Nací para amarte 1/2

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Hoy te sostendré entre mis brazos, te daré todo mi corazón y alma. Tú eres mi todo, de por vida. Incluso mil palabras no se sienten como si fueran suficientes para decir el por qué si incluso vuelvo a nacer, tienes que ser tú, de por vida.    

.-For life - EXO

Aquella ducha se tornó en un regalo, sus músculos se destensan bajo la caída de agua, ahora por fin asimilaba lo ocurrido. ¿quién hubiese pensado que  se entregaría con tal fervor? bueno no el. Salió de la regadera con su cuerpo húmedo tomando una de las suaves toallas secando su anatomía. Se quedó pensativo por qué pues, había ya pasado un rato y no podría usar de nuevo aquella ropa sucia llena de sangre sudor y tierra, se asomo por la puerta y sobre la cama vio un cambio de ropa, de su talla, unos jeans y una camisa blanca, a un lado un sweater bueno distaba de su manera de vestir pero aquello funcionaria por el momento, después de vestirse y secar su cabello se dedicó a examinar la habitación, grande y espaciosa, con una enorme cama con dosel, ventanas anchas y altas escondidas con cortinas de pesada seda que ondulaba por el viento, las paredes blancas contrastan con el color de la madera falto de decoracion, ningún objeto personal, parecía más la habitación de un hotel. Reviso las cajoneras, el closet, marcando en su mente detalles y sobre todo salidas.  

Tomó la piernera ajustandola a su muslo, acomodo su arma, puesto que ahora se daba cuenta de su error, dejarse llevar por la bruma del deseo le dejó más que con su glock y unos cuantos cargadores, su celular y su audífono, y mas nada.

Decidido y firme, giró el pomo de la puerta y examinó el largo corredor, el aroma a madera y cítricos le volvió a enloquecer hasta la fibra más profunda de su ser, así que siguió el rastro de ese perfume, era ya entrada la madrugada, aun así la mansión estaba en pleno apogeo, podía escuchar a el personal ir y venir, un par de puertas después de pasar las enormes escaleras justo, donde el perfume de su destinado se hacía más penetrante, acercó su oído a la puerta pudo escuchar voces provenir del interior, la puerta se abrió y se puso derecho con una falsa sonrisa de inocencia marcando su rostro. 

  JongHyun enarco una ceja —Buenos días—le dijo

sonrío —buenos días— aquel hombre de pequeña estatura emanaba un porte fuerte, que lo hacía estar a la defensiva, entonces aquel hombre añadió una sonrisa:

—Pase — entró con su rostro arrebolado, la puerta se cerró tras de él, se quedó en el umbral de la puerta, aun, no lograba acostumbrarse a aquel desorden interno que le llenaba, aún encontraba difícil entender el mar de sensaciones que se arremolinaban como un huracán dentro de sí. Taemin mantuvo su mirada llena de algo especial, Minho comparó la presencia de Taemin con la de un ángel.

—¿Como te han tratado?— Comenzó a decir Minho

—yo, bueno, eh bien—

—Comprendo— corroboro Minho, Taemin frunció un poco sus labios y se removió un poco recargado contra la puerta, su cuerpo ardía, sentía dolor incluso de respirar y la cosquilleante sensación de la excitación comenzó. Se sentía alterado, se sentía dominado, titubeo un instante, aquello era una sensación magnética, pudo leerlo en sus facciones, el tambien estaba conteniendose. Minho clavó su mirada en los labios contrarios, en esa lengua que delineaba su paso,no había tenido que esperar mucho. Se limitó a sonreír, inclinó su cabeza cortésmente y dijo —Ven aquí— instintiva y voluntariamente lleno de deseo y sensación de propiedad Taemin acortó rápidamente en cuestión de pasos la distancia, sus brazos rodeando su cuello, su cintura siendo delineada con firmeza y su boca inevitablemente y susceptiblemente orgullosa se entregó a otro devastador beso.

Dejó que sus ojos se cerraran sin ofrecer las más mínima resistencia, aquello era como una sensación narcótica en su cuerpo, a su mente vinieron sus sueños puesto que, las caricias se sentían tan familiares, interrumpió sus reflexiones e intentó moverse, le fue imposible, jadeo entre el beso pues aquellas manos recorriendo su cuerpo se sentían extremadamente bien, necesitaba más, quería más. Su cuerpo se suspendió un momento en el aire, por inercia llevó sus piernas alrededor de la cintura ajena, apretó sus muslos mientras ambos cuerpos se friccionaban, la madera chocó con su espalda mientras él jalaba del cabello abrumado y lleno de necesidad por más contacto, abrió un momento sus ojos y rió mientras era cargado por el pasillo, amó en ese momento esa mirada rubí llena de puro deseo, de poder y frialdad, pero cargada de un fuego que sabía que lo consumiría.  

   Su aroma era verdaderamente tentador, cálido y fuerte, era como beber una fragancia adictiva una que le enloquecía , sintió un temblor recorrerle tan avasallador que gimió, la puerta se abrió y cerró reconociendo de nuevo la habitación en la que anteriormente se ducho, se remojó los labios.

Minho bebió de un trago el aroma dulce y fresco que emanaba su Taemin, aquello le atravesó por las fosas nasales extendiéndose por su lengua su garganta y sus oídos atravesando su pecho discurriendo por su cuerpo, le generó ansiedad intentando aplacar la sed en que por cientos de años vivió, tenía sed, verdadera hambre. A su memoria volvió el sabor de la dulce sangre que degusto y disfruto, esa la única que calmaba su necesidad. Sediento, por años, dia a dia, y su fuente aquella que lo saciaba estaba entre sus brazos bajo su tacto de nuevo, sonrojado, jadeante y gimiendo. Se sintió irritado ante las prendas que lo separaban de devorarlo, con su fuerza aquel blanco sweater no fue impedimento le desgarró ganándose de premio un chico sobreexcitado debajo, acomodo sus piernas a sus costados acariciando el largo de estas, la camisa tubo el mismo final que el sweater, sus entrañas se removieron hambrientas por aquel cuerpo tan fino y esculpido con delicadeza, su piel era pálida casi traslúcida, perlada y suave, recorrió con su mano fría la caliente dermis y se inclinó lamiendo desde su clavícula un camino por su garganta hasta llegar de nuevo a sus labios, ahogándose ambos.

Antidoto para Vampiros (2min)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora