1:El comienzo

868 43 13
                                    


¡Hola! Yo soy Marinette, y estoy muy feliz de poder contarte mi historia... ¿Por donde empezamos?... Tal vez por mi nacimiento... No, eso no le interesa a nadie Marinette... Bueno, mejor empezamos por el día de hoy, casi un evento para mi.

Ahora nos encontramos en la parada del metro esperando al mismo.

Aquí conmigo están Alya,Nino, Luka, Juleka y mi amor platónico, Adrien. En resumen, Alya es mi mejor amiga, y es la encargada de acegurarse de que no olvide mi cabeza en el baño, ella y Nino son novios desde hace ya seis meses; Nino es el mejor amigo de Adrien y un DJ genial; Luka es el hermano gemelo de Juleka, es un gran guitarrista y la persona a la que debes acudir si necesitas llorar; Juleka es mi amiga, ella siempre está ahí cuando la necesitas y siempre esta dispuesta a defenderte si lo necesitas, y desde hace una semana novia de Rosita, otra amiga que no vino con nosotros; Adrien es un modelo súper famoso de la marca de ropa de su padre, Gabriel Agreste, el mejor diseñador de Paris.

   Y Finalmente yo, a simple vista soy una adolescente normal de catorce años pero hay algo que me hace diferente, y es que yo poseo una joya especial y mágica que me otorga la habilidad de transformarme en una superhéroe, con el poder de la creación, para defender París junto con mi fiel compañero ChatNoir quien posee una joya del mismo origen que la mía, que le otorga el poder de la destrucción, lo que tienen en común nuestras joyas es que solo nos otorgan estos poderes al ser activadas, luego tenemos un tiempo límite para volver a la "normalidad".

    Pero bueno ya me estoy yendo por las ramas, el ruido característico del metro llegando a la estación me trajo de vuelta al mundo real, así que golpeo ligeramente el brazo de Alya quien hasta ese momento estaba con la nariz en su celular.

Cuando las puertas del metro se abrieron salieron por ellas un montón de personas vestidas de negro, con máscaras cubriéndoles todo el rostro y con armas, con las cuales nos apuntaron a todos los que estábamos en la estación, algunos intentaron huir pero había mas personas como ellos en las escaleras para evitarlo, nosotros seis nos limitamos simplemente a levantar las manos en señal de que no traíamos nada, lo cual tampoco sirvió de mucho ya que nos trataron con mucha brusquedad al llevarnos a un rincón de la estación y dejarnos amarrados y amordazados, supongo que para evitar huidas, cuando pudimos ver al resto de la estación pudimos percatarnos, Adrien y yo, que estaban separando a todas las personas en grupos de seis los cuales eran "custodiados" por dos guardias cada uno.

    Cuando lograron amarrar a todos salió de uno de los vagones un hombre mucho más corpulento que el resto vestido exactamente igual, el cual iba pasando por cada grupo, y le daba ciertas órdenes a sus compañeros, según lo que vi, a veces les ordenaba registrar a cada una de las personas para revisar si tenían algo de valor y otras veces revisaba una lista y daba la orden de que se llevaran a ciertas muchachas dentro del metro, obviamente todas se resistieron todo lo que podían, así que optaron por dormirlas con ayuda de un pañuelo, el cual asumí que tenía alguna sustancia adormecedora. La imagen me asustó en sobremanera, así que volteé a ver a mis amigos para comprobar su estado, al primero que vi fui a Adrien, debido a que lo sentaron a mi lado,  quien me miraba igual de preocupado que yo, diablos, si al menos pudiera alcanzar mi celular para alertar a la policía. Luego volteé a la derecha y me encontré a Alya y Nino abrazados como podían, ambos con los ojos cerrados, seguro ninguno quiere ver lo que esta sucediendo, y no los culpo, yo desearía no estarlo viendo; a su derecha estaban Luka y Juleka en la misma situación.

Cuando volteé al frente de nuevo pude ver con horror que habían llevado a casi todas las chicas, y que a nosotros se nos acercaban cuatro de los ladrones lo que provocó que Adrien tomara una de mis manos, las cuales se encuentran amarradas detrás de mi espalda al igual que las de el, mientras intenta cubrirme con su cuerpo de la vista de los sujetos enmascarados, yo intente sonreírle, a pesar de que sus intentos de cubrirme son totalmente en vano, cuando sentimos las pisadas lo suficientemente cerca levantamos la vista, lo que nos permitió ver al hombre de la lista acercarse a nosotros junto a otros cuatro hombres sin prestarnos mucha atención, cuando volteó a vernos a nosotros seis nos miró de pies a cabeza, poniendo especial atención a donde estamos Adrien y yo, lo cual solo hizo aumentar mi miedo provocando que inconscientemente me pegara más a Adrien, el cual no puso objeción alguna y muy al contrario apretó ligeramente mi mano, miré fugazmente a Adrien, solo para darme cuenta que sigue mirando a los hombres de las máscaras, yo imite su acción. Pude notar como el hombre de la lista revisaba esta rápidamente y luego nos miraba, lo vi buscar mucho, hasta que susurró un "¿Que más da?" Para luego hacerle una seña a sus secuaces quienes rápidamente empezaron a forcejear con Luka y Nino, intentando llevarse a Alya y Juleka. Yo también quería ayudar a que no se las llevaran, pero Adrien hizo presión con su mano para evitar que yo me moviera de mi lugar, intenté liberarme igualmente pero justamente llegaron  hacia nosotros otros dos sujetos, con claras intenciones, así que mantuve el agarre de Adrien y lo miré, esta vez si me miró, su cara demostraba que estaba igual de asustado que yo, pero que no dejaría que eso lo detuviera en este momento crítico, no fueron más de dos segundos cuando volvimos a mirar al frente, cada uno con la vista fija en uno de los sujetos, listos para reaccionar.

     Cuando el sujeto que se acercaba a Adrien estuvo lo suficientemente cerca, con una sincronía casi robótica Adrien soltó mi mano y dio un salto como pudo hacia mi puesto, permitiéndome a mi rodar por el suelo, cambiando de puesto con él, aproveché el instante de confusión de los sujetos para levantarme de un salto y golpear aún con mis manos atadas la nuca de uno de ellos, dejándolo inconsciente al momento. Otro sujeto intentó acercarse a mi, pero Adrien le dio una patada en la rodilla y luego en el estomago logrando hacerlo retroceder algunos metros, me volteé para descubrir a Adrien ya de pie, en esos momentos realmente no quería ni podía pensar en cómo habíamos logrado esto, y poco me importaba. No me dio tiempo a reaccionar para cuando llegaron más sujetos con nosotros quienes sin perder mucho tiempo empezaron a intentar someternos a Adrien y a mi, ambos estábamos peleando espalda con espalda como más podíamos, pero, a pesar que logramos dejar inconscientes a dos de los sujetos, otros dos nos llegaron de sorpresa y nos empujaron fuertemente, haciéndonos caer a ambos al piso y chocar con una pared, golpe que claramente nos dejó sin mucha fuerza y adoloridos, volteé a verlo encontrándome con sus ojos con claro agotamiento reflejado en ellos, y su cara de modelo empapada en sudor, y yo no debía estar mejor, miré a la entrada del metro y nadie entraba ni salía, solo veía la rejilla con un candado en ella y a los sujetos acercándose a nosotros de nuevo, yo cerré los ojos, ya no había nada que hacer, oía los pasos apresurados de los enmascarados acercándose, cuando sentí a alguien tomando mi mano y apretando sus dedos con los míos, rápidamente abrí los ojos y miré a mi lado sorprendida, encontrándome a Adrien aún con agotamiento en sus ojos, pero ahora con una mirada más severa, diciéndome que no se rendiría tan fácil, ahora si sonreí, aunque la mordaza no lo dejara ver, y volteé de nuevo al frente, dispuesta a hacer tiempo hasta que llegara la policía, pero un grito me sacó de mi concentración momentáneamente.

    –¡Tenemos confirmación del jefe! – gritó un sujeto desde dentro del metro, en ese momento cinco hombres se nos abalanzaron provocando que Adrien y yo cayéramos de cara contra el suelo y a ambos nos pusieron una especie de pañuelo de mal olor en la boca y nariz, lo cual me empezó a causar adormecimiento, y por mas que ambos intentamos resistirnos e intentamos mantener nuestras manos juntas... Al final caímos en la inconsciencia.

Secuestrada por el malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora