Laurent sabía que esto era inútil, que un recién nacido no escucharía, menos un niño. Lo más probable es que terminara del otro lado de la pared y persiguiendo a un potencial asesino en masa, pero no le dolía intentar.
"Debo suponer que te estarás preguntando que está pasando. Es complicado y difícil de digerir, por lo que recomendaría que te sientes".
Sophie lo miro desconfiada e inspeccionó brevemente sus alrededores. Se encontraba en una simple habitación desprovista de muebles además de una cama en el el medio, que es donde supuso Sophie que se despertó. Rápidamente volvió sus ojos a Laurent y lentamente se sentó a una distancia de cinco pasos en el suelo frente a el.
Laurent le lanzó una mirada divertida a Sophie y procedió a explicarle suavemente.
"Como ya habrás notado, yo no soy humano. No tengo latido, no respiro, mí ojos no son de este color por albinismo y para poder salvarte tuve que convertirte en lo que soy". Sophie noto el conflicto en la mirada de Laurent. No parecía particularmente arrepentido de haberla salvado, pero tampoco parecía feliz.
Miles de preguntas pasaron por la cabeza de Sophie, pero una se destacó.
"¿Por qué me salvaste?". Su voz era tan suave y pequeña que Laurent apenas logro escucharla.
La expresión de Laurent se suavizó y sus ojos adquirieron una ternura que sorprendió a Sophie y envío un pequeña sensación a su pecho que no reconoció.
"La mujer y el bebe a los que salvaste eran mí descendencia, más precisamente mis bisnieta y tataranieto. Yo estaba demasiado lejos para llegar a tiempo para evitar su muerte y estoy profundamente agradecido de que los salvarás, por eso te ayude". Laurent inclinó la cabeza en dirección a Sophie en una muestra de respeto. Sophie no estaba muy segura como responder a si que tambien inclinó su propia cabeza en respuesta.
Laurent dejó escapar un gran suspiro y miró directamente a los ojos de Sophie. "Yo soy lo que se conoce como un inmortal, un vampiro y ahora tú también lo eres, o al menos en su mayor parte". Laurent rompió el contacto visual con Sophie y chasqueo la lengua en un raro momento de nerviosismo. "Entre los vampiros hay un aquelarre que vendría a ser una especie de realeza vampírica, por así decirlo, que establece y regula nuestras leyes para evitar nuestra exposición. Hay varias normas que debemos cumplir, pero las dos más importantes son no exponer de ninguna manera a nuestra especie y no crear niños inmortales. El castigo por no cumplirlas es la muerte".
Laurent hizo una pausa para ver si Sophie estaba entendiendo todo lo que le estaba diciendo hasta ahora. Se sorprendió gratamente por encontrar pequeños ojos rubíes curiosos en vez de asustados, confundidos, furiosos e irracionales como él esperaba.
Cuando se convertía a un humano en un vampiro su mente humana que antes solo podía pensar una cosa a la vez pasa a evolucionar y acelerarse con la capacidad de acomodar y comprender varios conceptos complicados al mismo tiempo y a una velocidad asombrosa, pero debido a que el recién nacido suele ser dominado por su sed de sangre y nuevos instintos este hecho no sale a relucir hasta que pasa alrededor de un año para que el recién nacido pueda adaptarse, a veces mas. La niña que tenía ante el no solo parecía racional, si no que también comprendió y acepto todo lo que le estaba diciendo y no pareció molesta por qué le acabaran de informar que ya no era humana. Laurent había escuchado que los híbridos inducidos eran completamente diferentes, pero el comportamiento de esta niña era una locura.
"Si estoy entendiendo lo que me estás diciendo, ¿entonces por qué me convertiste poniendo en juego tu propia vida?. Sin ofender, pero pareces más el tipo de hombre que prioriza su propia seguridad antes que a los demás". La campanita de voz de Sophie saco a Laurent de sus pensamientos y volvió su atención hacia el rostro de la niña.
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El Destino nos une, pero nosotros tomamos la elección.
FanfictionEra tan fácil como sentarse allí y esperar que el hambre, la sed, la neumonía o cualquier otra necesidad o enfermedad la matará. Pero las cosas nunca iban como ella quería y cuando decidió no desperdiciar una vida que ya creía pérdida, no se sorpren...