» capítulo 20

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Luna y Sol se miran a los ojos. Caroline se ha quedado con Matteo en las hamacas mientras que con Ruggero estamos aquí con las dos niñas que no han parado de pelear en dos días.

-Discúlpate, Sol.

-No quelo.

Sol ha estado insoportable, en todo encontraba el problema y le echaba la culpa a Luna. Ruggero y yo estamos algo cansados, está bien que sea solo una niña, pero si no se comporta desde ahora, cuando sea grande nos volverá locos. Aparte, Luna se queda callada y no le dice nada, siendo que debería defenderse.

Situación 1:

Luna me pide que le haga dos coletas, es su peinado favorito y le queda hermosamente tierno. Sol empieza a gritar porque ella tiene dos trenzas y quería dos coletas. Me ha pedido que le haga dos trenzas, pensé que le gustaban y se las he hecho. Sol le grita a Luna, Luna llora, Matteo ve todo y sale corriendo. Ahora tengo a Luna llorando y a Sol gritando cosas sin sentido.

-Ven aquí, Sol, ven aquí.

-Ya no quelo do coleta.

-¿Entonces qué quieres?

-Que Luna deje de copiarme todo.

Bufo aburrida mientras veo como Luna se frota los ojos con las manos. Sol ahora llora y se abraza a una de mis piernas mientras mira a Luna.

Situación 2:

Matteo y Luna construyen un castillo de arena con Ruggero. Vengo llegando del mar con Sol en brazos, se está congelando porque el agua está helada. Me siento al lado de Ruggero y él me sonríe tiernamente, Sol me abraza y deja caer su cabeza en mi hombro.

-Oh, ¿Quién ha hecho esto tan hermoso?

Sol alza la cabeza y gira para ver el castillo.

-E feo.

-No es feo, Sol –dice Matteo frunciendo el ceño.

-Si e feo, Matteo. –Se muerde la uña.

Luna hace un piquito con la boca y luego se encoge de hombros. Le sonrío y ella me devuelve la sonrisa. Sol se baja y amaga a pisar el castillo de sus hermanos, Ruggero la quita de en medio y la aleja del castillo.

-No seas mala, Sol.

-¿Po que yo no pedo contuir un catillo con papi?

-Si puedes, princesa. Solo que estabas jugando con mami en el agua.

-E feo.

-No es feo –le grita Matteo.

-¡Si e feo, tonto!

-Matteo no e tonto –grita Luna.

Luna es fulminada por la mirada de Sol y a continuación tira uno de los baldes sobre el castillo. Me pongo de pie enojada y tomo a Sol en brazos para alejarla de sus hermanos. Luna y Matteo lloran por el castillo destruido.

Situación 3:

Hemos salido de compras, Ruggero tiene a los tres niños entusiasmados y les ha prometido que podemos llevar todo lo que ellos quieran.

-Ete vetido rosa me guta muto, papi.

-A mi tamben –dice Sol.

Y aquí vamos nuevamente.

-Mami, yo quiero una remera con un auto rojo –dice Matteo.

Ruggero tiene a las dos niñas de la mano y yo voy con Matteo que todo lo quiere con autos de carrera o monstruos gigantes. Mi esposo me mira y frunce el ceño. Tenemos pelea nuevamente, Sol y Luna quieren el mismo vestido.

-Podemos llevar uno para cada una.

-Yo lo vi pimero –dice Sol.

Luna hace morros y sus ojos se llenan de lágrimas.

-No e vedad, Sol.

-Si e vedad –le saca la lengua.

[...]

-No quiero que vuelvas a tirarle del cabello a tu hermana, ¿Has entendido?

-Ella empetó –grita enojada.

-No grites, Sol –la regaña Ruggero.

Luna está llorando y Sol amaga a hacerlo también. Hemos soportado muchos días con estás dos niñas así y ya es el colmo, son hermanas, tienen que por lo menos llevarse un poco bien. Sí, todos los hermanos pelean, pero Sol por todo hace llorar a Luna.

-Yo solo le quise sacudir el cabello.

-Me lo tirate, Luna.

-No, Sol.

-Si lo hiciste.

Ruggero frunce el ceño. Está notoriamente cansado e irritado.

-No discutan. Vamos a hacer así de simple, les digo a las dos, pero tú eres la más problemática, Sol. No quiero más peleas, a la primera pelea nos volvemos a casa. No más playa, no más juguetes y no van a ver televisión por un mes. Así que, sin peleas o después todo será feo.

-Por culpa de Luna –agrega Sol.

-Sol, escúchame, no estoy bromeando, hija. ¿Quieres volver a casa? ¿No más playa?

Sol niega con la cabeza y su corto cabello se sacude. Ruggero me mira para ver si estoy de acuerdo y asiento levemente. Creo que con eso se van a calmar un poco. Las dos se quedan calladas por unos minutos, luego Luna se atreve a alzar la mirada y hablarle a Ruggero.

-Hay mutos niños que tenen tencitas en la cabeza, ¿Pedemos tener una?

-¿Qué tienen?

-¿Trencitas, Lu?

Ella asiente energéticamente mientras se muerde el labio.

-Si, tienen con cositas de colores y mutos hilos divertidos.

Ruggero abre los ojos. Si, él también lo recuerda.

-¿Quieren hacerse trencitas?

-Si, yo quelo –dice Sol-. Y tamben de eso coso que se borran despes.

-¿Qué? –Alzo una ceja.

-¿Le epico yo? –Le pregunta Luna a Sol.

Sol asiente energéticamente y Luna le sonríe con ternura.

-Son como lo tatuaje, peto se van una ve.

Bien, mis hijas han salido a mí.

-Oh, claro que podemos hacer de esas dos cosas –digo y me pongo de pie.

-No, no podemos –Ruggero se pone de pie también.

-Si podemos, Ruggero. Ellas quieren, podemos dárselo.

-Esto vamos a hablarlo tú y yo esta noche. Las haz convencido, Karol. Son como una Karol salvaje de pequeña.

Me río divertida mientras él me toma la mano. Luna corre a abrazar la pierna de Ruggero, y Sol los mira desde su lugar, así que suelto la mano de mi esposo y me inclinó, y abro los brazos en dirección a Sol. "Ven aquí" articulo en silencio. Ella me sonríe y corre hacia mí.

[2] La Bella y La Bestia » Ruggarol [Adaptada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora