4: ¿que te hicieron Princesa?

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Narra ChatNoir

Luego de salir de mi felicidad inicial por haber encontrado a Mari empecé a revisar en silencio tanto los alrededores como el interior del edificio, o al menos lo que se logra ver desde afuera, asegurándome de que las cámaras de seguridad no me captarán cuando suba a rescatar a Mi princesa... Mi princesa, ¿suena bien verdad?.

Luego de un rato de inspeccionar encontré el punto exacto desde el cual puedo llegar a la habitación de Mi princesa sin ser visto por las cámaras de seguridad, rápidamente me ubico justo en ese lugar y con ayuda de mi bastón me impulso hacia arriba llegando justo al balcón de la habitación donde tienen a Mi princesa, me acerco silenciosamente hacia la puerta de cristal del mismo y cuando veo a través de el es como si un peso que no sabia que tenia sobre mis hombros se hubiera ido al verla allí dormida tan serena, en esa cama, miro a Tikky y está abre la puerta de vidrio que me separa de Mi princesa y luego paso silenciosamente a través de esta, aunque aparentemente no lo suficiente ya que al cerrar la puerta del balcón Mi princesa se sentó de inmediato en la cama viendo para todos lados hasta que dio con mis ojos verdes que seguro deben estar resaltando de la oscuridad.

– ¿ChatNoir?, ¿eres tú? – pregunta confundida mirándome en la oscuridad, yo no resisto más y me tiro en su dirección para abrazarla, si querer ambos caemos en la cama, pero no me importa, me importa saber que Mi princesa está a salvo de nuevo, y como bono extra está entre mis brazos, así que está a salvo entre mis brazos.

– Me tenías preocupado princess – digo aún abrazándola y con mi cara en su cuello, nunca me había fijado en que su pelo huele a galletas recién horneadas.

– Estoy bien Chat, hasta donde sé no me han hecho nada grave aún – dice devolviéndome el abrazo pero no disfruto mucho de el ya que me separo de su cuello para verla a los ojos.

–¿Hasta donde sabes?,¿Grave?, ¿Aún?–le pregunto viéndola a los muy preocupado y un poco enojado con la idea de que alguien haya tocado a Mi princesa, ella desvía la mirada moviendo su cabeza para un lado, pero yo le tomo delicadamente la mejilla haciendo que me mire de nuevo, logrando ver así algunas lágrimas acumuladas en sus hermosos ojos azules – ¿que te hicieron Princesa?– tarda un rato en reaccionar de algún modo, logrando que me preocupe más, cuando de pronto ella me abraza del cuello y empieza a llorar en él, yo inmediatamente correspondo al abrazo al mismo tiempo que trato de no aplastarla y mientras mi enojo y preocupación incrementan con cada lagrima que suelta. Luego de un rato me siento en la cama con ella en mis piernas aún abrazándome y yo igual. No hablo, no pregunto, sólo le digo palabras para tranquilizarla, luego de unos minutos, segundos, tal vez horas, no lo sé, pero siento cómo su llanto va disminuyendo poco a poco y es entonces cuando decido preguntar de nuevo –¿Quieres decirme que te hicieron Princesa?.

Narra Marinette

No sabia por que hasta ahora me habían empezado a salir lágrimas, no sabia por que las estaba desahogando con este Gato, no sabia tampoco por qué, pero le conté todo lo qué recuerdo qué pasó en aquel lugar, desde el momento en que me desperté hasta que me dormí con lujos de detalles, cambiando un poco la parte donde Tikky salía de mi chaqueta diciéndole en vez de eso que ella llegó por una puerta diciéndome que Ladybug le mandó a cuidarme.

– Lo siento mucho princesa – me dice Chat mientras me abraza – pero ahora mismo te sacaré de aquí – dice y se intenta levantar conmigo en brazos pero yo rápidamente me bajo de sus piernas y le tomo un brazo para que no se levante.

– No puedo irme Chat, ellos tienen a mis amigas secuestradas, les hacen cosas horribles, no puedo irme y vivir tranquila sabiendo que ellas están aquí sufriendo, y aunque las autoridades logren llegar aquí, seguramente ya se las habrán llevado a otro lugar, y a mi me podrían volver a secuestrar Chat – le tomo la mano y lo miro a los ojos – no puedo irme ahora, si algo de eso llegase a pasar con mi partida ahora de este lugar me sentiría horrible, tal vez al próximo lugar no nos puedas encontrar, y no quiero eso – lo abrazo ocultando mi cabeza en su cuello – dime que lo entiendes por favor – siento sus brazos rodeándome en un tierno abrazo.

Secuestrada por el malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora