Microrrelato (4)

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UNA NOCHE.

-Te lo diré una vez más, espero que tu cabecita lo entienda, mi respuesta es no.

-Espera, solo quiero que salgas conmigo, ¿tienes novio?

-Eso no te interesa, idiota

-Solo será una noche, déjate querer unas horas

-¿Cómo puedes pedirme eso?

-Sencillo, cuando quiero algo lo consigo sin importar nada más.

Con una pequeña sonrisa charles observa a una linda señorita vestida muy elegantemente, sin duda una belleza así que solo se le acercó estando frente a su oído susurro:

-Déjate llevar, te privare de la luz mientras estemos en mi habitación, quiero tenerte completa, tocaras el cielo y el infierno al mismo tiempo, quiero desnudarte el alma, hacer que pierdas la calma, que en tus nalgas quede marcada la silueta de mi palma.

Sorprendida y cautivada acepta la cálida invitación del hombre junto a ella, sin embargo, una duda llega a su mente y decide quitársela de la cabeza.

-¿Al final me dejaras sola por la mañana?

-Jamás lo haría, después de todo me encanta la idea de tenerte entre mis brazos por la mañana.

Con una sonrisa por la buena respuesta piensa que tal vez no fue tan mala la idea de haber escapado de su casa donde su patético esposo la este esperando con mentiras y engaños guardados debajo de la cama. 

Sin más que discutir deciden irse con el fin de empezar algo bueno en sus vidas, sabiendo que aun a pesar de tener ya una vida hecha no desechan formar algo nuevo libre de ataduras y prejuicios, lejos de escrúpulos baratos e insensibles que solo dañan sin importar nada más que la satisfacción personal.

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