capítulo 10.1

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capítulo 10.1

19 de octubre

"Ponte ropa cómoda" había dicho el señor Stark.

Me coloqué unos deportivos y una camiseta de tirantes, para luego bajar un par de pisos para llegar a la prueba número seis.

Cuando llegué, todas las chicas traían ropa deportiva. Miraban a una pareja de bailarines que bailaban en el medio del salón. En cuanto notaron que llegué, se detuvieron.

—Señor Parker —dijo la mujer, con una sonrisa enorme en el rostro—, bienvenido. Si fuera tan amable de tomar de la mano a la primera señorita de la fila y guiarla hasta la pista.

Me acerqué y tomé la mano de Emma, para luego caminar juntos hacia la pareja. A lo largo de todo el camino sentí muchas miradas sobre mí, una en especial.

—Tómala por la cintura. Así —la señora guiaba mis manos y me empujaba a acercarme demasiado a la chica frente a mí. Con cada empujoncito, su sonrisa crecía más y más—. Genial. Ahora, síganos.

"Seguirlos" no fue tan fácil como la mujer sonriente lo hacía sonar. Emma parecía tener talento, mientras que a mí me costaba tal vez demasiado. Repetimos la misma rutina varias veces, hasta que me hicieron cambiar de pareja.

Liz se acercó con una sonrisa casi tan grande como la de la mujer. Tomó mis manos, las pasó por su cintura y pegó su pecho al mío.

Corrí mi rostro hacia el costado, incómodo.

—No puedo ver a los profesores si estás tan cerca.

Ella colocó mi rostro de frente con una de sus suaves manos.

—No te preocupes. Ya capté los pasos.

Liz hizo parecer la coreografía mucho más sencilla. Me murmuraba los pasos siguientes, ponía mis manos siempre en el lugar correcto, y hacía caras divertidas para asegurarse de que sonreía y la pasaba bien. Parecía que el tiempo volaba a su lado. Tenía ganas de quedarme bailando con ella toda la tarde.

— ¡Siguiente! —exclamó la profesora, aplaudiendo. La sonrisa implacable de su rostro comenzaba a ponerme nervioso.

Jazmin dio un paso adelante. Luego vino Lilly. Y luego Juliet.

—Desde ya: soy terrible bailando —anunció mientras venía, provocando una sonrisa en mi rostro—, pero le pongo empeño.

Extendí mis brazos hacia ella.

—Ven aquí.

Resultó ser bastante mala, sí. Pero como esperaba, aprendía rápido. Logró algunos de los pasos y me hizo reír demasiadas veces.

Para cuando llamaron a la siguiente y Sun se acercó, ya dominaba los movimientos. Sin vergüenza la acerqué a mí, y en cuanto la música comenzó a sonar, la guie por el salón bailando lentamente. Al igual que la mayoría, le costó unos minutos aprender los pasos, pero en cuanto los recordaba me ayudaba a seguir la coreografía.

Nuestros cuerpos se separaron, quedando únicamente conectados por nuestras manos. Ambos estábamos alineados, con los brazos libres estirados hacia los costados, en una pose bastante divertida. Compartimos una sonrisa y tiré de ella hacia mí. En el medio, dio un giro. La inercia de su cuerpo, más la sonrisa que me atraía tanto provocaron un beso entre ambos al final del truco.

El cuchicheo entre las chicas cesó. La música era, por primera vez, lo único que se escuchaba.

Cuando nos separamos, mis ojos no podían alejarse de los suyos. Pero el brillo que tenían se fue transformando lentamente hasta brillar por las lágrimas que estaba tratando de contener. Lo logró unos segundos. Pero parpadeó, y dos hileras de agua salada cayeron por sus mejillas. Subí mis manos de su cintura hasta su rostro para quitarlas, pero ella se alejó.

Primero corrió su rostro. Después dio un paso atrás. Y luego salió corriendo hacia las escaleras.

En el momento en el que me giré para ver a las demás, noté que ni siquiera la profesora sonreía. Suspiré y esperé en silencio a que la pista terminara.

50 first dates; Peter Parker [ES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora