Capítulo 7 .:Sintiendo el agudo dolor de la pasión:.

1.4K 58 18
                                    

Cuando la escuché gritar (aunque fuera con ese placer) supe lo que había pasado, o más bien lo que me había pasado... ¡Me había corrido sobre sus piernas! El palpitar de mi corazón ya era bastante intenso pero ahora la razón de sus golpeteos había cambiado así como todas las sensaciones en mí. Yo solo me había levantado un poco para verle la cara y al hacerlo me excité tanto que me libere, pero literalmente, porque mi semen había caído en ella. Me di cuenta de que me había puesto rojo de la vergüenza porque sentí como la sangre subía a mi cabeza.

—Gwen... —balbuceé arrepintiéndome de haber hablado, sentí tanta vergüenza que sin pensarlo ni darme cuenta empecé a moverme para bajarme de la cama, puse un pie en el piso pero ella me detuvo sujetándome del brazo. Apreté los ojos y los labios con la cara dando hacia el suelo. Como deseaba que las velas estuvieran apagadas y que la oscuridad escondiera mi cara de vergüenza cuando Gwen tomó mi mejilla y me hizo verla.

—Peter no te vayas... —me pidió casi en forma de súplica, quise disculparme pero de nuevo perdí la capacidad de hablar, me concentré en sus ojos y en lo que me había pedido, lo pensé por un momento, sin saber qué hacer, sin saber qué era lo correcto pero la respuesta la tenía en frente de mí, en su mirada, me decidí y volví a subir el pie volviendo a la cama con ella, Gwen me sujetó el rostro y antes de que ella pudiera decir algo yo logré hablar.

—Gwen lo siento. —me disculpé aun sintiéndome muy avergonzado, pero ella solo sonrió de lado, con ternura.

—Peter yo lo gocé, de verdad que lo gocé. —me hizo saber de tal modo que de verdad sus palabras me convencieron. Eso volvió a quitarme un gran peso de encima.

—Gwen... yo... — ¿Yo qué? No sabía qué decirle exactamente, solo seguía sintiendo que debía disculparme o al menos decirle algo más que solo eso pero no encontraba qué.

—Peter Parker... —resbaló sus manos de mi cara hasta mi pecho y ahí se quedaron, provocándome un ligero suspiro, (casi llegando a gemido) que hizo que mis ojos temblaran ligeramente, haciéndome olvidar por ese microsegundo la pena que tenía. —Por favor... no tengas vergüenza. —Me decía poniéndose sentimental, viéndome directamente a los ojos, yo pude escuchar que su voz también temblaba, haciendo de un momento sumamente vergonzoso para mí uno muy íntimo y hasta romántico. —A mí me encantó, de verdad —dijo sonriéndome, y ahora era yo el que podía ver que ella se sonrojaba con algo de pena, pero a pesar de eso mantenía la mirada en mis ojos.

—Gwen... — la sujeté de la barbilla y las palabras salieron de mi sin esfuerzo, éstas ya estaban listas para salir en cualquier momento, y este era el preciso. —Yo solo quiero hacerte sentir bien, hacerte feliz. —confirmé dedicándole una sonrisa suave y entonces logré obtener de ella un alegre gesto con el que me encantó.

—Peter no te detengas... no lo hagas. —Dijo con emoción, hundió un poco más los dedos sobre mi pecho, dejándome una sensación vibrante en todo mi cuerpo. —Quiero esto. —Me dijo de una manera que parecía ser más una confesión, pero que no pararía ahí, porque ella siguió hablando —Me gustó mucho sentir tu esencia... —admitió bajando la mirada, como si se hubiera apenado de decir aquello. Cuando dijo eso sonreí, sintiendo algo de pena mezclada con un orgullo, una combinación bastante rara, pero así era. Todo iba bien, al compás de lo que sentíamos y queríamos.

—Mi amor... —comencé pero no terminé, porque a los segundos vi como ella se mordía los labios por estar viendo los míos, aquello me excitó haciéndome necesitar más aire. Era tan fácil que ella hiciera eso en mí, y es que si de por si ver a Gwen mordiéndose los labios ya era bastante bueno... saber que lo hacía por estar viendo mis propios labios no tenía comparación. De nuevo las palabras se perdieron en mí boca, pero surgieron en ella, definitivamente éramos un par perfecto de dos opuestos que encajaban de maravilla.

La noche de Peter y GwenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora