9. Lealtad por encima de Todo

381 29 13
                                    

La joven reina despertó al alba, aunque no había dormido por completo en la noche aún había despertado con energía suficiente para llevar a cabo sus tareas.

Recorrió sus terrenos recibiendo cordiales saludos de una gran variedad de súbditos, escuchó el reporte matutino por parte de Ono y resolvió los problemas que requerían de su atención. Más tarde fue a reunirse con la manada para comer.

Ahora que Adira protegía las fronteras, Vania se encargaba de remplazar a Nala en ser la líder de cazaría. Trajeron a un gran animal y se alimentaron.

La leona pensó en su conversación con Tafari y buscó a su abuelo para tener asesoramiento.

Simba escuchó teniendo mucho interés en saber cómo iba la relación de Adira con Noa. El viejo león, al igual que muchos otros se habían dado cuenta de que evidentemente a Noa le gustaba Adira.

—Tengo interés en ayudar a la manada de Tafari

—¿De Tafari?—preguntó Simba

—De Noa—corrigió—Sospecho que varios de los leones que atacan debieron ser parte de la manada de Kazin y por eso no nos han atacado.

—Y eso solo te lo dijo Tafari—reafirmó.

Adira asintió.

Simba analizó la situación. Enviar refuerzos a otro reino era un acto solidario, pero tenía sus riesgos considerando que aún no se habían unido las manadas. Primero porque no conocían al líder, menos a la manada y no sabían qué valores los predominaban. Si enviaban leones allá debían hacerlo con la seguridad de que habría una confianza mutua. Sin sorpresas, engaños o mentiras.

—¿Y te parece que sea de confianza?

—No parecía que estuviera mintiendo.

Simba no estaba del todo seguro si sería prudente, por otro lado, sabía que Adira era muy cuidadosa.

Desde cachorra siempre había sido generalmente amable, pero también actuaba de forma precavida con desconocidos. Se tomaba su tiempo para confiar en alguien. Todos los que la conocían sabían que ella se daba su tiempo de conocer a alguien antes de dar su confianza.

Adira no era alguien fácil de engañar.

El león confiaba plenamente en el juicio de su querida nieta y si ella confiaba en ese león llamado Tafari, era porque probablemente era sincero.

—Si... el resto de la manada es igual a Tafari, entonces no veo ningún problema. ¿Qué me dices de Noa? ¿Te ha comentado algo al respecto?

—No, pero voy a hablar con él.

—Yo te aconsejaría que observaras bien su escolta, observa cómo se tratan entre ellos. Si consideras que son de confianza, hazlo.

—De acuerdo, eso haré—dijo retirándose.

—Adira—le habló antes de que se fuera—Agradezco que tomes mis consejos en consideración, pero quiero que sepas que no necesitas mi aprobación, ahora tú eres la reina, tú tienes la decisión final. Si es tu deseo ayudar a esa manada... confío en ti.

Adira sonrió ante las gentiles palabras—Gracias abuelo.

Antes de volver a patrullar vio la pequeña escolta del príncipe y decidió tomarse un rato para convivir con ellos.

Curiosamente vio que entre ellos había una leona alejada del grupo, así que decidió ir con ella.

La joven leona era de pelaje canela y ojos azul claro, viéndola más de cerca Adira asumió quien podría ser—Hola—saludó.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 13, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Rey León: La Reina AdiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora