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Capítulo doce: ''Corazón lastimado''

Sus ojos se abrían lentamente, su cuerpo dolía, sentía cables conectados a su cuerpo, agujas dentro de su cuerpo. 

Se levantó exaltado, los recuerdos llegaron a su mente tan rápido como se observo en bata, en la cama de un hospital. 

Se sentía mal, se sentía roto.

Desesperadamente intentó quitarse todo de encima, arranco de su cuerpo todas esas cosas sin importarle ver la sangre salir, no le importaba, nada le dolía más que la sensación de estar muerto por dentro.

''¡Jeongin, cálmate!" su madre grito histérica entrando en la habitación, forcejeando con su hijo hasta que pudo abrazarlo con fuerza, aprisionándolo entre sus brazos. ''Cálmate bebé, por favor, nadie te hará daño aquí.''

Su madre le miraba con sus ojos cansados, rojos, como si hubiese estado llorando y quisiera hacerlo ahora, pero estaba haciéndose la fuerte.

''Hyunjin, ¿dónde está Hyunjin?" se desespero, Hyunjin no estaba ahí, no estaba por ningún lado y el nudo en su garganta era como un alambre de púas, desgarrando sus cuerdas vocales, quería gritar, romper en llanto, y no iba a calmarse hasta hablar con él, saber que estaba a salvo.

''En la cárcel, donde debe estar'' contesta levantándose, limpiando sus ojos.

''¿Cárcel?'' su corazón fue a estrellarse al suelo, le faltaba oxigeno y no podía respirar.

Intentó como loco manoteando respirar pero no era capaz de calar aire a sus pulmones desesperados, era uno de esos ataques de pánico tan conocidos en su infancia, volviendo a hacer acto de presencia en su vida.

Su madre grito por ayuda viendo como si hijo temblaba en la cama con sus ojos en blanco, una imagen desgarradora para el corazón de una madre, una imagen que ninguna madre debería ser merecedora de vivir, pero ahí estaba, su hijo con lágrimas rodando, abusado sexualmente y con esos episodios de su vida que pensaron ya no volverían jamás.

El doctor entró en la habitación con una jeringa e inyectó el contenido en las venas de Jeongin, quien cayó dormido casi al instante, respirando ahora.

''Los ataques de pánico después de un evento traumático son lo normal, sería extraño si su hijo no los tuviera, no podemos asegurar que se restablezca de ellos ahora, podría tomar meses hasta que las terapias con un psicólogo den resultados favorecedores.''

Cuando despertó nuevamente, habían dos hombre en la habitación hablando con su madre, uno de ellos tenía una placa de policia y el otro, una gorra sobre su cabeza. Cuando la vio sintió la sangre drenarse de su cuerpo con temor, temblando sollozo llamando la atención de su madre que corrió a socorrerlo.

''Ellos están aquí para hablar contigo bebé, ellos van a ayudarte, lo prometieron'' en un intento por tranquilizarlo lo arrulla entre sus brazos.

Pero no necesitaba eso, necesitaba de Hyunjin, lo necesitaba como un maniático, solo él le haría sentirse a salvo, fue él quien lo salvó.

''Si gusta puede salir de la habitación, hablaremos con su hijo'' el oficial sugiere dándole una sonrisa tranquilizadora a la mujer y el menor recostado. ''Debemos interrogarlo para que el juicio contra Hwang Hyunjin por asesinato y violación proceda lo más pronto posible.''

Nuevamente sentía como aquello tan vital para sus pulmones escaseaba cuando aquellas palabras fueron soltadas con tal crudeza y su madre se marchó sin rechistar besando su mejilla.

Eso debía ser un error. 

Uno de muy mal gusto.

''Yang Jeongin, soy el oficial Kim Jongin del departamento de policías de Seúl, estoy aquí para hacerte unas cuantas preguntas acerca del caso en contra de Hwang Hyunjin por asesinato y violación, ¿podría contarme su versión de los hechos?'' aquel hombre alto, moreno y de sonrisa familiar le inspiraba confianza, pero la serpiente detrás suyo, aquel hombre tan parecido a Yang Hyunsuk le tenía temblando.