El Rey León: La Reina Adira

3. Adira

En la punta de la roca del rey de Pridelands, un viejo león pelirrojo hablaba con dos leones adolescentes, una leona crema, un león pelirrojo más joven y una leona melocotón.

—Ah si, cuando era joven, yo era un galán—dijo revolviendo la melena de uno de los jóvenes con su pata—Cuando vivía en la jungla antes de casarme con su abuela conocí a una linda leopardo, Fua.

—¿Linda?—cuestión Nala alzando una ceja.

Simba le dio un beso en la mejilla a Nala—Jamás más hermosa que tú.

—¿Saliste con una leopardo, abuelo?—preguntó incrédulo uno de los adolescentes.

—Fue algo así como mi primera novia.—rio recordando esos tiempos—Y recuerdo bien que Timón y Pumba estaban vueltos locos porque pensaban que ella se los iba a comer. Me prohibieron verla pero yo me escapaba para ir a verla.

—El rebelde—le dijo Nala a Kion.

—Solo salimos un par de veces hasta que en nuestra primera cita real la invite a cenar escarabajos de estiércol. Se asqueó y no volví a verla.

Los cachorros se rieron. Uno se encimo sobre Simba mientras que el otro jalaba de su melena.

—¿Cómo está tu espalda abuelo?—preguntó Nuka.

—Chicos, tengan cuidado—les hablo su madre.

—Esta bien, Vitani—le respondió—Ya me siento mejor, solo tenía que descansar un poco.

Tovo rodó hacia el suelo y se cubrió su cabeza del ardiente sol con sus patas—Hace mucho calor y si vamos al manantial a nadar.

Su hermano se levantó con entusiasmo—¡Buena idea!

—No chicos, no pueden ir ustedes solos—los detuvo su padre—Y Ono está trabajando, no puede acompañarlos.

—Todavía no es muy tarde, Kion—intervino Simba—Dejalos ir a jugar.

Kion se volteo hacia Vitani para saber su opinión.

—Esta bien pero los quiero aquí antes de que se meta el sol—aclaro Vitani.

Los leoncitos se levantaron con rapidez y bajaron felices de la roca del rey.

Cuando estos se fueron Kion se volvió hacia su padre—¿Así que ahora te parece buena idea que vayan por ahí caminando solos?—lo cuestionó alanzado la ceja.

—Estarán bien—Simba se acomodó para dormir—Ya son bastante mayores.

Kion le reclamó en un tono de bromeando ofendido—A mi nunca me dejaste salir de casa sin Zazu hasta que me creció por completo la melena.

Eran otros tiempos—Se volteo para que su hijo no viera su sonrisa burlonesca—Había más peligros en ese entonces.

—Eso no es justo papá—declaró.

Nala y Vitani trataron de contener su risa.

Mientras, en las praderas una joven leona adulta de pelaje caramelo de ojos azul oscuro se encontraba hablando con dos líderes. La líder de los elefantes y el líder de las jirafas.

—Si llegan a tener problema con la comida otra vez, avísenos con Ono.

La elefante asintió—Gracias, Princesa Adira. Nos ha quitado una gran preocupación.

El tiempo había pasado y Adira se había convertido en una fuerte y hermosa leona.

Al final todos esos acompañamientos de patrullaje con Simba la hicieron aprender todo acerca del reino. Desde cachorra siempre había mostrado gran interés en tomar el lugar de su abuelo, fue muy obvio para todos saber quién sería la sucesora de Simba.