Más dulce que la miel

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¿Puedo abrazarte si te vuelvo a ver?
Con este helado cuerpo que parece que se romperá.
Esos cálidos ojos, esa cálida voz.
Extraño todo como un loco.

—.Who Waits For Love, SHINee




Su voz arrancó a Minho de sus reflexiones. Clara , calmada y poderosa. Después de todo aquel frente a él, de cabello rubio, de mediana estatura y ropa desaliñada pero limpia, era sin dudas el Príncipe Baekhyun, señor del otoño, con sus vendavales mortales y su carácter duro e impasible.


El rostro de Baekhyun era luminoso como lo era el de KyungSoo, buena característica de las hadas, sus alas con el sonido de cristales al revolotear generaba un ambiente armonioso, fuera de la sangrienta escena frente a ellos, le escuchó claramente decirle que se llevará a Taemin, mientras poderoso, atacaba a su hermano y al Alpha Jongin, una incómoda sensación de desconcierto se apoderó de Minho, Baekhyun no mostraba la menor señal de inquietud, simplemente se le veía tranquilo.


No hubo momento para mas reflexion, no hubo momento para dudar, con su hombro lastimado por la mordida de un were Alpha tomó fuerte de la muñeca a Taemin y salio de ahi, no miro atrás no miro quien se quedaba, él tomaría esta oportunidad, después averiguaría, después volvería a la realidad. Jonghyun le cubrió, cuando se percató que el Príncipe del otoño cuidaba sus espaldas, estupefacto asi se sentia el general, algunos vampiros cayeron, pero fue su impertinencia y salvajismo la que los llevó a perecer a manos de omegas, poderosos omegas. Cuando llegaron al encrucijado camino, donde, la compañía esperaba, Minho entro apresurado al auto, Jonghyun tomó posesión de otro al frente, y así emprendieron el regreso a Night Landing actual. Nadie preguntaba, todos guardaron silencio, solo existía una pregunta general, ¿como?.


Las dulces manos que temblaban mientras presionaba la herida, le regresaron a la realidad, a esos ojos que ya no eran violetas, su cabello no era como el ébano, aquel frente a él, llorando trémulo y enrojecido, el chico delgado vestido con su chamarra de mezclilla sus pantalones rasgados; un adolescente. Timorato le contemplaba, como cualquiera que viviera un sueño haría, tocó su húmedas mejillas aferrándose a que era real.


Era como aquel edificio hace una horas, algo explotó, en silencio, doloroso y desgarrador.


—Es grave, muy grave— le escucho claro entre sollozos, con su voz cristalina, dulce, como recordaba— te,...yo.. ne— no coordina sus palabras preso del pánico, le jalo con su brazo sano sobre sus piernas, necesitado de mas contacto, mas de este sueño vivido. Sintió la pistolera en su muslo, recordó. El le disparo con perfecta precisión a JongIn, él no dudo. EL hizo explotar un edificio, enfrentó vampiros y lobos, ¿como?.


La herida ardió, la presión de las ensangrentadas manos. Tardaría en recuperarse , puesto que, la mordida de un Alpha como lo es JongIn era poderosa y mortal, no tanto para él, después de todo, el es el Príncipe de su raza, un inmortal, un muerto en vida.


Como impulsado por un resorte, no espero mas, no contemplo, no cavilo, actuó. El tirón del destino, el lazo de un Selee, ahí estaba de nuevo, fuerte rodeándolos, ignoro el ahora calmado llanto, y le beso, como agua para un sediento, droga para un adicto, así se sintió. sus suaves labios aquellos que le sabían a gloria, los que poseían el dulce néctar que le llevaron al paraíso, un beso posesivo, uno territorial, el chico rubio tardó en corresponder aun preso del miedo de verle herido, a quien aseguraba con suficiente firmeza, era su destino, pero se recupero rapido ahora siendo devorado en un beso voraz.

Antidoto para Vampiros (2min)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora