Diario de una universitaria

II

Querido Amigo:

Cuando estábamos pequeños y nos preguntaban ¿Qué quieres ser cuando seas grande? Estoy segura de que el 95 por ciento de los niños respondían que querían ser como su papá o doctor/a, que querían ser bomberos o policias para salvar el mundo, tal vez abogado/a como mi hermana quien suele decir que será abogada para ayudar a las personas humildes. Siempre la molesto diciéndole que será "abogada de lo mal hecho", no lo digo en serio, sé que será una buena persona. En fin, al punto que quiero llegar es que todos de pequeños soñamos en grande, deseamos servir al mundo. Recuerdo que cuando tenía 3 años me gustaba peinar el cabello de mi abuela Nena, y solía decir que tendría mi propio salón de peinados. Luego cuando entré a la escuela, no tenía muy claro lo que quería ser, mi mente no estaba en querer ser, estaba en llegar a ser. Pero, cuando entré a  primero de bachiller decía que quería ser traductora, hablar varios idiomas, etc. Sin embargo, mis alas fueron cortadas por personas que decían que aquello no se veía como una carrera universitaria, que tendría que escoger algo más. Entonces dije: "Mejor estudio psicología en la Universidad e idiomas en algún Instituto". ¿Por qué psicología? Porque sentía que mi intelecto a la edad de 15 años era mayor que los chicos de mi edad, quería conocer los problemas de los demás y buscar alguna manera de ayudar, quería saber que pasaba por la mente de otras personas, si pensaban parecido a mi, etc. ¿Adivinen? Por segunda vez cortaron mis alas, dijeron que esa profesión en mi país no era bien pagada, que luego tendría que estudiar algo más para poder sustentarme. Por tercera vez, me encontraba en blanco, buscando algo para ser en la vida y pensé en estudiar diseño gráfico, me gustaban las artes, los colores, la creatividad, pensé que sería buena, hasta me vi a mi misma en mi propio negocio haciendo arte para empresas, periódicos y revistas. Pero ¿Qué sucedió? Alguien llegó y dijo que diseño gráfico no era para mi porque con aquella carrera no se obtenía trabajo de una vez y por mi condición económica necesitaría un trabajo inmediatamente terminada la Universidad. Yo era la luz de mi familia, una familia de una mamá siendo padre y madre, un hermano y dos hermanas. Yo era el sustento de mi madre, y yo lo sabía, sabía que ella no aguantaría mucho, que por ende debía buscar la manera de ayudarnos mutuamente. Pero tenía que estudiar algo que me gustara y que me diera una mejor vida económica para salir del hoyo en el que estábamos.

También me gustaban leer libros, no tenía género en específico, podía leer historias románticas, fanfic, de ciencia ficción, juveniles, de terror o realistas, no tenía problemas para adentrarme a diferentes mundos y escenarios. Era buena en literatura, amaba a la maestra que impartía esa materia en mis últimos años de bachiller. Patria fue un gran apoyo para mi en aquellos días. Entonces dije: ¿Por qué no estudiar Lengua y literatura mención Educación? Sería una maestra, y así como quería ayudar estudiando psicología, podría hacerlo siendo maestra y ejemplo para mis futuros alumnos. Amigo mio, así fue como llegué a esa conclusión. No lo decidí de la noche a la mañana, me tomó tiempo aceptar y creer en lo que sería y haría.

Aún me pregunto si cuando entre y terminé mi carrera estaré satisfecha y feliz con ella o si seré una persona miserable por haber estudiado algo que en realidad tal vez no me llenaba. Es una decisión difícil, alguien una vez dijo que ir a la Universidad era una de las situaciones más importantes a lo largo de nuestra vida. Por ende, no quería desperdiciar ese apreciado tiempo.

No sé que edad tengas, sólo puedo decir que, solía ser alguien que buscaba la opinión de los demás para sentirme bien conmigo misma y sentir que hacía lo correcto. Por favor, si estás en la misma situación, no seas como yo. No busques aceptación en alguien más que no sea tu mismo, sea lo que sea que quieras hacer con tu vida hazlo, mientras no estés irrumpiendo la ley y tu moral, hazlo.

23 de Julio 2019
Hasta luego, A.