Don't lie [MOONSUN]

El comienzo

―¿Cómo que disfrazarnos de chicos?

Moonbyul y Wheein estaban sentadas en el sofá del salón intentando comprender la genial idea que se le había ocurrido a su amiga, Hyejin. Las tres iban a comenzar la vida universitaria y habían decidido irse a vivir juntas para estar más cerca del centro y así tener la experiencia completa. Moonbyul y Wheein habían ido juntas al mismo instituto y se hicieron bastante cercanas, en cambio, su otra amiga había estudiado en otro, pero era la vecina de Wheein por lo que ambas eran mejores amigas desde que eran niñas. Al final, Moonbyul y Hyejin acabaron conociéndose y las 3 empezaron a ser inseparables. Incluso en días de clase cuando Hyejin se escapaba de su instituto para colarse en el de sus amigas y así pasar los recreos con ellas. O directamente se escapaban las tres para irse a pasear por el parque. Pero bueno, todo aquello eran recuerdos del pasado, ahora tenían que mirar hacia sus nuevas vidas: la vida de adultas.

Mañana empezaba el curso y a Hyejin, la gran mente maestra, se le había ocurrido la mejor idea del mundo. Por lo que estaba contando, quería que se disfrazaran las 3 de chicos para poder entrar en el vestuario de los hombres. Al parecer, durante el verano había tenido un crush con un chico y se había enterado de que le gustaba ir a jugar al baloncesto en las pistas del campus.

―¿Y cuál es tu plan exactamente? ¿Desnudarnos junto a ellos? ―Wheein estaba convencida de que aquello no podía salir bien. Cada vez que su amiga tenía un crush con un chico se le ocurrían planes super estúpidos que acaban mal, aun así, ella se había prometido seguir apoyándola en todo. Eso sí, como un solo chico se lo hiciera pasar mal, ella misma se encargaría de él.

―Claro que no. Nos haremos los tímidos o nos cambiamos disimuladamente cuando no miren. No creo que los tíos se queden mirándose entre ellos, tienen una masculinidad muy frágil.

Las otras dos la miraron sin estar muy convencidas. Había muchas lagunas en el plan y de todas formas qué les podía beneficiar a ellas. Tampoco estaban tan interesadas en ver cuerpos masculinos sudorosos y desnudos.

―Por favor, chicas, hacedlo por mí. Jugaremos al baloncesto, es un deporte muy divertido. Por favooorr, necesito acercarme a él como uno de su especie para poder mover las fichas del tablero. ―Sus amigas aún estaban dudando de todo aquello, solo le quedaba una técnica, la más infalible de todas.

Empezó a hacer pucheros mientras les suplicaba que por favor la ayudaran, sabía que las otras dos no podrían resistirse a sus ojos de cachorrillo.

Y en efecto no pudieron. Ambas suspiraron mientras intercambiaban una mirada comprometida.

―Está bien, pero a cambio nos tienes que invitar a cenar donde nosotras elijamos. ―Moonbyul añadió eso último viendo cómo su amiga se apresuraba a añadir algo.

―Tranquila, el primer día ya tendré toda la información que necesito de Zico. ―Y tras esto, le guiñó un ojo de forma lasciva. Lo que hizo que Moonbyul le lanzara un cojín mientras ésta seguía riéndose.

Tras dejar claras cada parte del plan, que tampoco eran muchas, se pusieron a ver una película. Antes estaban bastante tranquilas con el tema de empezar el curso, una ciudad nueva, medio independizarse, esas cosas. Pero ahora, con el plan magistral de Hyejin, sí que estaban nerviosas. Como las pillaran iba a ser patético tener que explicarlo todo.

Al mismo tiempo, pero en otra parte de la ciudad, Kim Yongsun preparaba la ropa que llevaría mañana en su primer día de clase. Había decidido apuntarse a unas pruebas que habían de gimnasia rítmica, aunque lo hizo más porque su amiga Irene la convenció para no ir sola. Estaba muy nerviosa porque no estaba segura de dar la talla, aunque sabía que lo hacía solo para pasar el rato, pero no quería hacerlo mal delante de todo el mundo. Y más en su primer año de carrera.