Veneno para las Hadas

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Muéstrame tu cuello y deja
que mis colmillos rompan
la piel que impide
que tu sangre sea para mí,
y tu vida será eterna.


Kibum boqueaba, con un terrible y profundo sentimiento de terror apoderándose de cada parte de su ser, lo que veía lo dejó clavado en su lugar, jamás creyó ver a su señor de esa manera, él quería vomitar.


Desmembrados los cuerpos fueron esparcidos frente al campo de batalla, muchos de los humanos servían ahora, como abono para el jardín que su príncipe hada creaba con cada gota de sangre que empapaba el suelo.Y recordó las palabras hace unos meses de Taemin, él era el menor, el más débil de los cuatro hermanos, no quería descubrir la fuerza de Heechul, ¿que tan letal podía ser una Hada?


Los soldados de Night Landing dejaron de luchar, admirando la fuerza de a quienes ellos escogieron como su Príncipe consorte, embargados de orgullo, por aquel Fae que no se escudo detrás de su pueblo ni de sus soldados, él mismo daba la cara y peleaba por defenderlos, así el capitán ordenó moverse y refugiar a cada mujer y niño dentro de palacio como les fue ordenado. Taemin intentó no volverse de espaldas, no necesitaba escuchar a Kibum entrar en pánico al verlo, cada herida le ardía por completo mareado debido al hierro y presentía que estaba por quedarse sin fuerzas, no se encontraba en la mejor condición y lo hacía sentirse inútil, lleno de miedo por aquella vida, que dentro de él se creaba, jadeo cansado y débil, usando todo su poder por seguir en pie. Instintivamente llevó sus manos a su vientre, rezaba a su madre Gaia por este niño que era tan importante, si tan solo le hubiera dicho a Minho, pero no quería agregarle más tensión a la situación. 



Los caballos recorrían la vuelta sin jinetes la marcha a la colina, los cascos de los caballos despertó al príncipe consorte de su sueño breve,las nubes pesadas y cargadas de agua ensombrecieron el cielo, ocultando al Sol, unas suaves y cálidas manos le reconfortaron, Kibum le abrazó, tan débil que no sintió cuando perdió las fuerzas contra las barreras que creó para el reino.


—Tranquilo, estoy aquí — susurró Kibum junto a su oído

—Kibummie, necesito un doctor— aviso Taemin —

Kibum sonrió— Bien, ya viene en camino, mi señor— tras de su príncipe pudo ver al mencionado vampiro atravesar las puertas de roble ornamentadas de oro, tras de él avanzaba la columna armada con cotas de malla y yelmos de acero marchando e intimidando a los humanos y al príncipe humano, quien yacía herido al otro extremo del campo. El médico se apresuró a atender las heridas del regente, Kibum sin apartar la mirada del Príncipe, mientras el sonido del metal chocando, de los gritos humanos y el penetrante olor del lodo ensangrentado se agitaba con el aroma de los lirios que perfumaba el bosque, el médico miró a su señor fijamente, con las manos temblando, Taemin no apartaba sus manos delicadas y lastimadas de su vientre, Kibum agudo como nadie, no necesito palabras para descifrar el silencio entre los tres.


—Él está bien señor puedo sentir los pequeños latidos, está bien—


El comandante de la guardia real SungKyu examino la situación, titubeo, con el orgullo herido al saber que su señor peleó en tales condiciones,desenvaino su espada con la guardia privada del príncipe a su espalda con el sonido de metal contra metal.— Guardia Real! —grito, cien vampiros esgrimieron sus espadas — Matenlos, protejan a su señor, y al heredero.


Con un movimiento rápido, el acero y oro de la espada de Kibum perforó la malla y las costillas del príncipe humano, giro el acero en su mano con una estocada más cortando el esternón del hombre, estaba muerto antes de que pudiera siquiera reaccionar a la rapidez del vampiro, mientras sus hombres morían en torno a su cuerpo inerte, Taemin se puso en pie, aun en contra de las indicaciones del médico.
súplicas, maldiciones, gritos de dolor y gemidos de los caballeros heridos, imploraban piedad, una que no obtuvieron de la guardia real.

Antidoto para Vampiros (2min)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora