• AD TEMPUS INTERMISSUM• (KookJin)

Castigo

No podía.

Su mente de negaba a estar pasando lo mismo de aquella vez. ¿Porque demonios de había vuelto tan inservible?.

Podía escuchar sus pasos acercarse,  su cuerpo temblaba ante el tacto ajeno.

— Por lo visto no perdiste el tiempo y contaste todo — el sonido de un látigo se escuchó en la habitación — Dime un cosa acaso pensaste que no sabría lo que estabas haciendo ¡¿Eh?!.

SeokJin gimoteo de dolor cuando JungKook ajusto más las esposas y su piel estaba en contacto con el aire.

El había intentado de todo por zafarse de JungKook y hasta grito fuerte esperando que alguno de sus vecinos llamara a la policía o salgan de sus casas pero nada. Y gracias a ese grito se gano una bofetada que término por romperle el labio.

Esta vez no era una parte de su ropa la que tenia en la boca sino cinta adhesiva  la cual no permitía que emitiera algún sonido.

Escuchó como JungKook se volvía a alejar. Pero esta vez la puerta fue cerrada suspiro aliviado pero lo que no espero es que JungKook cerrará con llave.

Escucho de nuevo los pasos y ahí lo supo, JungKook lo había encerrado con él en su habitación.

Trato de mantener la compostura mientras su respiración se hacia más agitada.

— Tu y tus estúpidos intentos de salvarte te hundieron más — se puso en cuclillas a la altura de Jin — Los vídeos que JiMin vio no son los reales, es decir, son vídeos antiguos de otro hospital — un jadeo ahogado se oyó, ¿Que se supone que significaba eso? Todo había sido en vano, Jin seguía recriminandose cuando escucho la risa de JungKook — YoonGi — sonrió de lado — Me encontró.

¿Qué?, su mirada se fue hacia la ventana la cual yacía cerrada. YoonGi lo sabía y ¿Porque no llamo a la policía?. Se suponía que lo estaba ayudando, o tal vez eso había pasado hoy, entonces ¡Estaban buscando en el lugar equivocado!. Tenia que ver la forma de llamar al pálido y comunicarle esto.

— Eso fue hace cuatro días.— comentó como si pudiera leer sus pensamientos.

Cuatro días. El había estado una semana en el hospital viéndole la cara todas las tardes. Bien, tenia que darle la ventaja de la duda. JungKook mentía, simple, que puedes esperar de un enfermo mental, pero también que ganaría él. Un dolor insoportable  inundo su cuerpo cuando sintió la cinta ser quitada bruscamente de su boca.

Sus labios le ardían contando que le picaban, de manera automática paso su lengua por sus labios humedeciéndolos y tratando de aliviar el ardor.

— Me gustaría follar tu boca.

Los ojos del pelinegro se fueron directo al rostro de JungKook el cual tenia la vista fija en sus labios.

No, no iba a pasar, si lo hacía Jin lo dejaría sin poder procrear, no importaba si sentenciaba su muerte era lo de menos, aun tenía un poco de dignidad.