Las llamas eran azules, el tamaño era más grande de lo normal. Hades suspiraba mientras veía el rostro de Perséfone. Ella estaba acariciando su virilidad con suavidad, los ojos de ella le coqueteaban involuntariamente. Cuando menos se lo esperó los labios carnosos de ella recorrieron aquella parte de su cuerpo que era sensible. Su lengua acariciaron la base dejando que aquel dios se sintiera débil ante las caricias de ella. Él gimió ronco, con suavidad y su mano agarró parte de su cabello para tocarlo.
Perséfone se llevo el miembro a la boca con lentitud, jugueteando. Disfrutaba ver la cara de placer de su marido, como su abdomen se encogía y se hinchaba debido a la respiración rápida. Él se llevó una mano a su cabello e involuntariamente movió su pelvis. Sus pupilas se dilataban y dejaban a la joven encantada.
-C... Creo que es suficiente, cariño. -jadeó mientras se mordía el labio inferior. -Ven, siéntate encima mío. -Ella besó la cabeza con cariño y obedeció. -Por esta vez quiero que me des la espalda... -Él besó sus labios despidiéndose con una pequeña mordida en el labio inferior.
Hades tomó sus manos y las puso en su espalda baja para luego amarrarlas con una soga. No tan fuerte para evitar el daño, pero lo sufuciente para que no se moviera. Perséfone tenía el rostro enrojecido y su espalda se arqueó al sentir los labios fríos de su marido en su piel, recorriendo cada centímetro con suavidad. Los dedos congelados de él le traían una sensación placentera y más cuando lo sintió en sus carnes.
Supo cuando estaba lista, se adentró en ella y con sus fornidas manos en las caderas anchas comenzó el ritmo, para luego apoyarlas en los brazos del trono. Mordió su cuello e introdujo profundamente los colmillos. Luego estos acariciaron su espalda para marcarla nuevamente. Los movimientos pélvicos de Hades ayudaban a Perséfone en el movimiento. Luego una de sus manos fueron al clitoris para jugar con él mientras su lengua pasaba por las morderudas de ella.
Hades besaba su cuello y mantenía una de sus manos en la nuca de ella y la otra le daba de vez en cuando una nalgada o le rasguñaba su trasero, dejándole marcas.
Luego comenzó a jalar su cabello mientras mordía su hombro. La desató con suavidad y ella se afirmó de su cuerpo para enterrar sus uñas en la espalda ancha de Hades. Lo besó con pasión mientras seguía moviéndose, se sentía en las nubes.
Cuando acabó, ella se dio cuenta de que su marido aún no terminaba. Se estaba resistiendo. Bajó para volver a humedecer su miembro con su boca y el gruñó suavemente. Perséfone era una maravilla... Se derramó en su boca y ella lo llevó a sus adentros, no tenía un sabor en específico. Hades estaba enrojecido y se sentía tibio, a pesar de que siempre estuviera frío. Ambos se vistieron y ella se sentó a los pies de él apoyando su cabeza en su pierna. Su mano acariciaba los cabellos rojizos de aquella diosa por mientras.
La puerta del salón se abrió de golpe dejando ver a Hermes y a Démeter. Ella miró con desagrado como estaba su hijita cerca de Hades. Ella se acercó al trono y trató de jalar a su hija, quien se separó de ella al instante.
-¡Devuélveme a Koré en este instante! No creas porque fuiste mi hermano favorito tendré piedad. -Dijo mientras se acercaba para golpear a Hades.
-¡Madre, para! -Ella la detuvo en ese instante y Hermes miraba desde lejos. -No puedo volver contigo, estoy casada con Hades... Debes entender que ya soy adulta y tengo que reinar acá junto con él.
-No puedes. Debes permanecer a mi lado, eres mi hija. ¡Es por esto que no dejaba que nadie se te acercara, solo las ninfas y diosas de mi confianza! -Démeter le jaló el brazo y ella se resistía, Hades iba a meterse, pero los ojos de su esposa le demostraron que no debía inmiscuirse en ese momento.
-¡Comí una granada! No puedo volver a la tierra. ¿Contenta? Estoy atada por la eternidad junto a Hades y el inframundo. Es mi deber quedarme aquí.
-¡No! Hades, maldito. ¿La obligaste a comer un fruto para que no volviera? Eres despreciable... Debí haber confiado en las palabras de los demás, que eras un...
-Cállate, Démeter. Yo no obligué en ningún momento a Perséfone. Ella decidió comer la granada, yo solo le mostré el árbol y le advertí... Incluso le dije que no la obligaría.
-¡La ultrajaste! Le robaste lo más preciado...
Hermes intercedió y el Cerbero se acercó amenazante ante la diosa de la fertilidad. Hades lo detuvo y llegaron a un consenso de parte de él. Perséfone se iría 6 meses con su madre y los otros 6 los pasaría en el inframundo...
Perséfone miró con pena los ojos de su marido y depositó un suave beso en los labios de él para luego despedirse del Cerbero e irse a la superficie. Mientras Hermes las escoltaba, Démeter iba susurrando maldiciones y todo contra Hades, Zeus, Afrodita y Eros. La joven lloraba silenciosamente mientras salían del Tártaro... En cuanto pisaron la tierra las flores comenzaron a llenarse de vida, toda planta iba adquiriendo el color que se debía y los humanos cosecharon lo que años anteriores habían plantado... Se sentía más prisionera en la superficie que en el inframundo.
Era constantemente vigilada por su madre, los únicos momentos que podría estar sola era cuando Démeter dormía, pero era de vez en cuando...
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El Rapto - Perséfone x Hades
FanfictionEn la antigua Grecia se conoce como el Rapto de Perséfone fue quien le dio vida a las 4 estaciones. Algunos dicen que huyó, otros que fue raptada. Pero el amor de Hades por ella es algo bastante misterioso y cuanto tiempo pasó entre las almas.