50 first dates; Peter Parker [ES]

capítulo 40

capítulo 40

3 de octubre

—Hoy tendremos la primera prueba —dijo un tal James. Parecía ser el nuevo asistente de Stark. Lo había visto unas pocas veces antes—. Colóquense en una fila, por favor.

Las palabras se escuchaban desde la antesala que iba atravesando. Al abrir la puerta sentí gritos y enseguida me puse alerta.

El señor Stark había seguido mejorando mi traje. Apreté un botón en cada uno de mis antebrazos y mi conjunto de superhéroe se desplegó. Me llevó unos tres segundos. Los gritos seguían.

— ¡¿Qué ocurre?! —exclamé—. ¿Alguien está herido?

Se hizo silencio. Las chicas me miraban, impasibles.

—Señor Parker —escuché a James. Me giré hacia él—, solo están emocionadas porque usted llegó —Se escucharon risitas y murmullos de fondo. Algunas cabezas asintieron. Yo me fui acercando cada vez más al hombre vestido con un traje negro. Al llegar a su lado, continuó hablando, esta vez solo para que yo escuchara—. ¿Acaso nadie se lo dijo? El otro día, luego de que se fuera, dos chicas se desmayaron por la emoción.

Fruncí el ceño.

—No es como si fuera un actor famoso.

El presentador de este intento de reality show se encogió de hombros. Llevé mi mano a la pequeña araña negra en medio de mi pecho y el traje comenzó a desaparecer. Fui hacia los sillones que había a un costado y me senté allí.

—Bien —siguió James—. Como iba diciendo, hoy es el día de la primera prueba. Una por una pasarán a sentarse junto al señor Peter Parker y tendrán una corta charla con él —Me señaló mientras hablaba y yo di una sonrisa tímida como respuesta—. Recuerden que diez participantes ya se fueron por invasión de privacidad y... —Hizo una pausa para chequear unos papeles que sostenía en sus manos— Confusión de preferencias.

Rodé los ojos. Esto tiene que ser una broma.

—Peter —Alcé la vista. Al haberme distraído en mis pensamientos por unos segundos, no había notado la presencia de una chica. Señalé el asiento frente a mí—. Gracias —susurró.

—Hmm —empecé. Paseé los ojos por la habitación, intentando ignorar al grupo de chicas que nos observaban. Era consciente, además, de que nuestras voces resonaban en la amplia sala. Volví mi mirada a ella—, ¿cómo te llamas?

—Emma Wolf.

Asentí.

—Y, hmm... ¿Qué te gusta hacer?

Tuve demasiadas entrevistas ese día. Comencé a tomar características de ellas para intentar identificarlas luego. Tenía una buena memoria fotográfica, pero no aprendería cuarenta nombres en un solo día.

Lilly era una chica de cabello púrpura. Emma traía el cabello largo con las puntas aclaradas. A Michelle le gustaba bailar. Las mellizas se llamaban Thea y Tessa. La que más me llamó la atención, una chica con cabello rubio platinado y ojos celestes, tenía un nombre rarísimo. No lo había entendido, pero tampoco había querido preguntar. Me había limitado a asentir, sonreír y llamar a la siguiente. De cualquier forma, a ella también la reconocería.

Algunas entrevistas fueron mejores que otras. No solo las apariencias de las chicas eran diferentes, sino que cada una de sus personalidades era totalmente única.

Entre medio tuvimos un descanso para almorzar todos juntos en la sala de al lado. Fue incómodo.

Había grupos enteros de chicas que se me insinuaban. No tenía demasiada experiencia, por lo que solo noté las cosas muy obvias. Otras apenas me miraban. Se sonrojaban si les hablaba y miraban al suelo todo el tiempo.

Al final del día fui a mi piso y me di una ducha de agua caliente. En mi habitación encontré el porfolio con las fichas. La pantalla en la tapa decía 40.

—Eso significa que alguien vino y lo actualizó —murmuré para mí mismo.

Pasé la mirada por todos los papeles varias veces. Memoricé nombres nuevos y encontré el de la rubia, a pesar de decidir quitarla de la carpeta. También eliminé dos fichas más.

Por la noche me acosté tranquilo, pero cuestionando mi existencia, como era usual.

· 3 participantes dejaron la torre.

· Nombres: Saskja (apellido no disponible), Adriana Gómez, Magda Bätz.

· Comentarios: "no hablan inglés, señor Stark"