- Lucía, ¿Que te hemos dicho papi y yo sobre las palabrotas?- Mire a Ian arrepentida.
- Que una princesa no las dice..- Jugué con mis dedos.
- ¿Y de quién es esta princesita?- Está vez pregunto Marcus.
- De Daddy y papi.. -
Seguirme en Instagram que comenzaré a subir frases y podréis preguntarme cosillas por ahí.🖤 Además de cuando actualizare y cuando no
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@_bitxesbrokenhearts
Narra Lucía
– Kyle...–
– ¿Quien eres? ¿Por qué me llamás?–
– Soy Lucía. La hermana de Sara.–
– Oh, perdón pequeña. ¿Sucedió algo malo?–
– ¿Podrías ir a casa de Marcus e Ian?–
– Claro. ¿Por qué?–
– La llave está en la segunda maceta de la derecha. Están en la habitación del fondo a mano izquierda. Simplemente quítales las esposas, las llaves están en la mesita de noche.– Dije rápidamente.
– ¿Que hiciste nena?– Río.
– Simplemente haz eso. Avísame cuando hayas acabado.– Termine diciendo y colgué.
Me había pasado lo que quedaba de tarde de sesiones fotográficas. Me había ido al sur, donde había un "pequeño" bosque junto un acantilado. Sabía que era una zona peligrosa, pero realmente su belleza era tan cautivadora que no me importaba en lo más mínimo.
Era un lugar tan silencioso, que te invitaba a perderte en el. Sus caminos estrechos, sus senderos... Todo en el era perfecto, tan perfecto que dolía.
Venir aquí era una puerta a tus pensamientos. Todas las dudas, ideas, y malestares que tuvieras. Salían a flote nada más entrar.
No era la primera vez que iba a ese lugar. Bien es cierto de qué queda muy lejos de mi zona. Pero conectaba una parte del bosque con mi ciudad.
– Hola pequeña... ¿Que hace un corderito perdido por el bosque?– Pegue un rebote al escuchar una voz grave detrás mía.
El pulso se me comenzó a acelerar al ver tres hombres de avanzada edad enfrente mía. Me sacaban 3 cabezas y mucho más fuertes. Mierda.
– Uhm... ¿Nos podríamos divertir no crees?– Exclamó uno.
Comencé a correr en dirección contraria. Sabía que me estaban pisando los talones y sin más empecé a llamar a Ian.
– Hasta que te dignas en llamar.– Gruñó.
– Ne.. necesito ayuda.– Jadeé.– Estoy en Silver Street, hacía el sur. Me están persiguiendo 3 hombres.– Empecé a meterme a través de matorrales por si les podía perder la pista.
– Mierda nena. Ya vamos.– Escuché como le decía algo a Marcus y el coche encenderse.– Por todo lo que quieras no cuelgues. Si te llegan a atrapar deja la llamada encendida. Estamos llamando ya a la policia. Le diré que rastren la localización, tú tranquila nena.