4. Sabia es Makini

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Al día siguiente el príncipe Noa y sus leones se prepararon para ir rumbo a Pridelands.

En su escolta se encontraban tres leonas adultas, Natan, Makia y Tafari.

Antes de irse Jahan tuvo unas palabras con la escolta.

—Está unión es crucial para todos—dijo caminando de un lado a otro—El comportamiento de todos será clave para garantizar la alianza. Recuerden esto, Pridelands es tan prospero que ni siquiera necesita aliados, por lo tanto tiene el lujo de rechazar a cualquier manada solo por capricho, si no casan a la princesa con Noa, buscarán a cualquier otro de cualquier otra manada.—Se detuvo enfrente de Tafari sin mirarlo—Les advierto que cada uno debe cumplir con sus responsabilidades sin estorbar, ni causarle problemas a Noa. ¿Quedó claro?

—Si señor—respondieron todos.

Makia que estaba a lado de Tafari le susurró—Parece que el discurso fue más para ti.

—Es obvio—le respondió con la misma cautela.

Y con esto se pusieron en marcha con el león de pelaje rubio y melena café liderando a la cabeza del grupo. Después de un rato el león color canela caminó a su lado para charlar.

—No estoy seguro Tafari—dijo Noa—estoy abierto a conocer a Adira pero no puedo evitar sentir presión por parte de mi padre. Creo que siempre seré una decepción para él.

Tafari pensó al principio que la dureza de Jahan a Noa era causa de que estaba creciendo y de que ahora ya era un adulto que pronto se convertiría en rey. Jahan siempre fue un padre exigente pero hubo un tiempo donde solía ser más cariñoso y menos amargado.

—No confía en mí, nada de lo que hago es suficiente—Noa sacó un suspiro.

Noa tenía las cualidades, al menos las qué que su padre principalmente exigía; era buen guerrero, era buen cazador, sabía dirigir. Sin embargo los métodos del rey para preparar al príncipe solían ser más críticos que motivadores.

Tafari conocía bien a Noa, sabia cómo eso lo afectaba.

Noa era muy obediente, demasiado, el hecho de que no mostrara resistencia alguna a este cortejo planeado por su padre era muestra de que el no tomaba en cuenta sus propios sentimientos, así como Jahan no lo hacia.

—¿Cómo crees que será ella?—preguntó Noa.

—Una leona horrible—hablo metiéndose en medio la leona más joven de la escolta—tuerta, con dientes chuecos, una enorme nariz y un pelaje áspero.

Tafari y la leona rieron.

—Hablo en serio, Makia—respondió.

—Vamos, tiene razón—dijo Tafari—lo peor que te puede pasar es que su padre te arrastre hacia los cocodrilos para que te devoren... o que simplemente tropieces al saludarla.

Esta vez Noa rio entre dientes.

—Se caballeroso con ella—le aconsejó Makia—Solo se tú. Si ve que eres sincero será amable contigo, bueno, eso espero. ¿Crees que sea una princesa delicada y mimada?

—No creo—dijo Noa—Por lo que se, Pridelands ya ha tenido antes como sucesora a leonas, no arriesgarían su reino poniendo a una inútil en el trono.

—Nunca se sabe. No es tan descabellado lo que dijo tu padre.—hablo seriamente Tafari—Tendremos que tener cuidado sobre nuestro trato hacia ella. Puede que no sea una inútil pero hay que recordar que ella será la reina de un gran reino, tendrá mucho poder. Podría ser una aliada o una enemiga.

—No necesitamos más enemigos—dijo Noa—Espero que sea la primera opción.

Hubo un momento de silencio cuando Noa habló—Bueno, al menos uno de los dos dejará de ser soltero. Tú que me dices Tafari. ¿Tienes a alguien en mente?

El Rey León: La Reina AdiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora