Se los voy a dar de una vez 🥰
Después de aquella visita de mi madre permaneció encerrada en mi habitación, pero solo pudieron ser un par de horas antes de que Madame Josephine se presentara en mi puerta cargando mil cosas que serían para empezar mis clases.
-La taza se toma asi- dijo, solo podía escuchar su voz pero realmente no estaba prestando atención. -¡Juliet!- grito levemente llamando mi atención.
-¿Así?- dije darramandonun poco de te en el proceso.
-Debi impedir a toda costa que te eligieran...- llevo una mano al puente de su nariz.
-Si le sirve de consuelo, hubiera apoyado esa idea- dije limpiando la mancha de te. -Tardare años en estar lista- aclaré inocentemente.
-De ninguna manera, estarás lista o dejo de llamarme Josephine Mcmillan- aclaro volviendo a tomar la taza y dando un sorbo.
-¿Y cual será su nuevo nombre?- bromeo antes de ocultar mi risa detrás de mi mano.
-Niña insolente- lanzó su servilleta sobre la mesa para enseguida levantarse y abandonar mi habitación.
Me dejé caer en la silla aquello empezaba a ser una pesadilla, no siempre correría con la suerte de deshacerme de Josephine.
Mire mi vestido, está realmente no era yo, una vez lo intente y falle catastroficamente, aún recuerdo aquella cena, la vergüenza que recibió mi padre por mi culpa.
-Necesito un baño- me levante y agarre mi cabello en un moño para darme un baño de Tina, relajarme con un par de sales aromáticas seria lo mejor en estos momentos.
Una vez dentro de la tina y con un aroma a rosas llenando el baño pude cerrar los ojos disfrutando de mi tiempo de paz y tranquilidad.
No puedo recordar cuento tiempo estuve en la misma posición que hasta creo dormirte un poco, pero el sonido de pasos me alertó.
-¿Debí esperar por ti?- escuche una voz.
-¿Quien es?- tome mi toalla para envolver mi desnudez.
-Yo cariño- vi el hombre que atravesó mis puertas, lo reconocía, era el ahora prometido de Tamara.
-¿Que hace aquí?- dije nerviosa. Esto nunca me había pasado.
-Solo quería decirte que esperaré por ti, elegir a Tamara solo fue para ganar tiempo, mi padre estaba para presionarle y sobre ninguna cosa dejare que Max se casé contigo- dio dos pasos acercándose peligrosamente hasta mi.
-Yo...- quería alejarlo. -Le voy a pedir que salga y me de la privacidad que merezco- apreté más la toalla entre mis manos.
-Querida, un día nos cansaremos y tu serás toda mia- puso su mano en mi mejilla -Hare que me quieras y seré tu esposo- alejo su mano.
-No estoy en venta- dije ligeramente molesta.
-¡No, no lo estás!- o por Dios, ¿Que hace el aquí también? -Ella es mía Albert, ella será mi esposa- aclaro aquel hombre que parecía se estaba convirtiendo en mi sombra.
-Lo veremos Max- salió rozando su hombro con el de el, dejando en claro que aquello era una lucha. Lastimosamente yo estaba en medio.
-Gracias por defenderme pero yo podía sola y sobre lo otro no seré esposa de ninguno- me crucé de brazos bajando un poco la guardia.
-Cariño lo serás ¿Y sabes por qué?- lo rete con la mirada a contestar -Porque haré que me ames así como tú lograras que yo te amé- y sin decir más se dio media vuelta dejándome ahí en medio de mi cuarto de baño pensando en sus palabras.
Ningún hombre en su posición social quiere enamorarse.
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NOVIA A LA MEDIDA (DISPONIBLE COMPLETA EN "SUEÑONOVELA")
RomanceCrear la chica perfecta no es facil, pero Máximiliano lo hará, encontrando que prefiere a la mujer imperfecta que intenta cambiar, que una perfecta.