Donde Hyunjin es un idol famoso con una carrera muy reciente, la cual pende de un hilo de irse a la basura.
O donde Dispatch revela pruebas de la homosexualidad de Hwang.
También donde Yang Rosé se vuelve loca ante esos rumores y arrastra consigo a...
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Esa misma mañana Jeongin despertaba por los rayos de sol dando de lleno en su rostro, la cabeza y el cuerpo le dolían pero el punzante dolor en su cabeza era más molesto con el ardor entre sus glúteos. Maldito Hyunjin y su capacidad tan buena de dejarle adolorido.
Viendo el rostro pacifico y adormilado de Hyunjin fue inevitable que todos los sucesos de ayer se le vinieran a la cabeza.
La fiesta.
El hombre que le aterró.
Hyunjin y él bailando de esa manera tan caliente.
Hyunjin llevándolo a una hermosa playa, su lugar.
Hyunjin diciéndole que era importante para él, que era su tierra.
Y para nada menos importante, él diciendo que lo quería de una manera.
Jeongin estaba incrédulo en ese punto aún sin creer realmente que estaba en la cama del idol del momento, que era follado por aquella celebridad, que el príncipe de Corea le pertenecía, y era suyo también. No sabía que clases de obras buenas tuvo que hacer en su otra vida, pero estaba agradecido de como estaba siendo recompensado.
Le encantaba todas esas cosas que vivía a su lado, esa adrenalina que sentía en su día a día gracias a él, se sentía único cada momento que respiraba, como alguien que destacaba entre las millones de personas en el mundo.
No todas tenían el privilegio de ser folladas por alguien como Hwang Hyunjin, solo personas como Yang Jeongin conseguían eso.
Por que las personas como Hwang, encajaban a la perfección con personas como Jeongin.
''Buenos días'' sonrió el menor cuando los ojos de su mayor comenzaban a abrirse, se sintió endulzado ante esos ojos hinchados por el sueño y esos labios sonriendo con cansancio.
''Buenos días bonito'' con esa sensación insaciable acaricia su mejilla mientras lo besa. ''¿Qué hora es?''
''Casi la una de la tarde'' responde viendo el reloj, su estómago comenzó a rugir exigiendo comida.
''Yo también tengo hambre, ¿qué te parece si pedimos algo de comida?''
''¡Quiero comer pollo! ¿Podemos?''
A Hyunjin no le gustaba mucho el pollo frito, pero, ¿había alguna jodida persona capaz en este mundo de rechazar los ojitos lastimeros de Jeongin?
Por lo menos él no podía.
''Lo que mi bebé quiera'' le besa los labios una última vez antes de ponerse de pie y caminar solo con su ropa interior hasta el baño para hacer sus necesidades y prepararse.
Sabía bien que sus pensamientos no debían desviarse, pero es que, ¿cómo Hyunjin con esa edad podía tener ese bulto entre sus piernas? Era normal tomando en cuenta el tamaño de sus manos y pies según lo que decían por ahí, ¡pero con un demonio, su trasero quedaba gravemente resentido después de follar. Bueno, de todas formas estaba agradecido de que su amante estuviese bien dotado, no se quejaría más.
