Donde Hyunjin es un idol famoso con una carrera muy reciente, la cual pende de un hilo de irse a la basura.
O donde Dispatch revela pruebas de la homosexualidad de Hwang.
También donde Yang Rosé se vuelve loca ante esos rumores y arrastra consigo a...
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¡LAMENTO LA TARDANZA!
Prometo tratar de quitarme un poco de encima las obligaciones y poder darles actualizaciones más seguido.
¡Llegamos a 1200 leídas, en serio muchísimas gracias por leer y apoyar!
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La noche fue mejor de lo que Jeongin esperaba, y eso que solamente había pasado un hora de su llegada.
Hwang Hyunjin era agradable, lograba hacerlo reír y sonreír mucho mientras le platicaba de su vida, ya sea pasado, presente y planes a futuro. Cuando habló de su carrera le platicó de su siguiente trabajo y solo escuchó atentamente, lo que daría su hermana por tener esa primicia.
Pero él la tenía, solo él.
"Sabes, eres agradable, al principio pensé que serías realmente molesto y patético, porque, ya sabes, muchas veces los ídolos fingen ser quienes no son solamente para que la gente les ame."
El analizó con sus ojos negros al menor, que sentía como estos quemaban donde veía, como si estuviera tocándole de manera íntima, no quería ni imaginarse como sería cuando estuviera siendo tomado por él. Realmente le atraía, de una manera distinta a la que Hongseok lo hacía.
"Escondo muchas cosas de mí, bonito" admite con sus ojos viéndole fijamente aún, Jeongin determinó que era honesto, podía leerlo en sus expresivos ojos. "Cosas muy malas que me han obligado a hacer, pero es parte de mi pasado" aquellas palabras le resultaron enigmáticas, pero no preguntó, no quería ser entrometido. "Me gustas, soy honesto y voy tras lo que quiero sin pensarlo, así me enseño mi padre que debía ser, sin perder tiempo con dudas, y no tengo dudas de que realmente me gustas, así que sería bueno que pudiéramos intentar algo."
Jeongin pasó largos años de su vida con muchas confesiones de amor, rechazando amablemente a las chicas diciéndoles la verdad de su gusto y usando a muchos chicos—sanamente, no era una mala persona—porque ellos si le atraían. Pero esto era distinto, estaba completamente atraído por el chico, pero no sabía si le gustaba, claro que le gustaba lo que veía, ese cuerpo bien esculpido, esos labios gruesos y deliciosos y esas manos que le tocaban con firmeza, pero... la atracción sexual y la atracción sentimental eran cosas completamente distintas a pesar de estar relacionadas.
"Podríamos intentarlo, no veo ningún problema con eso" decide encogiéndose de hombros, no perdía mucho intentándolo. "Pero si te gusto, ¿por qué el contrato?"
