Princesa de dos (Proceso De Edición)

Capítulo 31

¡Volví! Perdón por el retraso pero bachiller me tiene harta, y acabo de empezar.

Intentaré actualizar, martes, jueves o los fines de semana.
Gracias por todo el apoyo enserio 🖤

Queda poquito ya, 10 capítulos y el final de la historia!!

Narra Marcus

Todo estaba listo, nos íbamos a ir ya de esta casa.

El día de ayer fue maravilloso. Desde hace tiempo Ian y yo llevábamos planeando eso pero no sabíamos si Lucía iba a querer. Tampoco sabíamos cómo hacerlo, y le pedimos ayuda a Laura, por suerte, quiere a Lucía como una hermana y acepto encantada.

– Ian despiertala tú. Yo llamaré a los Styles.– Asintió y se fue dirección a la habitación. Espere unos segundos y escuché la risa de esos dos, no pude evitar sonreír.

– ¿Hola?– Contestaron casi a los segundos de haber llamado.

– ¡Hola Luis! Era para lo de hoy ¿Sigue en pie?–

– ¡Claro Marcus! África tiene unas ganas terribles de ver a Lucía, y yo también.– Reí y se unió conmigo.

– Lucía aún no lo sabe, queremos que sea sorpresa.– Suspiré.

– ¿Y que tal ayer? ¿Todo bien?–

– Fue perfecto.– Jadeé.– Nunca has pensado...–

– ¡No! África es nuestra bebé y ya. No mezclamos el abdl con nada más. Y pf, imaginarme a alguien haciéndolo con ella... Definitivamente no la dejaré salir de casa.– Gruñó.

– Vale vale. Entendido vaquero.– Sonreí.– Te dejo que ya vienen mis niños.– Ian me fulmino con la mirada al escuchar eso.

– Hasta ahora bichos.– Río Luis.

Miré a Lucía y sonreí. Tenía el pelo hecho un íñigo junto con los ojos casi cerrados.
Estaba pegada a Ian como una lapa, y se notaba a leguas que solo quería dormir.

– ¿Y mi niña bonita?– Susurré acercándome.

– Papi...– Bostezó.– Upa.– Hizo un puchero e inmediatamente la cogí en brazos. Comencé a mecerla lentamente mientras le repartía besos por toda la cara.

– ¿Que te ha dicho Luis?– Pregunto Ian apoyándose en la pared.

– Nada, que seguia en pie.– Comenté acariciando la espalda de Lucía.

– ¿Seguir en pie el que papi?– Murmuró Lucía.

– Es sorpresa bebe.– Termine diciendo para empezar ha hacerle cosquillas, las cuales también se unió Ian.

No habían palabras para describir mi felicidad.

[...]

– ¿Daddy dónde vamos?– Pregunto Lucía por décima vez.

– Lucía...– Gruñó Ian.– Basta.–

– Pe...ero... ¡No me gustan las sorpresas y lo sabéis!– Vociferó cruzándose de brazos.

– Nena, por favor. Queda poco ¿Podrías dejar de preguntar?– Me giré para que me viera de frente y puse mi mejor cara sería.

Lucía simplemente suspiró y se giró para mirar a la ventana.

– Ian para.– Susurré.

– ¿Por?–

– Lucía está llorando. Po...– Y antes de que terminara la frase ya había aparcado a un lado de la carretera.