EL NIÑO QUE VIVIÓ

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—No he encontrado nada sobre un príncipe mestizo, Harry —comentó Hermione en tono preocupado. Se notaba lo mucho que le frustraba no encontrar una respuesta cuando la necesitaba. Estaba más que acostumbrada a siempre saber qué hacer—. Realmente no sé si exista.

—¡Claro que existe! —Aseguró Harry blandiendo el libro frente a las narices de sus amigos—. Él fue quien escribió todo esto. 

—¿Quién? —Cuestionó Miranda Malfoy uniéndose a la reunión de sus amigos. Desde que Draco y ella se habían separado, las cosas con Blaise resultaban lo suficientemente buenas como para juntarse con ellos durante los recesos. El moreno no la cuestionaba sobre sus amistades, aunque dentro de sí Zabini aborreciera al niño que vivió y sus tontos amigos.

No era tan cruel como para convertirse en mortífago. Harry lo sabía, pero también estaba seguro de que Draco Malfoy ya formaba parte de las filas de Voldemort aunque su amiga lo negara una y otra vez.

—El príncipe mestizo —respondió Hermione algo irritada. Seguía sin poder creer que no existiera información sobre aquel.

Miranda Malfoy palideció de inmediato.

—¿El príncipe mestizo?

—¿Lo conoces? —Se apresuró a preguntar Harry fijando sus ojos color esmeralda en su amiga—. ¡Vamos, Miranda! ¿Tú sabes quién es el príncipe mestizo?

—¡Por supuesto que no! —sonrió nerviosa—. Solo me llamó la atención ese nombre... Se escucha bastante lúgubre.... casi tanto como el de quien-tú-sabes.

Harry arqueó una ceja bastante curioso. Su amiga estaba lo suficientemente nerviosa como para no llamar a Lord Voldemort por su nombre como siempre lo hacía. Sin embargo, su amigo prefirió dejar pasar aquel hecho, solo por esa ocasión.

—Bien, si llegas a saber algo sobre el príncipe mestizo no dudes en hacermelo saber, ¿de acuerdo? Es alguien que perteneció a tu casa, por lo visto.

El pelinegro señaló la cobertura del libro y Miranda asintió mientras tragaba en seco.

—Claro... Lo haré, Harry.



—¡Ese niño es un completo idiota! —Gruñó Snape del otro lado de su escritorio luego de haber golpeado su escritorio con ambos puños—. ¿Cómo pudo caer mi diario en sus manos?

—Debiste ser mucho más cuidadoso con tus cosas, papá.

Severus miró a su hija con irritación. A veces odiaba que fuese amiga de Potter, Harry lograba sacarlo de quicio a menudo.

—Trata de vigilarlo. Ese libro contiene hechizos muy peligrosos... Es magia negra, lo sabes. Puede lastimar a muchos en el proceso.

—Lo sé... —Murmuró la joven con preocupación. Suspiró hondo—. No te preocupes, tendré un ojo en él. Por cierto, papá...

—¿Sí?

—¿Qué es lo que Draco debe hacer para...? Tú sabes de lo que estoy hablando.

—Es mejor que no lo sepas —la cortó.

—Pero...

LA PRINCESA MALFOYWhere stories live. Discover now