Donde Hyunjin es un idol famoso con una carrera muy reciente, la cual pende de un hilo de irse a la basura.
O donde Dispatch revela pruebas de la homosexualidad de Hwang.
También donde Yang Rosé se vuelve loca ante esos rumores y arrastra consigo a...
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¡Publiqué la fanfic OMEGAVERSE por si gustan leerla! Esta en mi perfil y lleva de nombre "Little Foxy" 💖💫
[...]
"Ven, vamos a dormir."
Hyunjin cargó al tembloroso chico entre sus brazos hasta su habitación, Jeongin estaba feliz acurrucado en esos brazos fuertes, aquel aroma almizclado del sudor no era grotesco, sino lo contrario, era un recordatorio de lo hecho.
Lo cargaba sin dificultad por los pasillos vistiendo solo su ropa interior, y aunque lo que habían hecho era un acto sucio, verle la entrepierna le causó un sonrojo brutal en sus mejillas, cuello y orejas.
"¿Estas nervioso, bonito?" cuestiona riendo, colocándolo sobre la cama con delicadeza. "Es gracioso que lo estés después de lo que hicimos."
"Yo... dígamos que eres el primer chico que llega tan lejos conmigo..." susurra colocando sus labios en el pecho de su hyung y dándole un beso.
"¿En serio?" pregunta con una sonrisa divertido.
"Sí, hyung, estoy siendo honesto en este momento" sus labios tiran en una sonrisita mientras recuesta y siente comodidad por el calor ajeno en esa noche helada.
"Estoy un poco sorprendido, es todo" ríe alegre besando el cabello de su menor y atrayendo más el delicado cuerpo. "Buenas noches, bonito."
"Buenas noches, Hyung."
[¿Cuándo había dormido tan bien? Él no lo recuerda]
[...]
Sus ojos se abrieron lentamente con molestia ante vagos rayos de sol impactando contra su rostro, pero hacía frío aún, sin embargo. Estaba acostado de lado, un calor reconfortante a sus espaldas le resguardaba de cualquier síntoma del frío.
Lentamente se quitó el brazo que le agarraba como si su vida dependiese de ello. El otro cuerpo que le brindaba sentimientos nuevos se colocó boca arriba, los rayos del sol causando que la blanca piel, aquellos labios rojizos y gruesos y su cabello negro, resalten.
Jeongin se sintió tan... extraño.
Estaba en un sueño, probablemente era eso, porque no comprendía como entre miles de fanáticas extremistas, presentes fuese a donde fuese, lo había escogido a él, ¡viéndolo solo una vez! Jeongin no comprendía, ¿por qué él? ¿Era tan lindo para ser el ganador de ese premio tan único?
A sus ojos, aquel chico era un premio gordo, debía aprovecharlo el tiempo que lo tuviera para su placer.
Miró sus facciones, su mandíbula marcada y de apariencia musculosa, sus brazos poderosos que podían cargarlo sin esfuerzo, su abdomen marcado que gritaba por sus marcas, sus pezones marrones, sus largas y tonificadas piernas, y aquel bulto en medio de su cuerpo que escondía.
