Amor

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Pov. Normal

Y entonces desde que Donghae declaró su amor y Hyukjae lo correspondió, ambos se han estado viendo en secreto. Por las noches Ha e escapa a la hora de cambio de guardia, camina hasta el jardín y cerca de un árbol escondido y grande, se encuentra con aquel hombre que le robó el corazón.
Su amor es tan puro e inocente, puesto que no han pasado de entrelazar sus manos, abrazarse, hablar de su día y lo más atrevido es darse besos en la frente o el cachete. Esta vez el pequeño castaño va con la intención de no sólo darle la mano, sino, poderle robar suspiros, latidos y su corazón.

-Hyukkie- Cabe mencionar que estos encuentros; siempre van a tener consecuencias.

-Hae- Hyukjae recibió al pequeño en un cálido abrazo y beso su coronilla, le encantaba el olor que Donghae desprendía, lo hacía sentir relajado y con el corazón a mil por hora.

Ambos estaban sentados en la banca que estaba junto al árbol, ambos estaban tomados mutuamente y acariciando los dorsos del contrario, estaban platicando de su día.

-Firme varios papeles- una corriente de aire le hizo estremecer como si fuera gelatina Y su piel se puso como de pollo. Casi podía jurar que el aire había arrastrado un montón de hojas y las había convertido en basura que se te metía a los ojos. Sus pensamientos se fueron al fondo del mar, cuando, su amado paso un brazo por su hombro y lo atrajo más. Si corazón comenzó a latir muy fuerte, como si estuviera saltando mientras canta. Sus mejillas se sentían caliente, cual chimenea cuando el calor esta en su punto, Y su cuerpo aunque primero reaccionó tímido, al final, se abrazó al fuerte torso del contrario.

-¿Tienes frío, cariño?- esas palabras habían salido de la boca del rubio. Habían salido cual mantequilla derretida de su boca, y aunque intentó retractarse, ya era muy tarde, porque Donghae lo veía un hermoso y nostálgico brillo.

- No cielo, ya no- porque eso era Hyuk para él. Era su cielo, aquel que le gustaba encontrarle forma, aquel que le gustaba ver y suspirar en secreto, es el cielo que le ilumina sus noches amargas y es el cielo que espera amar y ver todos los días de su vida.

Se mantuvieron la mirada por unos segundos pues, Hae iba con un objetivo, obtener un beso en los labios.

Había estado pensando en tomar la iniciativa desde que vio a una pareja de novios en el pueblo, desde que vio a Heechul y siwon besarse atrás del Castillo (aunque parecía que se estaban comiendo con amor, claro). Colocó su mano en el corazón del rubio y pudo sentir algo cálido recorrerle al sentir los rápidos latidos. Cerró sus ojos y comenzó a acercarse lenta y tortuosamente, cuando le faltaban centímetros para llegar, pudo sentir el cálido aliento de Hyukjae tocarle los labios, haciendo que mil rayos pasarán por su cuerpo. Y entonces los sintió, sintió la mano (que no tenía ocupada) de Hyuk tomarle la mejilla y fue cuestión de segundos que ambos labios empezaron a encajar como si hubieran sido hechas para estar juntas, como si hubieran sido talladas y colocadas para comprar dos y no una.

Era un beso tierno, cálido y amoroso. Los labios de ambos se acariciaban y saboreaban, como si estuvieran probando el manjar más rico del mundo. Y aunque no duró tanto, tampoco se sintió muy poco, fue como si el mundo se detuviera para ambos, cada toque con suaves labios y carnosos eran gloria pura.

-Te amo Hyuk- le abrazó -Créeme por favor- su voz flaqueo -Acepta mis sentimientos-

-yo...- Hyuk sabía que estaba mal, ambos tenían responsabilidades, ambos estaban destinados a no estar juntos. Pero, ¿Quién dijo que el destino no cambia?, aunque una tragedía pueda pasar, aunque el mundo tuviera otros planes, lo intentaría -Yo también te amo- y era verdad, aquel extraño sentimiento crecía en su interior y quemaba de una manera dulce.

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