Príncipe Taemin (3/4)

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Bajo el blanco traje de príncipe ornamentado con joyas oro y plata el sudor recorría el pecho de Taemin, se esforzó en tomar aire en sus adoloridos pulmones y se recargo en su espada, su cabello oscuro como el onix se pegaba a su frente con su corona brillando por la luz del sol con reflejos que destellaban tanto como sus alas. Los músculos le temblaban y sus respiración era dificultosa, KyungSoo aún perdido en sus preciosos ojos color violetas avanzó trastabillando y le abrazo con el miedo de que aquel solo fuera un sueño. Pero el cuerpo delgado de su hermano menor era firme y su perfume a primavera le dijo, que era real.

—Estoy cansado— dijo Taemin en voz baja sus brazos le dolían por el peso de su espada, KyungSoo noto las heridas y magulladuras en la delicada piel.— No bajes tu guardia Soo, ese bastardo volverá— reconoció Taemin mirando al montón de huesos y sangre oscura unos metros más allá de donde se encontraban

—¿Donde estamos mi señor?— Pregunto Jonghyun que igual de sorprendido como el señor del invierno se acercó y besó las manos de su Príncipe al que por años él y Kibum extrañaron con tanto pesar.

— Este lugar es el interior de mi alma,oh Jonghyun no has cambiado nada— Acarició el rostro del general— Aquello y yo fuimos encerrados en este lugar, es mi deber no dejarlo salir jamás, pero diablos mis fuerzas han aminorado, lo siento tanto, creí poder hacerlo mejor

—Pero, ¿no entiendo como ?—

—ah eso, lo que KyungSoo ha cuidado con tanto esmero no son más que reflejos fragmentados de mi alma, quienes toman mi lugar físico en el plano astral de mi madre—dijo dejándose caer a la grama— son una pequeña parte para sostener mi vida aquí, lo que mis reflejos hacen en la tierra viene a mi en recuerdos y sensaciones.

—No, ¿no eras tu? —

—No, solo una pequeña parte, yo no puedo irme de aquí—respondió a su hermano que se negaba a soltarlo de su abrazo— Gaia y Selene me ordenaron ser el guardián permanente para que el hijo de su hermana no volviese, más nunca supimos en qué punto nuestras existencias se fusionaron y el empezó a filtrarse en mis reflejos,fue mi culpa, cuando mi Príncipe volvió, baje la guardia y aquello salió, se está acercando cada vez más a la salida Soo, estoy cansado— las lágrimas bajaban por sus mejillas sonrosadas por el esfuerzo constante de su cuerpo
—No más— sentenció con voz firme— antes de JongIn, antes de Asher, tu lo sabes nacimos para vivir y morir juntos, no te dejare pelar solo más, te sacrificaste por todos durante un largo tiempo, nos has cuidado sin nada a cambio.

—Que clase de noble no daría la vida por su señor— secundo Jonghyun ,Taemin los observó a ambos,pudiendo compartir el peso de su carga durante su encierro. Taemin sabía que jamás podría volver a los brazos de su Príncipe y mucho menos tener a sus hijos a su lado.

—Gracias JongHyun, por ser todo lo que jamas lograre, tal vez yo les di la vida, pero tu y Kibum son los verdaderos padres de Jung y Lucas.

Su agradecimiento se quedó en el aire suspendido cuando un río de sangre rojiza corría bajo sus pies, él supo que algo malo paso fuera, aquel ser comenzaba de nuevo a tomar forma y la sangre exterior fue absorbida.

—no puede ser— murmuró anonadado de que Wendigo crecía incluso tres veces más de lo que originalmente era, se veía más hambriento y más enloquecido. No pudo hacer nada más que defenderse con la hoja de su espada cuando aquel ser mas rápido ahora se precipitó contra ellos, Jonghyun fue arrojado lejos y KyungSoo cayó de espaldas, frío duro y cruel como un muro asi era Wedigo ahora que se alimento del miedo y la sangre de Hécate.

—No toques a mi hermano, bastardo— KyungSoo príncipe del invierno dejó fluir su fuerza, desenvaino su espada y ataco sin miedo frío y mortal como el invierno que representaba. Taemin se puso de pie tan rápido como pudo y despues de mas de trecientos años ambos hermanos los que siempre pelearon juntos se prepararon en guardia.

Wendigo por primera vez dio un paso atrás, Jonghyun estaba listo para apoyar a su señor, pero Taemin volteo a él mientras Kyungsoo hacia retroceder más al maligno ser.

—Este no es tu lugar Kim Jonghyun, tú lugar es junto a tu príncipe y tu Selee que traerá consigo el regalo más maravilloso que el destino nos da ve con tu hijo, General Kim, y no dejes que nos olviden— Jonghyun no pudo ver más que oscuridad,grito lleno de dolor y de impotencia mas no se quedó asimilando su pena, los príncipes lo habían dejado atrás sólo como un espectador, una estatua que no podía moverse, pero sería tonto creer que el gran general Kim era débil, y lucho internamente, luchaba con su cuerpo para que respondiera.

El frío cortaba como un cuchillo, mientras las rosas rojas oscuras, las flores amarillas y azuladas incluso los lirios y el enorme verde comenzaban a llenarse de blanco, KyungSoo firme  decidió compartir su alma uniendola a su hermano como lo fue antes de sus separación. Wendigo permanencia al frente gruñendo con su enorme boca dentada llena de sangre, era más fuerte, las espadas de los príncipes apenas podían frenarlo abrían su carne y destrozaban su cuerpo pero aquel solo seguía adelante, pobre existencia sin memoria más que el deseo insano del hambre que lo guiaba.
Wendigo estaba casi sobre KyungSoo pero este acortó la distancia y trato de ensartar el filo del metal pero Wendigo soltó un rugido y hecho su cuero atrás apenas librando el golpe

—esto no tendrá fin—gritó el menor, pero el mayor pudo ver a través de los movimientos
—¿siempre hace eso?—pregunto—
—¿el que?—

—echar su cabeza atrás—Taemin pensó en que jamás había podido llegar a ese lugar durante su estancia con él en ese plano.
Ambos se miraron un momento y asintieron.

Como una danza ambos avanzaron al frente cada uno por un costado lo orillaron a defenderse, no daban tregua a pesar del dolor en sus cuerpos por los golpes que Wendigo les pudo infringir a ellos, doblado en un ángulo grotesco se hinco pero movía su deformada cabeza usando sus enormes astas defendiéndose, Kyungsoo sintió un dolor terrible en el codo cuando una de las puntas se clavo atravesando su piel, el rugido de la rotura asombro a los hermanos, era el general Kim quien con su espada había roto una de las cornamentas

—No vuelva a hacer eso mi señor—dijo

—te las arreglaste para salir de ahi, eres increible despues de todo.

Un latigazo de dolor recorrió el brazo del príncipe KyungSoo— debemos arrancarle la cabeza, solo así esto va a terminar

—tu puedes hacerlo JongHyun, nosotros lo frenamos, solo tendrás un momento
— como usted lo ordene— obedecio entendiendo la despedida

El animal enloquecido por la rabia la desesperación y las ganas de consumir se movió torpemente, Taemin permaneció de pie firme y no evitó el golpe de las enormes garras que se incrustaron en su pecho, la sangre no tardó en salir de su boca y la herida pero lo sostuvo con sus manos y las raíces salieron del suelo sujetando a wendigo en una trampa en la que quedó inmóvil,Taemin murió de pie aun con su espada en sus manos, aun así wendigo liberó su brazo contrario pero el príncipe Kyungsoo aprovechó al momento y las estalactitas le cruzaron el cuerpo anclandolo  en su lugar saltaron astillas de hielo , el cuerpo de Kyungsoo cayó inerte en el suelo dejando asi ambos príncipes al hijo de Hécate indefenso.

Tan pronto como pudo JongHyun embistió con su espada contra el cuello del enemigo, de un movimiento salvaje corto los músculos—Muere— le ordenaba con sus brazos repitiendo los movimientos, el sonido del metal golpeando el hueso era grotesco, la sangre salpicaba su cuerpo su rostro y la blanca nieve se derretía por el líquido caliente en riachuelos. No se detuvo y no se contuvo, cuando la parte superior se desprendió el siguió por instinto devanando lo que quedaba del cuerpo del monstruoso ser, cayo de rodillas impotente por que, no pudo hacer mas nada.

Ahora  quedaba para Jonghyun, solo esperar, pensó en Minho y JongIn mientras llevaba consigo los cuerpos de los príncipes lejos de los restos que comenzaban a consumirse de wendigo.

Miro el cielo azul, que poco a poco empezaba a desaparecer y las estrellas se asomaban, sintió y reconoció de a poco el jardín de la mansión, no lo sentia una victoria, miró a su izquierda Kyungsoo a pesar de todo pudo tener paz interior antes de partir sabiendo que no dejó a su hermano al que más amaba solo, sin dudas era el omega de los weres y selene lo honraría como tal, se sintió tremendamente fascinado de poder decir que pudo ser su compañero de batalla, miró a su izquierda mientras salían del alma de su señor, sabía que por fin pudo descansar en paz, él quien lo dio todo, a quien le robaron la luz, quien jamás conoció más que el dolor y quien hasta su último suspiro les regaló la oportunidad de ver otro amanecer. nadie más que el Príncipe Taemin.

Antidoto para Vampiros (2min)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora