Un destino Tallado en las Constelaciones

Capítulo 13: Enemigos que asechan

Resumen: Con la amenaza de los purificadores latente Naruto toma una decisión drástica sobre el equipo 7. Seikan por su lado empieza a hacer sus primeros movimientos para alcanzar su objetivo, pero esto hará que se aleje del corazón de quienes lo aprecian.

En la oficina del hokage, las malas noticias se acumulan, Konohamaru le contó sobre el ataque que sufrieron durante sus vacaciones; en cuanto la palabra purificador es mencionada un recuerdo vago viene a la mente de Naruto; entonces comienza a buscar entre los archivos de su oficina un documento en particular. Dentro la montaña de papeles logró sacar el documento que buscaba; en este estaba escrito el reporte de misión que Sasuke había entregado hace un par de años.

En este reporte se mencionaba que Sasuke se había enfrentado ya a los purificadores, pero nunca pudo capturar a ninguno para interrogar ya que se autodestruían ni bien eran atrapados, por eso no se tenía claro cuál era su objetivo.

Los encuentros entre Sasuke y los purificadores habían sido esporádicos; esta era la primera vez que se daban conocer sus objetivos.

—Boruto déjame ver tu brazo con el sello —dijo Naruto.

Boruto obedeció y levantó su manga para mostrar el sello que le había sido entregado por Momoshiki.

Naruto entonces usó el modo sabio para confirmar si lo dicho antes por el purificador era verdad. Pasados unos minutos Naruto desactivó el modo sabio; es su rostro se veía la preocupación.

—ustedes tres —dijo Naruto refiriéndose a equipo 7 —debo hablar con Konohamaru así que les pediré que se retiren, pero no sin antes aclararles que todo lo que pasó y todo lo que escucharon aquí no debe saberse.

—porqué deberíamos, si tiene algo que decirle a Konohamaru sensei también nos concierne a nosotros —le dijo Boruto a su padre, pero Naruto se mantuvo firme y no dejó que los jóvenes se quedaran. Boruto se fue entre quejas y murmullos y sus compañeros de equipo los siguieron.

Porqué sigue tratándonos así, ya somos chûnin, pero nos sigue viendo como genin —dijo Boruto molesto.

—se cómo te sientes, pero no hay nada que hacer, hay cosas que no se nos puede decir aún, no hasta que hasta que alcancemos un rango mayor —dijo Sarada siendo la voz de la razón y añadió— aunque debo admitir que me hubiese gustado quedarme a escuchar lo que hablaban; esto es un asunto que nos concierne directamente.

Boruto continuó refunfuñando, y para sacarse el mal gusto de boca decidió invitar a sus amigos a comer hamburguesas; sus compañeros aceptaron y el trío se retiró del lugar.

En la oficina del hokage, Konohamaru discutía con Naruto sobre qué hacer con toda esta situación.

—Naruto, estas seguro de que no pueden quedarse a escuchar, esta situación los afecta directamente —dijo Konohamaru.

—sé a qué te refieres, pero no quiero alterarlos; con la amenaza de los purificadores rondando debemos ser cuidadosos; ahora saben que Sarada tiene el rinnegan, y van también tras el poder de Boruto; Sasuke me había dicho que Momoshiki le había dado ese sello a Boruto, sin embargo no pensé que sería el poder del árbol sagrado; lo que sea que esté buscando apoderarse de ellos dos no es nada bueno; para preservar su seguridad y la del mundo, el equipo 7 tiene prohibido volver a salir de la aldea —dijo Naruto firmemente.

—no crees que estás exagerando un poco —refutó Konohamaru sorprendido.

—claro que no; tenemos a la secta de los purificadores tras ellos y no sabemos qué tipo de grupo son, puede que haya ninjas muy poderosos y peligroso para que los enfrenten ustedes solos; además está el problema de Seikan que también está tras el rinnegan —respondió Naruto.