa que quieras de mi closet. - ella solo asintió.

Me di la vuelta yendo a mi escritorio, quería verificar si Unicorn me había mandado algún correo. Pero no, no había nada la bandeja de correos seguía exactamente igual como hace una semana.

<<Era mas que obvio que pasaría esto.>>

Sentí mis ojos como se comenzaban a humedecer, me quite las lágrimas con las mangas de mi camisa. Esto de estar enamorada enserio que es horrible.

-  Tranquila solo bromeaba, no es para que llores. Gracias, oye no es por ser entrometida, pero parece que no le caí bien a tu padre. -  voltee a ver a Rose extrañada por su comentario.

- Yo no estoy llorando por ti, es por algo más. Es normal en el, después de todo su única hija ya no le dará un "Yerno". - solté una risa ahogada.

- Ahora Park, apurate que se nos hará tarde. No quiero llegar corriendo a mi clase de ingles con la maestra Krystal. - cambie de tema tratando de quitar el ambiente tan incomodo.

- Me voy apurar, solo por que no quiero que te asesiné, la hermana de la subdirectora. - por primera vez en estos días pude reírme a carcajadas desde que se revelo mi secreto. - ¡Ahora regreso querida amiga!. - me lanzo una de mis almohadas antes de irse corriendo a mi baño. A decir verdad, me esta agradando bastante la compañía de la rubia.

- Estaré afuera, por si necesitas algo. - le dije mientras me levantaba de mi escritorio.

- ¡De acuerdo!. -

Decidí que lo mejor era salir de mi habitación para darle un poco de privacidad a mi amiga. En cuanto salí de esta me tope con mi papá e hicimos contacto visual, sus ojos ya no tenían el mismo brillo como cuando me veía, ahora solo estaban opacos.

- Buenos días, hija. - me dolió el tono tan serio con el que me hablo, pareciera que estaba enojado. - No quiero que llegues tarde, recuerda que es lunes de películas. -

- Buenos días, padre. Ten por seguro que llegare temprano, jamás me lo perdería.  - le devolví el saludo de la misma forma en la que el lo hizo. El fue el primero que rompió el contacto, observe que mantenía su semblante serio mientras bajaba las escaleras.

Hice mi cabeza hacia atrás soltando un gran suspiró, volví a sentir el maldito nudo en mi garganta como en navidad. No me di cuenta de mis lágrima estaban cayendo por mis mejillas, se que debía ser fuerte, pero me afectaba el hecho que mi padre literalmente ahora me ignore.

Con Amor ChaeyoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora