Parte 3

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Los días siguientes fueron de mucho trabajo entre que la presidenta del conglomerado se ponía al día con lo que Soi Fong había dejado pendiente, mientras la peli azul terminaba de dar los toques finales a la clausura de su pequeño y ambicioso proyecto del Hospital, pero era claro que no solo se enfocaba en eso porque para el día de hoy tenía una noticia que traía un gran acierto en los negocios y a su vez un pequeño inconveniente que no tenía previsto con el trato que estaba por cerrar con los americanos de lo cual debía de comunicar a la morena.

De una manera extraña las cosas con Yoruichi parecían ir en muy buenos términos, para muchos fue un asombro el que la heredera del imperio Shihōin resultara tener la astucia para los negocios igual que su padre y si eso no bastaba ahora parecía circular el rumor que lo que ella tocaba parecía que se convertía en oro, sin contar la excelente mancuerna que tenía con Soi Fong ante las negociaciones y los tratos.

La peli azul terminaba de hablar por teléfono y al colgar el auricular se dejó caer en la silla dejando escapar un sonoro suspiro que estaba conteniendo — por fin — dijo suavemente, cuando de pronto escucho algunos toques en su puerta, suspiro levemente y recompuso su semblantea uno mucho más serio — adelante.

La puerta se abrió y dejo ver a Lisa, la asistente de la presidenta — Señorita Fong, tengo un recado de la señorita Shihōin para usted, recordándole que la esperan para cenar en casa y que agradecería que no llegue muy tarde.

Soi frunció el ceño — ¿se encuentra en la oficina? — Cuestiono.

— No, ella parece que tenía una reunión con el Señor Kuchiki y me dijo que no regresaría a la oficina hasta el día lunes — informo la pelinegra.

Soi se pasó la mano por su cabello azulado — bueno, no hay nada más que hacer por el día de hoy — dijo suavemente — ¿vas de salida? — Pregunto.

Lisa sonrió levemente — me dijo que viniera a ponerme a sus órdenes y que si no necesitaba algo era libre de irme a casa.

— No tengo nada, yo me iré temprano — indico con una sonrisa — no quiero llegar tarde a la cena y la verdad quiero tener un momento para pensar — expreso frotándose la sien.

— ¿Todo bien señorita Fong? — Cuestiono la pelinegra.

— Sí, lisa — respondió suavemente — parece que hoy todo salió bien — señalo con una sonrisa — puedes irte a tu casa o quizá pases un buen tiempo con tu novio — hizo un esfuerzo por recordar el nombre — Kenji, verdad.

Lisa sonrió levemente — Si, señorita es Kenji — afirmo, luego se puso seria — pase buen fin de semana — se inclinó levemente y salió de la oficina.

Soi sonrió levemente y suspiro, era obvio que las cosas mejoraban y ella estaba feliz de eso ahora solo pasaría un momento al hospital.

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Yoruichi se encontraba frente a Byakuya con un semblante serio y esperando que el diera una respuesta — ¿estas bromeando verdad? — Cuestiono el heredero Kuchiki.

— ¿Yo? — Pregunto la morena con tono herido — ¿cómo crees que haría algo así?, el matrimonio es algo sagrado.

— Shihōin, yo no puedo hacer lo que me pides — informo un poco alterado y su rostro levemente sorprendido, apretando sus puños tan fuerte que sus nudillos estaban en blanco.

— Kuchiki, no es una petición — señalo ella con petulancia — el bufete Kuchiki ha trabajado para mi familia durante años y por lo consiguiente solo exijo lo que está en los términos de esa antigua alianza, servicios legales de los mejores.

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