Capítulo 22

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Me he acostumbrado ha hacer notas al principio porque las del final capaz no las leéis :(

Narra Lucía

Continúe hablando y consolando a Laura las siguientes horas. En todo este rato, Marcus había entrado a darnos comida, preguntarnos si estábamos bien y ha dejarnos sobretodo un poco de espacio.

– Chicas... Va siendo hora de buscar a Ian. Estoy muy preocupado...– Entro

– Lucía tú te quedas. Vamos Laura.–

– ¡Eso es injusto!– Exclamé.

– Lucía...– Me acarició la espalda Laura.– Es muy tarde, te puede pasar algo.–

– Pe...ero..–

– No quiero que te pase lo mismo que a mí ¿Si? Además puede venir Ian de golpe.– Asentí a malas.– Descansa.– Me dio un abrazo y se dirigió a la puerta.

– Pórtate bien mi niña. Por favor.– Marcus me dio un beso en la mejilla.

– Sí papi.–

Suspiré cuando escuché la puerta cerrarse. Me sentía muy mal, y no físicamente sino psicológicamente.

No sabía como describir mis sentimientos y pensamientos sin ponerme a llorar. Vaya día de mierda.

Caminé rumbo al jardín y vi una luz proveniente de la casita de madera. Nunca había entrado allí porque tenía llave, y porque me lo habían prohibido, pero era lo de menos.

Abrí la puerta lentamente y las luces se apagaron de golpe.
Empecé a respirar agitadamente y a temblar. Caminé unos pasos y sentí la puerta cerrarse detrás de mí.
Es mi fin, Nutella te quiero.

– ¿Que haces aquí?– Escuché una voz ronca, me gire y lo vi. Tenía los ojos rojos de llorar y el pelo alborotado, además de la voz rota.

– Vi... Una luz..– Suspiré.– Salieron a buscarte.– Murmuré.

– Llamarles y diles que estoy bien. No les digas mi ubicación, solo que volveré en unas horas.– Se giró y se apoyó en la pared.– Ahora Vete.–

– Te entiendo...–

– No, no me entiendes.– Se encaró a mí.– ¡Ahora largo!– Gritó.

– M..mi padre no es mi padre. Bueno si lo es, porque el me crío...–

– ¿A dónde quieres llegar?– Se cruzó de brazos.

– Mi hermana Sara es la mayor... Y si es de mi padre... Mejor dicho padrastro.–

– ¿Tú madre tuvo una aventura? ¿Y tu padre aún aguanta?– Preguntó confundido.

– Fui producto de una violación...– Murmuré.– Mi abuelo violó a mi madre...–

– Osea que tú abuelo es tu padre...– Asentí con asco.– Pero tú no tienes ninguna deficiencia.–

– Tuve suerte...– Susurré.

– Igualmente, sigues sin entender mi vida.–

– ¡Tal vez si me la contaras!–

–¡Huirias!– Gruñó.

– No, no lo haría.–

– ¡He dicho que largo!– Sentí furia en sus ojos.

– ¡Sabes! ¡Todo el mundo tiene problemas! ¡Y aunque algunos sean más leves no significa que no lleguen a doler! ¡Cada uno afronta su vida a su manera! – Suspiro.– Parece que te piensas que eres el único que sufre...– Y sin más me giré hacia la puerta.
Tuve mucha fuerza de voluntad al no verle la cara, porque sabia que si lo hacía, me desmorenaria.

– Lucía... – Me cogió la mano antes de llegar a la casa.– Ven.– Suspiró.

Me llevo hasta mi habitación y me hizo sentarme en su regazo, mirándolo.

– Daddy tiene un pasado bastante tormentoso, desde bien pequeño tuve que empezar a trabajar, aun siendo ilegal, ya que tenia diez años y tenía a una hermana que mantener. De esto  Laura tenía cinco años. Yo me  encargaba de mantenerla, educarla y sobretodo evitar que la borracha de nuestra madre la dañara. 

Cuando el dinero empezó a escasear, mi madre no se le ocurrió otra idea que empezar a prostituir a Laura teniendo recién siete años. Yo tenía que ver cada dia, a cada hora, como mi pequeña hermana era dañada, humillada.. por decenas de hombres que encima se paraban y después de torturarla se reían de ella. 

Hasta que Daddy cumplió quince años. Ahí agarre las pocas cosas que pude y me lleve mi hermana, nos  quedamos en un orfanato de monjas. Eran igual de horribles, solo que allí no sufríamos más violaciones y siempre había un plato de comida en la mesa.

Yo comenzó a estudiar y ha esforzarme para tener un futuro para mi y mi hermana, hasta que cumplí los dieciocho y me independice, y cuando me quise darse cuenta, mi hermana ya había sido adoptada. Sabiendo que estaría mejor en esa casa que conmigo, me centre solo en mis estudios, tanto, que me volví una persona fría y calculadora. Pero no te equivoques cielo, Daddy te ama más de lo que te puedes imaginar. - me miro y seco las lagrimas que desde hace rato tenia almacenadas.- Después de un tiempo conocí a Marcus y comenzamos a compartir gustos, y una cosa llevo a la otra... y decidimos compartir una little. 

Buscamos durante muchísimo tiempo swetty, y te encontramos -me empezó ha hacer cosquillas.-, pero yendo al tema. Laura era y es un tema bastante delicado para mi, crecí toda la vida viendola sufrir, y tenía miedo de que no la aceptaras como tal, por eso decidí no decirte que eramos hermanos. Aunque ha llegado un punto pequeña que tu carácter ya es insoportable, por eso nos enfadamos contigo, no porqué haya "otra".
Marcus ya me había comentado de tus ataques de celos por Laura, que aunque lo intentes evitar, se notan.– Termino diciendo acariciándome el pelo.

– Perdón daddy...– Murmuré.

– Supongo que también es mi culpa.–

– ¿Que harás con tu hermana?–

– La ayudaré en todo. Y si tengo que cuidar algunos días al bebe lo haré. ¿No quisieras ser mamá? – Me guiñó un ojo.

– ¿Escuché ser mamá? ¿Puedo ayudar en el proceso? Digo, por si acaso no funciona.– Entro Marcus en escena, vaya par.

– ¿Estás diciendo que mis soldaditos no funcionan?– Exclamó Ian ofendido.

– No, bueno sí.–

Me encanta esta familia.

Uoola
He pensado en hacer final malo, porque bua lo que se me ocurrió, comida de ollas me llamaban. Lo haré pero ya veréis 🙃🙃

Me odiareis mazo mazo, luego me amareis pero os seguiréis cagando en mi JAJAJJA


Sisi lo tengo ya hecho JAJSJ

Me sabe mal la verdad, he escrito este capítulo y me ha dado penita 😂

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Y hasta la próxima 🖤

Princesa de dos (Proceso De Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora