Jeff The Killer.

351 25 4
                                    

You should see me in a crown

Luego de haber pasado por esa candente situación con Eyeless, Ben me fue a dejar a casa con tal de que no me suceda nada malo; el camino fue silencioso pero para nada incómodo, al contrario, él tomó la iniciativa de entrelazar nuestras manos y cuando era necesario abrazarme por la cintura.

Cuando ya llegamos a mi casa, él se despidió con un suave beso en los labios que me dejó soñando y pidiendo por más, sus manos tomaron mis mejillas de forma muy suave pero a la vez fuerte, sus ojos buscaron los míos y nos quedamos así por un buen rato. Admiré cada centímetro de su bello rostro, de su lunar en la mandíbula y sus diminutas pecas; simplemente perfecto. La hora de despedirse fue eterna, ninguno de los dos se quería separar y alejar del otro.

Cuando Ben ya se había ido y yo ya estaba en mi habitación mirando por la ventana el paisaje, se escuchó el crujir de la puerta de mi armario al abrirse; mis ojos se fueron directamente hacia allá, de entre las sombras que se formaban por la ropa y el nublado atardecer, emergió una figura masculina. Su hoodie blanco, sucio por sangre seca, tierra y quizás que otras cosas; su cabello negro azabache, seco y largo; su sonrisa tallada torcidamente y sus ojos irritados con sus pupilas oscuras. Era Jeff, indiscutiblemente era él.

Su dedo índice derecho se posó por sobre sus finos labios, al ver el miedo en mis ojos se formó en sus labios una sonrisa psicópata que enzancho de una manera exagerada su permanente sonrisa. Empezó a acercarse lentamente, como cualquier depredador haría con su presa, yo estaba estática, solo miraba aquel hombre estar cada vez más cerca de mí. Hasta que ya no hubo distancia, me dio una cachetada que me derribó a la cama; mis ojos se aguaron y su cuerpo se puso encima del mío. Mi mejilla ardía, su asquerosa lengua pasó por sobre la zona lastimada, su aliento era una combinación de alcohol, cigarros y sangre. Sus ásperas manos pasaban por mis piernas descubiertas hasta llegar a mi intimidad, sus dedos escarbaron de forma brusca dentro de mi y un gemido de dolor salió de mi boca; los movió furiosamente rápido hasta lograr que saliera la humedad que tanto deseaba, mis intentos de liberarme eran en vano mientras sus manos rompían mi ropa y a la vez se desabrochaba los jeans negros.

Sentí su carne entrar sin piedad, lágrimas salieron de mis ojos a la vez que jadeos y quejas salían de mi garganta.

It's over. (Ben Drowned y tú) -TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora